Ciudad de México — El nearshoring en México, la relocalización de empresas para fabricar productos más cerca del mercado donde los venden, no sólo impulsará la inversión extranjera directa, sino también la inversión de riesgo o venture capital, de acuerdo con directivos del fondo Glisco Partners.
“Aparte de ver inversiones en compañías altamente disruptivas en el caso de México vamos a seguir viendo inversiones en manufactura, transporte, logística y en general todo lo que tiene que ver con servicios de exportación hacia Estados Unidos”, dijo Alfredo Castellanos, managing partner de Glisco Partners.
Otros comparten la prospectiva. Iván Cárdenas, CEO de Bego, una startup mexicana que conecta transporte de carga con quienes necesitan transportar sus productos entre EE.UU. y México, asegura que el nearshoring es una tendencia que le ha ayudado a crecer a su startup agresivamente, pues desde 2019 Estados Unidos ha estado invirtiendo más en sus plantas de México que en Asia.
“El año pasado el comercio entre EE.UU. y México creció un 20% en transporte de carga, lo cual es inaudito, ya que típicamente este número era de 2% año con año”, dijo el emprendedor a Bloomberg Línea.
El nearshoring impulsará a las empresas exportadoras a buscar tecnologías como inteligencia artificial, financiamiento y otras herramientas que eficienticen su operación, dijo Cárdenas, las cuales pueden ser proveídas por startups.
Las inversiones en startups mexicanas impulsadas por el nearshoring comenzaron a notarse en el ecosistema mexicano desde el 2022.
A inicios de octubre, Solvento, una fintech mexicana que construye infraestructura de pagos para la industria del autotransporte en Latinoamérica, cerró una ronda semilla por US$5 millones de dólares, en un entorno de mayor interés por el nearshoring.
La ronda semilla fue liderada por Ironspring Ventures, un fondo con sede en Texas enfocado en procesos de manufactura y cadena de suministro.
Su CEO, Jaime Tabachnick, dijo a Bloomberg Línea que su negocio está creciendo impulsado por el nearshoring, ya que las empresas buscan, principalmente en México, tener mayor cercanía con sus puntos de entrega y distribución.
Para los inversionistas, argumenta Tabachnick, el hecho de que Solvento sea una fintech enfocada en la vertical de transporte fue atractivo. Sobre todo porque “la industria de autotransporte no va a parar, es una industria que tiene proyectado un crecimiento del 10% anual”, asegura el emprendedor.
“El abanico de oportunidades de inversión muy atractivas en México relacionadas con el nearshoring es enorme además de todo lo relacionado con la disrupción”, dijo Castellanos durante la presentación del estudio Insights: Ecosistema de Venture Capital y Growth Equity en Latinoamérica, que Glisco Partners elaboró con la organización de emprendedores Endeavor.
Aunque el nearshoring no es un fenómeno nuevo, sino que tiene mucho tiempo, “ahorita está creciendo por la guerra comercial que tiene EE.UU. con China, por la guerra en Ucrania y por también por la ruptura de las cadenas de suministro por la pandemia”, explicó a Bloomberg Línea, Paulina Aguilar, cofundadora y directora de Mundi.
Mundi es una plataforma de servicios financieros especializada en el comercio transfronterizo. Aguilar dijo que México puede convertirse en una potencia exportadora, pero las pequeñas y medianas empresas exportadoras necesitan capital para hacerlo.
En febrero de 2022, la fintech mexicana cerró una ronda de Serie A de US$16 millones liderada por Union Square Ventures, la cual contó con la participación de fondos como Upper90, FJ Labs, Base10 Partners, Exor, AndBank, Alleycorp, Operator Partners y Gilgamesh Ventures.
En medio del boom del nearshoring la startup planea duplicar su tamaño y número de empresas que atienden este 2023, dijo Aguilar.
El nearshoring ha empujado el crecimiento de la inversión extranjera directa (IED), dijo Castellanos. Aunque el Gobierno mexicano no tiene claro cuánto crecerá el PIB con la relocalización de las cadenas de valor de Asia a México.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) considera que la aceleración de la relocalización y las oportunidades de inversión en la frontera norte y de la región central colocarán al alza el PIB. La Secretaría de Economía (SE) calcula que se instalarán en México alrededor de 400 empresas extranjeras.
La IED en México reportó la mayor cifra en siete años. Al cierre de 2022 sumó US$35.292, lo que representó un incremento de 12% en comparación con 2021, cuando hubo una inversión de US$31.544 millones.
“Entonces ya tenemos cifras que apuntan claramente en esa dirección”, señaló Castellanos refiriéndose también a la oportunidad que hay de captar capital de riesgo para startups que se encuentren involucradas en el negocio del nearshoring.