Los estadounidenses mayores son más ricos de lo que se pensaba, según informe

Entre los hogares de 65 años o más, se estima que la mediana de ingresos es un 27% más alta que en el análisis anterior de la Oficina del Censo

Bloomberg — Según los nuevos datos experimentales que está elaborando la Oficina del Censo de EE.UU., los estadounidenses de más edad pueden tener ingresos más elevados de lo que se pensaba.

La Oficina ha publicado esta semana las primeras estimaciones de su National Experimental Wellbeing Statistics o NEWS, un proyecto que pretende corregir errores de medición en los datos sobre ingresos y pobreza. El estudio inicial analizó las cifras de 2018, y el equipo de investigación planea ampliar el análisis a otros años.

Un hallazgo clave: Entre los hogares de 65 años o más, se estima que la mediana de ingresos es un 27% más alta que en el análisis anterior de la oficina, y la tasa de pobreza es 3,3 puntos porcentuales más baja.

El cambio para otros grupos de edad fue menor. Aun así, la tendencia general fue revisar al alza los ingresos de los hogares de más edad y a la baja los de los más jóvenes, lo que amplía la brecha generacional.

Es más, dado que la cohorte de 65 años y más representa una parte considerable de la población, el cambio es lo suficientemente grande como para afectar algunas cifras ampliamente observadas para la población en general. La mediana de ingresos para todos los estadounidenses en 2018 fue un 6,3% más alta -equivalente a unos US$4.000 -en las nuevas mediciones que en las antiguas, y la tasa de pobreza a nivel nacional fue 1,1 puntos porcentuales más baja.

Los nuevos datos también cambian el panorama de los ingresos medidos por grupos raciales y étnicos.

Los ingresos medios de los hispanoamericanos aumentaron un 12% con respecto a los datos anteriores, mientras que los de los blancos aumentaron un 6,6%. Los aumentos entre negros y asiáticos fueron menores.

La Oficina del Censo subraya que el nuevo análisis es un “producto de datos experimental” que se encuentra en una fase inicial, en la que queda mucho trabajo por hacer.

La razón de los cambios, según la Oficina, es que las fuentes de ingresos varían según las cohortes de edad. Las encuestas más antiguas tendían a dar más importancia a los sueldos y salarios -la principal fuente de ingresos de la población en edad de trabajar-, mientras que no recogían plenamente las pensiones y las retiradas de fondos de planes de contribución definida como los 401(k), que desempeñan un papel más importante entre los mayores de 65 años.

Los cambios en la forma en que otros organismos recopilan los registros administrativos permiten ahora a los investigadores de la Oficina del Censo un mejor acceso a una gama más amplia de datos, lo que les permite desarrollar una metodología actualizada.