ISA, Celsia y GEB, ¿cuál sufriría más si Petro controla los servicios públicos?

La falta de diversificación geográfica de las grandes empresas del sector podría pasarles una factura importante con el control de tarifas de Petro

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Bogotá — Desde finales de 2022 el Gobierno de Gustavo Petro ha buscado interferir en los precios de los servicios públicos a través de cambios en los indicadores que los determinan. Con los ojos puestos en las tarifas de la energía, el presidente Petro asumió recientemente, y por tres meses, la regulación de servicios públicos.

La incertidumbre que conlleva lo anterior podría poner en riesgo a varias empresas, entre estas a las más grandes del sector eléctrico, si no tienen diversificados sus negocios. ¿Qué tan expuestas están ISA, Celsia y Grupo Energía Bogotá (GEB) con la toma de control de Petro?

Los riesgos para ISA, Celsia y GEB

Un informe de Casa de Bolsa analizó la diversificación y exposición a Colombia por segmento de negocio de ISA, Celsia, y GEB en medio de la incertidumbre que presenta el sector.

De acuerdo con el análisis de los expertos, “ISA se perfila como el jugador del sector mejor diversificado con un promedio del 70% del EBITDA por fuera de Colombia, mientras que Celsia se muestra como el jugador del sector con mayor exposición a Colombia teniendo en cuenta su baja diversificación geográfica”.

Según el informe citado, “ISA muestra una diversificación importante al ubicarse en 6 países (Colombia, Brasil, Perú, Chile, Bolivia y Argentina), junto a Centro América, y tres líneas de negocio: transmisión, vías y telecomunicaciones, las cuales representan aproximadamente el 82%, 16% y 2% del Ebitda”.

En el caso de Celsia, la compañía “muestra un enfoque completamente en el negocio de energía eléctrica, mayoritariamente en Colombia, con participación en todos los eslabones de la cadena. A nivel geográfico, su diversificación es baja, pues 13% de su Ebitda proviene de Centro América y un 87% de Colombia”.

“Aunque Celsia opera generación hídrica, eólica y solar en Centro América (Panamá, Honduras y Costa Rica), su diversificación dista de ser robusta por geografía, por lo tanto, en Colombia políticas que impacten el sector deberían reflejarse en mayor medida en sus cifras”, agrega el informe.

Respecto al GEB el análisis expone que este “presenta una diversificación importante por líneas de negocio, donde entre 2019 y parte del 2022 el transporte y la distribución de gas natural han representado el 53% del Ebitda consolidado, mientras que los segmentos de energía el 47%, incluyendo el dividendo extraordinario de Enel Colombia en el primer trimestre de 2022″.

“Actualmente el 29% del Ebitda proviene del exterior, donde hacia 2026 esta participación se incrementaría hasta el 36%. Lo anterior en medio de una participación futura del 25% de Perú (distribución de energía y gas natural), Brasil (transmisión) con un promedio del 9% del Ebitda, y Guatemala con un 2%, mientras que Colombia se mantendría como el país con mayor participación (64%)”, dicen los expertos de Casa de Bolsa.

Así mismo, alertan que pese a una diversificación importante por segmentos de negocio y país, el peso de Colombia y el hecho de que el Gobierno Nacional tenga potestad para asumir las funciones de regulación de servicios públicos podría afectar tanto el negocio de energía como de gas natural de GEB.

En línea con lo anterior, “cabe recordar que, en el segmento de generación, mediante Enel Colombia (42,5% de participación), GEB sentiría el impacto de la sobretasa de renta del 3% en el segmento de generación, junto a la posibilidad, según el PND, de transferir el 6% de las ventas brutas de energía por generación propia. Además del impacto del cambio en indexación de tarifas de energía y la “pesificación” en la remuneración del transporte de gas natural”, añadieron los analistas.

Dado lo expuesto, entre las conclusiones de los expertos se destaca que “la incertidumbre local para el sector de energía eléctrica como el mayor costo de capital en un entorno de mayores tasas de interés y primas de riesgo pueden generar el aplazamiento de inversiones, con posibles impactos negativos en el cubrimiento eficiente de la demanda a mediano plazo y la posibilidad de presentarse la necesidad de nuevas subastas de energía”.

Además, el entorno local obligaría a las empresas del sector a tener una mayor diversificación geográfica. “Es probable que se tienda a tener una mayor inclinación en el mediano plazo hacia mercados con mayor estabilidad regulatoria y jurídica fuera de América Latina, como el mercado de Estados Unidos, el cual ha estado, por ejemplo, en el radar de ISA”.

¿Qué pasa con los precios de los servicios públicos?

Antes de entrar en otros detalles, cabe recordar que los servicios públicos en Colombia son precios regulados que se rigen bajo fórmulas muy definidas. “En el caso de la electricidad la indexación de precios se hace por cuenta de una fórmula establecida en la que se tiene en cuenta la tasa de cambio y los precios en la bolsa de energía, los cuales han venido subiendo”, explicó meses atrás Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria.

“Lo que más ha impulsando el precio de los servicios públicos en Colombia es que muchas tarifas suben de acuerdo a la inflación y el IPP, indicadores que han venido aumentando significativamente”, Camilo Sánchez, presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones (Andesco).

Teniendo en cuenta lo anterior, los cambios que pueda hacer el presidente Petro para bajar las tarifas de energía al tomar el control de las entidades que regulan los servicios públicos tiene alerta a más de uno, pues las decisiones pueden distanciarse de criterios técnicos y estratégicos a largo plazo y estar más alineados con medidas de corto plazo que representan varios riesgos para el país en general, según expertos.

La incertidumbre que genera la falta de un marco regulatorio independiente podría “socavar la confianza de los inversionistas y compromete la expansión necesaria del sistema, así como la calidad del servicio”, advirtió recientemente la calificadora de riesgos Fitch en un informe.

Aunque los analistas consultados por este medio reconocen que el mercado eléctrico ha requerido unas reformas desde hace tiempo, los ajustes que se necesitan ya se han estudiado y diagnosticado por expertos, “es esencial que no se vayan a tomar decisiones solo políticas, sino tener en cuenta las técnicas” para no perjudicar al sector y a la gente, según ha reiterado en varias ocasiones Camilo Sánchez.