Caracas — Aumentar la producción venezolana a los históricos 3 millones de bpd, además de difícil resulta inviable en el contexto actual de la industria petrolera del país, aunque sí se presentan alternativas para una recuperación sustancial a través de múltiples pasos incrementales, de acuerdo a un reciente informe de Bloomberg Intelligence.
Que la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) eleve su producción de 680.000 bpd a 1 millón podría efectuarse relativamente rápido, si la empresa respaldara ese aumento en el acceso al diluyente y la capacidad de almacenamiento, como indica el análisis elaborado por Jaimin Patel y Damian Sassower.
La compañía que podría llevar su producción diaria de 50.000 a 100.000 bpd, podría usar como comodín los acuerdos de petróleo por préstamos, principalmente con China y Rusia, dándole prioridad a su extensión para la mayor producción.
“Cuánto y con qué rapidez puede aumentar la producción de crudo de Pdvsa hasta el punto en que comience a compensar cualquier pérdida de petróleo ruso dependerá de varios factores. Estos incluyen la naturaleza de cualquier de las sanciones, el estado real de la infraestructura de la compañía petrolera y la protección del gobierno y los incentivos para los contratistas de energía, así como la capacidad de Pdvsa para hacer frente a la crisis”, describe el documento.
Los costos bajos de extracción también representan un aliciente en un país que cuenta con las mayores reservas de crudo en el mundo. Ello además motiva a las empresas extranjeras a invertir en la mejora de los pozos, que requieren un trabajo relativamente menor para entrar en funcionamiento, como ya lo ha aplicado Chevron Corp. luego de ampliada su licencia para comercializar el crudo venezolano, y de los que ya ha obtenido resultados.
Complementar con avances en la fiabilidad del suministro eléctrico es otro factor a considerar para el aumento de la producción, a la par de una mejor y actualizada tecnología que mejore la materia prima, tomando en consideración la mala calidad y la intensidad de carbono del petróleo pesado venezolano que lo ponen en desventaja.
En esto influye además el levantamiento de las sanciones, de acuerdo al informe, que permita una inversión extranjera sustancial, sumada a la ayuda financiera del Fondo Monetario Internacional (FMI) o del Banco Mundial, que pueden ser necesarias para apoyar un aumento significativo y sostenible de la producción, post-sanciones.
“La recuperación de la industria del petróleo y el gas de Venezuela es fundamental, y no sólo para estabilizar la hiperinflación del país y reactivar otros sectores de su economía. También proporcionaría los ingresos necesarios para financiar los esfuerzos humanitarios y frenar la migración de un importante capital humano. Un aumento sustancial de las exportaciones de crudo de PDVSA permitiría a EE.UU. y Europa Occidental reducir su dependencia de los proveedores tradicionales”.
