Caracas — El comercio electrónico en Venezuela, pese a las escasas herramientas financieras digitales, se ha convertido en una de las mejores opciones para el venezolano en la búsqueda de algún artículo específico u ofertas. Su crecimiento en los últimos años no solo le ha proporcionado popularidad, también un camino hacia la sostenibilidad que podría alcanzar el 15% este año.
“Búscalo en MercadoLibre, búscalo en Marketplace”. Los productos menos pensados están en la web, y no se trata de portales cualquiera. Son plataformas dedicadas a la compra y venta, donde se benefician ambas partes y en los que la competitividad se ha extendido a la par de la necesidad de confianza en el venezolano.
Es el impulso que tuvo Richard Pérez, fundador de Strongbuyers para adentrarse en este modelo de negocios, el que asegura cuenta con la participación de casi el 10% de la población venezolana y el que les ha permitido incorporar innovaciones tecnológicas como el Cash Back abierto.
“Nuestra plataforma además de prestar mucha confianza en el tema de seguridad y confiabilidad en el bienestar económico, a través de un Token de seguridad con un código alfanúmerico, también ofrece incentivos adicionales al vendedor, que una vez calificado puede ser merecedor del Cash Back, con el que la empresa reparte entre sus compradores el 70% de la utilidad neta procedente de las operaciones comerciales”, comenta Pérez en contacto con Bloomberg Línea.
Para Pérez, la intención es hacer la vida del venezolano maś fácil, contemplando todos los basamentos legales en el proceso. Si bien los marketplaces pueden considerarse un universo con artículos de alta demanda para los consumidores en el país, desde medicinas, repuestos, licores, servicios de hotelería, entre otros, también ha funcionado aunque de manera irregular y fraudulenta para otros menos pensados, como la oferta de órganos, un hecho denunciado recientemente.
“Estamos ocupados en ese asunto. Es por ello que al momento de registrarse, las personas tanto naturales como jurídicas deben enviarnos un documento de identidad o un recibo de servicio con esta información además del Token generado por la plataforma, único para cada operación, esperando limitar al máximo las ilegalidades existentes”, agrega el director de Strongbuyers.
Reconoce que los servicios de compra y venta electrónica en el país han salido al paso de los índices de desempleo, y han contribuido a la generación de nuevos puestos de trabajo, directa o indirectamente. El haberse transformado en una significativa herramienta para los 13 millones de venezolanos internautas con independencia financiera ha arrojado resultados que mejoran las proyecciones de estabilidad en el negocio.
A ello además se le suman decisiones desde la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) en cuanto a mayores permisos para las empresas proveedoras de servicios en internet, que buscan rentabilidad y bienestar en un proyecto dispuesto a modificar su reputación.
“Creemos que en menos de 10 años, los venezolanos la estarán utilizando como una opción imprescindible, con compradores invirtiendo menos tiempo que en tiendas físicas y con vendedores sabiendo que sus productos van a llegar más lejos”, apunta Pérez.