Bloomberg — En un contexto de acercamiento entre Washington y el multimillonario Elon Musk, Tesla Inc. (TSLA) ofrecerá parte de su red de recarga en los Estados Unidos a los vehículos eléctricos (VE) de otros fabricantes.
Mediante este acuerdo, comunicado el miércoles, un mínimo de 7.500 puntos de recarga de Tesla en Estados Unidos se pondrán a disposición de cualquier propietario de un VE antes de que finalice el año 2024.
Con ello se pretende dar a los dueños de VEs una mayor libertad de desplazamiento, e integrará como mínimo 3.500 de las denominadas estaciones Supercharger (supercagargador) de Tesla, que tienden a estar próximas a las autopistas, además de sus “cargadores de destino” (destination chargers) de nivel 2, menos potentes, situados en sitios como hoteles y restaurantes.
Teniendo en cuenta que está en juego el uso de miles de millones de dólares federales destinados a expandir la red de recarga estadounidense, Washington y Musk buscan reconducir unas tensas relaciones durante buena parte de la administración de Joe Biden. A comienzos del año pasado, Musk reprochó a Biden su “incapacidad para pronunciar la palabra ‘Tesla’” desde que la Casa Blanca realizó un pronunciamiento en el que destacó a sus rivales con sede en Detroit. Mejorar la relación laboral podría resultar útil para Tesla a la hora de acceder a los US$5.000 millones de financiación que el gobierno federal destinará a la creación de su red nacional de recarga.
La Casa Blanca afirma que todos los propietarios de VEs accederán a las instalaciones utilizando la app o el sitio de internet de Tesla. Asimismo, la empresa deberá facilitar sus datos a otras apps, de manera que los usuarios no estarán obligados a registrarse en la aplicación de Tesla para utilizar sus cargadores.
Tesla también triplicará su red de Superchargers, que se fabrican en Buffalo, Nueva York, según el comunicado de la Casa Blanca. Para ser elegible para financiamiento federal, las nuevas estaciones de carga de Tesla deberán construirse con al menos un puerto permanente y no propietario para garantizar el acceso a través del Sistema de carga combinado que ahora es el estándar para otros vehículos eléctricos.
La asociación para ampliar el acceso a los cargadores también sigue a las investigaciones de la administración de Biden sobre el funcionamiento y la comercialización del sistema de piloto automático de Tesla.
Tesla es una de las 16 empresas que proporcionarán 100.000 cargadores adicionales a la red estadounidense, según la Casa Blanca. Otros participantes incluyen una sociedad compuesta por Hertz Global Holdings Inc. (HTZ) y BP Plc (BP), así como un grupo compuesto por General Motors Co. (GM), Pilot Company y EVgo Inc. (EVGO).
Para la financiación federal, los cargadores de vehículos eléctricos deben tener tipos de enchufes, niveles de potencia y una cantidad mínima de cargadores capaces de soportar una carga rápida, junto con requisitos de confiabilidad. Las ubicaciones, los precios, la disponibilidad y la accesibilidad también deberán hacerse públicos, junto con otros requisitos.
El coordinador de infraestructura de la Casa Blanca, Mitch Landrieu, dijo a los periodistas que la administración está buscando combinar sus esfuerzos con las empresas privadas para asegurarse de que haya una red nacional “que funcione para todos, en todas partes, sin importar en qué tipo de automóvil o estado se encuentren”.
Con la asistencia de Sean O´Kane.
Lea más en Bloomberg.com
