Ciudad de México — El ciclo de alzas de la tasa de interés del banco central pondrá a prueba la resiliencia del portafolio de deuda del Gobierno de México frente a un 2023 con pronóstico de contracción económica e inflación persistente.
El costo financiero de la deuda pública del Gobierno rebasará, por primera vez, un billón de pesos en 2023 y el tono restrictivo de la política monetaria de Banco de México (Banxico) podría elevar el costo por encima de lo presupuestado, de acuerdo con los riesgos fiscales calculados por la Secretaría de Hacienda y expertos en materia presupuestal.
El Gobierno proyectó que la tasa de interés se ubicaría en 8,5% al cierre de 2023, sin embargo, el referencial alcanzó un nivel de 11% en febrero, lo que implica una diferencia de 250 puntos base entre lo aprobado en el Paquete Económico y la postura monetaria del banco central.
La Secretaría de Hacienda estima que un aumento de 100 puntos base en la tasa de interés incrementa en MXN$30.218 millones el gasto no programable del sector público en 2023, esto debido al incremento del pago de intereses de la deuda a tasa variable y los costos de refinanciamiento de la deuda que está por vencer.
Lo anterior implicaría que al cierre del año el costo financiero de la deuda se habría encarecido poco más de MXN$75.000 millones y podría alcanzar los MXN$100.000 millones si la tasa de interés sigue subiendo a niveles de 11,5% o 11,75%, como algunos analistas comienzan a barajar.
Adriana Hortiales, consultora de finanzas públicas, dijo a Bloomberg Línea que los MXN$100.000 millones que crecería este año el costo de la deuda adicional a lo planeado implica que el Gobierno tendrá que realizar algunos ajustes al gasto para poder solventar el aumento en el gasto no programable.
Los recortes al gasto serían la alternativa del Gobierno porque el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), conocido como el “guardadito” del Gobierno, aún no ha sido fondeado lo suficiente como para utilizar recursos de esta bolsa en apoyo al aumento del gasto por más pago de intereses de la deuda. El saldo al 31 de diciembre de 2022 es de MXN$25.978 millones, de acuerdo con datos de Hacienda.
“Entre MXN$60.000 y MXN$100.000 millones va a aumentar el costo financiero y se va a financiar con ajustes al gasto. Van a tener que hacer ajustes en algunos programas que obviamente no sean los aliados del Gobierno, como son los relacionados con educación, salud y seguridad pública”, indicó Hortiales.
México Evalúa indicó en un análisis que las presiones financieras en 2022 se incrementaron por el aumento de las tasas de interés para contener la inflación, lo que impactó en el costo del pago de la deuda.
En 2022, Hacienda estimó una tasa nominal promedio de los Cetes a 28 días de 4,3% pero lo observado en el año fue de 7,6%. Las mayores tasas de interés empujaron el pago de intereses del Gobierno a MXN$815.000 millones, el segundo mayor que se tenga registro desde 1990.
“Hacia 2023 el costo financiero podría seguir aumentando debido al incremento de la tasa de Banxico a 11%, un nivel no antes visto”, anticipa México Evalúa.
Deuda resiliente y sostenible, dice Gobierno
El Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador estableció en el Plan Anual de Financiamiento 2023 que en el corto y mediano plazos su portafolio de deuda tendrá una estructura resiliente a choques externos y que el costo financiero se mantendrá en un nivel bajo y sostenible.
Al cierre de 2022, la deuda neta del Gobierno Federal se ubicó en MXN$11.493 billones, de los cuales, la deuda interna neta ascendió a MXN$9.261 billones, es decir, 80,6% respecto del total del saldo de deuda neta.
“Se ha logrado mantener acotada la sensibilidad del costo financiero ante los aumentos en las tasas de interés, debido a que la mayor parte de la deuda se encuentra contratada a tasas de interés fijas”, suscribe el plan de financiamiento.
Adriana Hortiales, quien trabajó en años anteriores en Hacienda, explica que 76% de la deuda es de largo plazo y no implica un problema porque se tiene a tasa fija, mientras que 20% de la deuda es externa de largo plazo que tampoco presenta un gran tema porque también está a tasa fija y plazos establecidos.
Sin embargo, apuntó que hay 4% de deuda interna a corto plazo que son básicamente Cetes y BONDES (Bonos de Desarrollo del Gobierno Federal) que sí van a ser afectados por el alza en la tasa de interés de Banxico porque están a tasa variable. “Aunque puede parecer poco ese 4%, sí va a impactar en el costo anual”.