Bloomberg — La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de EE.UU. pidió a Tesla Inc. (TSLA) más información sobre la colisión de uno de sus vehículos con un camión de bomberos en un accidente mortal en la bahía de San Francisco.
La agencia se puso en contacto con el fabricante tras el incidente ocurrido en el condado de Contra Costa durante el fin de semana festivo del Día de los Presidentes. El departamento de bomberos del condado dijo en un tweet el 18 de febrero que un Tesla golpeó uno de sus camiones que estaba bloqueando carriles mientras respondía a un accidente anterior.
La NHTSA ha pasado los últimos 18 meses investigando cómo el sistema de asistencia al conductor Autopilot de Tesla maneja las escenas de accidentes que involucran camiones de bomberos y otros vehículos de primera respuesta. No está claro si el conductor en el incidente del condado de Contra Costa -que fue declarado muerto en la escena- estaba usando Autopilot. Un pasajero del Tesla y cuatro bomberos también fueron trasladados al hospital.
La NHTSA abrió la primera de dos investigaciones activas sobre posibles defectos de Autopilot en agosto de 2021, tras casi una docena de accidentes con coches y camiones de primeros auxilios.
Al mes siguiente, Tesla desplegó una actualización por aire en sus coches destinada a mejorar su capacidad para detectar vehículos de emergencia. La compañía envió esa actualización de software sin iniciar una llamada a revisión, lo que llevó al abogado jefe de la NHTSA y al jefe de su división de defectos de vehículos a pedir públicamente una justificación técnica y legal.
Desde entonces, la NHTSA abrió una segunda investigación de defectos relacionada con Autopilot, que involucra el frenado inadvertido, y escaló su sondeo sobre cómo el sistema maneja las escenas de choque.
Autopilot y otros sistemas de asistencia al conductor pueden tener más dificultades para detectar vehículos parados y frenar por ellos que para navegar a través del tráfico con otros coches y camiones en movimiento. Además de examinar esta cuestión, la NHTSA ha estado evaluando los métodos de Tesla para supervisar a los conductores que utilizan Autopilot y garantizar su participación.
La semana pasada, Tesla retiró del mercado casi 363.000 coches que tenían instalado el software que la empresa comercializa como Full Self-Driving Beta, que a pesar del nombre no convierte a los vehículos en autónomos. La empresa señaló en su aviso de retirada que la función podría infringir las leyes de tráfico antes de que los conductores -que son responsables de manejar el vehículo en todo momento- puedan intervenir.
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