¿Es mejor un fondo de pensiones privado a uno público? | Reforma pensional Petro 2023

Las reglas de juego en las AFP y Colpensiones varían a la hora de alcanzar una pensión en Colombia. Esto dicen los expertos frente a la viabilidad de cada uno según las circunstancias

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Bogotá — Colombia se prepara para iniciar las discusiones de la reforma a las jubilaciones en medio de las tensiones que se han generado entre el Gobierno y las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) debido a que se buscaría dar paso a un sistema con fuerte presencia estatal bajo la sombrilla de Colpensiones.

El Gobierno del presidente colombiano, Gustavo Petro, buscaría darle mayores facultades a Colpensiones para que no solo opere en el régimen de prima media, sino que también pueda ser banco y competir con los fondos privados de pensión, convirtiéndose en AFP.

Según informó Bloomberg Línea el mes pasado, el Gobierno se mantiene en su propuesta de pilares y de no aumentar la edad, ni las semanas para pensionarse.

De acuerdo a la Asociación Colombiana de Administradoras de Fondos de Pensiones y de Cesantías (Asofondos), el ahorro total de los 18,5 millones de trabajadores del país en propiedad de las AFP llegó a más de $360 billones en enero.

En Colombia compiten las AFP Colfondos, Porvenir, Protección y Skandia.

El presidente de Asofondos, Santiago Montenegro, manifestó que “los datos de los últimos meses le han dado un positivo giro al comportamiento de los fondos de pensiones en medio de un ciclo retador por diversos factores internos y externos”.

Pero Colombia es ahora un país más difícil para la jubilación al caer al puesto 42 entre 44 mercados evaluados en el ranking del Global Retirement Index – GRI de Natixis Investment Managers, divulgado en septiembre del año pasado.

El Índice Global de Jubilación 2022 muestra que Colombia cayó desde el puesto 40 al pasar de una puntuación global del 45% a una del 34% en ese ranking mundial que incluye 18 subíndices de rendimiento, agrupados en cuatro índices temáticos.

Estos cubren aspectos considerados esenciales en esos mercados como los medios materiales para vivir cómodamente en la jubilación; el acceso a servicios financieros de calidad para ayudar a preservar el valor de los ahorros y maximizar los ingresos; el acceso a servicios sanitarios de calidad; y un entorno limpio y seguro.

Juliana Morad, especialista en Derecho de la Seguridad Social y en Derecho Laboral de la Universidad Javeriana, dijo a Bloomberg Línea que en la actualidad los esquemas públicos y privados de jubilaciones coexisten y compiten, “lo que hace grave el sistema de pensiones en general”.

“Son incompatibles, son diferentes estos dos mecanismos. Se pueden mezclar en un sistema de pilares que es lo que pretende el presidente Gustavo Petro, pero en su pureza, que coexistan puede generar problemas muy grandes, como que la mayoría de los pensionados estén en el régimen de prima media que depende de una manera importante de la cantidad de afiliados cotizantes que existan, porque se basa en un esquema de reparto en el que las pensiones se cubren con las cotizaciones de la población laboralmente activa. Luego, si tenemos una población laboralmente activa reducida se van a afectar las pensiones”, manifestó Morad a Bloomberg Línea.

Esto se traduce en que haya un gran número de pensionados en el régimen de prima media, mientras que en el de ahorro individual hay un porcentaje mayor de cotizantes, “cuando estos deberían estar en el régimen de prima media para hacerlo sostenible”.

Analiza además que, como el régimen de prima media depende de un sistema de reparto, necesita una fuerza laboral activa que cotice, pero los países latinoamericanos se caracterizan por sus altos niveles de informalidad laboral, lo que pone retos adicionales para la sostenibilidad del modelo y se representa en mayores esfuerzos presupuestales por parte del Estado.

Sumado a lo anterior, se tiene el reto de la inversión de la pirámide poblacional que provoca que menos jóvenes coticen. Y de otra parte, el régimen de prima media reconoce pensiones muy altas, lo que ha derivado en “grandes problemas de inequidad”.

Mientras que el régimen privado depende de esquemas de capitalización por parte de las personas, por lo que el desafío se centra en la capacidad de ahorro que tengan estos cotizantes.

¿Colpensiones o AFP?

Consultada por Bloomberg Línea, la profesora de Derecho Laboral de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario, Adriana Camacho, manifestó que existe la concepción entre los trabajadores que se inclinan por el sistema público de que “el sector privado puede quebrar o lo pueden hacer quebrar”.

