Caracas — El oro venezolano que llegó a representar una de las mayores reservas en el mundo se ha reducido profundamente en los últimos años, con una pérdida de hasta 10 toneladas en el 2022, de acuerdo a estados financieros del Banco Central de Venezuela (BCV), reseñados por Reuters.
Con la caída de las barras de oro, las reservas del país caribeño se situaron en 69 toneladas para el inicio de este año, con un precio promedio estimado en US$1,897.70 por onza troy para finales de enero.
Venezuela, administrada por el chavista Nicolás Maduro, no ha difundido registros de compras internas de oro desde 2018, cuando se efectuó una venta de 9.72 toneladas para un valor de 15.968.277 bolívares soberanos en ese entonces.
En un informe de World Gold Council, las reservas de la nación suramericana se mantenían posicionada como la segunda más grande en el continente después de Estados Unidos, con una cifra de 161 toneladas. Sin embargo, la necesidad de generar otra fuente de ingreso frente a la caída de la industria petrolera y las sanciones económicas impuestas por Washington, marcó la decisión de utilizar el oro monetario.
La oposición venezolana, que estuvo liderada por Juan Guaidó hasta finales del año pasado, cuando desde la Asamblea Nacional (AN) que también presidía se acordó el fin de su gobierno interino, había denunciado en reiteradas oportunidades la salida de unas 30 toneladas a cambio de efectivo en los últimos dos años.
Ello desembocó en la protección de otras 31 toneladas, valoradas en más de US$1.000 millones y depositadas en las bóvedas del Banco de Inglaterra, las que el gobierno de Maduro había intentado controlar y luego de un extenso juicio en el Tribunal Supremo de Reino Unido, país que reconocía a Guaidó, le hizo fracasar en el proceso.
Ya en 2021, desde la administración madurista se había logrado la evasión de sanciones con la venta ilegal de oro venezolano a Rusia, Mali y Emiratos Árabes, de acuerdo a las denuncias del opositor Julio Borges, expresidente del Parlamento venezolano electo en 2015 y luego designado comisionado de Relaciones Exteriores para el interinato de Guaidó.
Las transacciones le habrían adjudicado más de 1.000 millones de dólares en 2020 a la administración chavista, cuyo BCV no reportó. En 2022, el valor de las reservas de oro también cayeron con respecto al año anterior, pasando de US$4.560 millones a US$4.329 millones, lo que tampoco fue detallado por el máximo ente financiero del país.
“Grandes cantidades de efectivo salen de los EAU hacia Venezuela para ser intercambiados por el oro venezolano (...) Ese dinero llega a Venezuela sin ningún control y queda a discreción de Nicolás Maduro”, dijo Borges a principios de 2021, durante un viaje a Washington para formalizar la denuncia que incluía la venta de unas 300 toneladas de oro desde 2014.