Santiago — La pandemia influyó en una caída del número de trabajadores del sector silvoagropecuario y pesca en Chile. Superada la emergencia originada por el Covid-19, la recuperación se dio gradualmente y hubo un repunte anual del 6,2% en 2022. Sin embargo, Esteban Valenzuela, ministro de Agricultura de Chile, considera que todavía no se puede dar por superado el déficit de mano de obra al menos en los campos del país.
En una entrevista con Bloomberg Línea, el secretario de Estado dijo que el Gobierno de Gabriel Boric está buscando soluciones a esta situación: “Tenemos el compromiso. El presidente de la República lo estableció como una tarea para este 2023: tener sobre la mesa una propuesta del trabajador agrícola”.
Subraya que la idea sería facilitar la regularización de trabajadores del campo, sobre todo procedentes de Bolivia, que solo vienen a Chile por pocos meses. “Hacen un aporte muy significativo”, asegura.
Valenzuela agrega que debe existir “trazabilidad; seguridad; y una visa prorrogable de nueve meses, multi actividad”, dado que la labor de estos trabajadores se puede desarrollar en varias fases debido a los distintos cultivos y temporadas. “Empiezan con los tomates tempraneros en el norte de Santiago. Pero después viene la temporada de la cereza, luego la vendimia y el relevo”, detalla.
Atraer a jóvenes al campo
El ministro considera que, en paralelo, se debe “explicar a muchos jóvenes” chilenos que en el verano pueden optar “empleos bien pagados” en el sector rural, lo que tiene como finalidad atraer a más trabajadores. “En algunos peak, pasa los 60 mil pesos el pago por día, la agricultura en ciertas actividades. Hay que animar a una nueva generación de personas y temporeras de la fruta en nuestro país”, indica.
Consultado sobre cómo afecta este déficit a nivel económico, el ministro de Agricultura responde: “Algunos calculan que hay un 5% de pérdida de productividad por la falta de mano de obra”. Asimismo, refiere los casos de pequeños y medianos propietarios de algunos cultivos que en “muchas temporadas” decidieron “no cosechar” debido a que no encontraron trabajadores. “Lo ideal es rescatar a las nuevas generaciones”, destaca.
Entretanto, el otro desafío para el sector agrícola lo está imponiendo la crisis climática, especialmente por las prolongadas sequías y las heladas registradas en algunas zonas del país.
De ahí que el ministro indica que están avanzando, en conjunto con distintos organismos, en adaptar a diferentes industrias, entre ellas la del arroz, e intentar mitigar el impacto de la emergencia climática.
