Bloomberg — A medida que el enfoque abierto del país a la inmigración empeora la escasez de viviendas, el primer ministro Justin Trudeau se enfrenta a las llamadas para reforzar los controles fronterizos de Canadá.
Por su parte, el primer ministro de Quebec, Francois Legault, dijo que es hora de que Trudeau reconsidere su mensaje de bienvenida a los potenciales recién llegados. La segunda provincia más poblada de Canadá ha visto aumentar recientemente el número de solicitantes de asilo que entran desde Estados Unidos por un paso fronterizo irregular al sur de Montreal.
Los servicios públicos no pueden atender a todos los recién llegados, dijo Legault. “Hemos superado nuestra capacidad de acogida. Tenemos problemas de alojamiento, de plazas en las escuelas, de personal en los hospitales”, declaró el Primer Ministro a la prensa en la ciudad de Quebec.
Mencionó un tuit que el primer ministro envió tras la toma de posesión de Donald Trump en enero de 2017, en el que decía que Canadá siempre daría la bienvenida a quienes huyeran de la persecución y la guerra. “Es hora de que Trudeau envíe un nuevo tuit diciendo que no vengan”, dijo Legault.
Ante la escasez de mano de obra y el envejecimiento de la población, el gobierno canadiense planea acoger a 465.000 nuevos residentes permanentes este año y aumentar el objetivo anual a medio millón para 2025. Las llegadas no permanentes, como los estudiantes extranjeros, están engrosando aún más las cifras. El crecimiento demográfico resultante, el más rápido entre los países del Grupo de los Siete, está disparando los alquileres en las principales ciudades del país.
Aunque el Gobierno ha prometido duplicar el ritmo de construcción de viviendas, la demanda supera con creces a la oferta. Los pisos son muy difíciles de encontrar, y la tasa de vacantes en los edificios de alquiler se sitúa ahora por debajo del 2%, la más baja desde 2001.
Legault no está solo en sus críticas. El director de uno de los mayores bancos de Canadá advirtió esta semana de posibles problemas sociales si no se armonizan mejor las políticas de inmigración, vivienda y trabajo.
“Los nuevos canadienses quieren establecerse aquí, necesitan un techo. Necesitamos una política adecuada y no agitar la bandera diciendo: ¿no es estupendo que todo el mundo quiera venir a Canadá?”, declaró el martes Victor Dodig, CEO del Canadian Imperial Bank of Commerce, ante un auditorio empresarial de Toronto. “Todo el ecosistema tiene que funcionar. Si no pueden conseguir una casa, si no pueden conseguir un médico, si tienen dificultades para conseguir un trabajo, eso no es tan bueno”.
Con la asistencia de Mathieu Dion.