Bloomberg Línea — Los confinamientos ocurridos durante 2020, a raíz de la pandemia de Covid-19, generaron un colapso en las economías globales. Lentamente, la mayoría de los países de América Latina se recuperaron, pero a Chile, una de las naciones más ricas de la región, le está costando más que al resto de sus vecinos recobrar los puestos de trabajo perdidos. En todas las métricas que mide la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se encuentra peor que en 2019.
Esto se repite al revisar los siguientes indicadores:
- Tasa de ocupación,
- Tasa de desocupación
- Tasa participación laboral (refiere a las personas que trabajan o buscan trabajo).
- Horas trabajadas
Chile, por detrás de sus vecinos en recuperación de empleo
En Chile, la tasa ocupación al tercer trimestre de 2022 se encontraba un 5,83% por debajo de los valores observados en el tercer trimestre de 2019 (54,9% contra el 58,3% de la prepandemia).
En paralelo, algunos países de la región mostraron para el tercer trimestre del año pasado una tasa de ocupación mayor a la de 2019, tal es el caso de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Uruguay y Jamaica.
En la muestra analizada por la OIT también se observan países que en 2022 tenían una menor tasa de ocupación que en 2019 (Colombia, Costa Rica, México, Paraguay, Perú, República Dominicana, Barbados y Trinidad y Tobago), aunque en ninguno de los casos la comparación entre ambos años es tan desfavorable como en Chile.
En cuanto a la tasa de desocupación, en el país austral pasó del 7,3% en el tercer trimestre de 2019 a 7,9% en el mismo período de 2022, lo que representa un incremento del 8,2%.
En ese mismo período la tasa de desocupación cayó en países como Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, México, Uruguay, República Dominicana, Barbados y Jamaica.
¿Por qué en algunos países cayeron al mismo tiempo la ocupación y la desocupación? Esto puede deberse a una modificación en la tasa de participación.
Respecto de las naciones en las que creció la desocupación, la muestra analizada tan solo marca una situación más preocupante que la de Chile en Trinidad y Tobago.
En lo que refiere a la tasa de participación, tan solo en Argentina y Bolivia el ratio creció en 2022 respecto de 2019. No obstante, Chile es el país donde más se desplomó el ratio en toda la muestra (pasó del 62,9% a 59,7%.
En su informe Panorama Laboral 2022 América Latina y el Caribe, la OIT destacó: “En Chile la tasa de crecimiento de la ocupación entre el tercer y cuarto trimestre de 2021 fue del 4%, pero fue prácticamente nula en los últimos trimestres”.
Menor informalidad que en el resto de la región
También es cierto que en muchos países la recuperación del empleo estuvo apoyada en un aumento del trabajo informal. Por ello, la OIT aclara que en Chile, Costa Rica, México y Paraguay, la menor tasa de informalidad (al finalizar el primer semestre de 2022) se observa, en paralelo, una recuperación insuficiente del empleo total. “Estos países podrían experimentar un cierre de esta brecha con tasas de informalidad más elevadas que las observadas en ese año”.
En ese sentido, la organización internacional toma una muestra 10 países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, México, Paraguay y Perú. El resultado, al compararlos, es que Chile tiene menor informalidad laboral en toda la región (26,1%), mientras que en el otro extremo está Bolivia, con una tasa del 81,5%.
Horas trabajadas
La OIT toma también una muestra de nueve países (Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, México, Paraguay, Perú, República Dominicana) para calcular la cantidad de horas trabajadas por las personas ocupadas. Al comparar el cuarto trimestre de 2019 con los últimos tres meses de 2022, el informe consigna: “Sólo en Chile aún se exhibe un menor número de ocupados y también de horas respecto de 2019″.
Destaca, sin embargo, que aún cuando en los otros países los valores absolutos de ambos indicadores son superiores a los registrados previos a la pandemia, solo en unos pocos de ellos el incremento en el volumen de empleo implicó un aumento en la tasa de ocupación.
La OIT aclara que, en este contexto general de recuperación de las horas trabajadas, en la mayoría de países analizados, aquellas realizadas en el servicio doméstico muestran el comportamiento opuesto. “En Chile el promedio de horas semanales del servicio doméstico pasó de 33,5 a 31; en Perú se redujo de 43,7 a 40,5 horas”.