Y en cambio, “en el sector público siempre va a haber dinero para las pensiones porque de algún lado van a salir, mejor dicho, de impuestos”.

Frente a cuánto dinero de pensión le llegaría a una persona con la tasa de remplazo, señaló que Colpensiones paga más porque “tiene unas características y requisitos distintos”.

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Una persona puede recibir “hasta el 80% del ingreso base de cotización de su salario en los últimos 10 años de cotización o de toda su vida laborable si le resulta más favorable. ¿Y por qué sucede? Porque también hay mucha ayuda por parte del Estado. Las jubilaciones en Colpensiones están subisidiadas, mientras que eso no pasa en el sector privado”, señaló.

En las AFP las reglas del juego son distintas porque la pensión se define en virtud del dinero que la persona ha capitalizado o ahorrado a lo largo de su vida laboral.

Camacho explica en ese sentido que, “quitándole el subsidio, obviamente las pensiones van ser más pequeñas en cuestión de valores en las AFP que en Colpensiones”.

Por su parte, el coordinador y profesor del área laboral del Consultorio de la Universidad del Rosario, Javier Almanza, agrega que, dadas las características de las AFP, estas son más aconsejables para personas que “tengan un elevado incremento salarial o que sean de muy buena fuente de ingresos al momento de la cotización a la seguridad social”.

El sistema tiene una fórmula que, para las personas que devengan entre uno y cinco veces un salario mínimo, puede ser “desventajosa” para poder pensionarse, mientras el esquema de Colpensiones ofrece “una certeza de cuánto puede ser la asignación pensional”.

“Más que decir que es bueno o que es malo cada uno de ellos, es importante verificar las condiciones económicas para poder determinar en qué fondo puede estar. No solo hay que pensar en pensiones, sino también cuando la persona no se logra pensionar y no reúne los requisitos por la ley, ahí es más desventajoso estar en Colpensiones porque la ley dice que en promedio le devolverá un 10% sobre todo lo cotizado en la vida laboral”, añadió.

Los factores a analizar

En opinión de los expertos, hay que analizar varios aspectos antes de decidir el régimen que le puede ser más conveniente a una persona en función de sus condiciones laborales, su salario, su estabilidad, su salud, entre otros.

“Si sabes que no te vas a pensionar por distintas razones: trabajaste cinco años, luego te fuiste al exterior, después regresaste, entrabas y salías del mercado laboral, y finalmente ni tienes ni semanas ni recursos, te conviene estar en las AFP. Cuando completas la edad, de 62 años para los hombres y 57 mujeres, se les regresa a los cotizantes todos los dineros que ahorro más todos los rendimientos. Eso se llama devolución de saldos”, afirmó Adriana Camacho.

En Colpensiones esta figura no es igual, sino que se denomina indemnización restitutiva y equivale a lo que una persona alcanzó a aportar al sistema, pero sin los rendimientos que generan las AFP, que constantemente están realizando inversiones en campos tan diversos como la infraestructura.

“Es casi siete veces menos lo que recibes en Colpensiones que lo recibes en las AFP (en estos casos)”, comentó Camacho.

Otro caso en el que a una persona le convendría más el sistema privado es cuando tiene certeza de que su expectativa de vida no es alta y aún tiene saldos en su cuenta personal en la AFP.

Ese dinero estaría disponible y podría pasar a los sucesores (cuando no hay sobrevivientes a ese tipo de pensiones), mientras que en Colpensiones si no hay sobrevivientes esos recursos lo acoge al sistema.

Puntualiza, que si una persona apunta a obtener un pensión equivalente al salario mínimo debería cotizar en las AFP 1.150 semanas y en Colpensiones 1.300 semanas.

“No hay un estándar de ‘todos vamos para Colpensiones porque a todos nos sirve Colpensiones’, no es así, remató.

José Ibarra, director de Experiencia en la fintech Tyba, recuerda que “existe un derecho a la doble asesoría pensional (Ley 1328 de 2009) gracias al cual cada afiliado puede evaluar cuál es el régimen pensional más conveniente según su caso”.

Adicionalmente, “una forma muy eficiente de complementar las pensiones es a través de los fondos de pensiones voluntarios, que funcionan como vehículo de inversión a largo plazo para amplificar el ahorro pensional, además, brinda la posibilidad de obtener beneficios tributarios”.

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