Bogotá — La transición energética ha sido uno de los puntos más discutidos del plan de Gobierno de Gustavo Petro. En su revisión del Artículo IV sobre Colombia, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dio su visión de cómo avanza y qué debe seguir para que sea exitosa.
“Un plan de transición energética y de diversificación de las exportaciones bien diseñado y ejecutado es vital para garantizar la sostenibilidad y la resiliencia a mediano plazo”, aseguró Ceyda Oner, jefe de la misión en Colombia para el FMI.
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Tanto Gustavo Petro, como la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, han dicho en varias oportunidades que Colombia no firmará nuevos contratos para la exploración de hidrocarburos y que el país buscará atraer inversiones al sector del turismo y las energías limpias para reemplazar los recursos que hoy representa el petróleo.
Ante ello, Oner sostiene que “el objetivo de reducir la dependencia de Colombia del petróleo y del carbón es encomiable”. Sin embargo, dice que “una transición exitosa requeriría desarrollar un plan bien comunicado y gradual que equilibre las necesidades energéticas de la economía interna y su capacidad de generación de divisas en un contexto de transición hacia bajas emisiones de carbono de la economía global”.
Oner, además, coincide con comentarios anteriores que ha hecho José Antonio Ocampo, ministro de Hacienda, acerca de la necesidad que tiene el país de ampliar sus exportaciones.
Ocampo, en diversos escenarios ha dicho que “Colombia tiene que realizar 3 transiciones. La energética, para tener una matriz con más participación de las energías limpias, la fiscal, para corregir los desbalances de la economía y la exportadora, que es quizá la más importante, porque es la que nos va a permitir conseguir los recursos necesarios para poder reducir la dependencia al petróleo y al carbón”.
Es por ello que Oner dice que la transición energética “tendría que complementarse con esfuerzos para diversificar la base exportadora de Colombia con medidas que fortalezcan el clima de inversión y que potencien el capital humano, la apertura comercial y la competitividad”.
También por eso recomienda “avanzar con prudencia las reformas estructurales dentro de los sólidos marcos de políticas de Colombia puede fomentar una transición exitosa y duradera hacia una economía más equitativa y verde”.
Dice la misión que el Plan Nacional de Desarrollo (PND) cuatrienal del Gobierno, presentado recientemente, define una hoja de ruta para impulsar la equidad y la seguridad, haciendo hincapié en erradicar la pobreza extrema y el hambre, reducir las grandes disparidades regionales, alcanzar la paz total en Colombia, y proteger el medio ambiente.
Ante ello Oner asegura que “el PND también contempla un mayor papel del Gobierno en aumentar la inclusión financiera y el desarrollo rural, al igual que la mejora de la cobertura y progresividad de los sistemas de pensiones y salud. La implementación cuidadosa y prudente del PND, en estrecha consulta con las partes interesadas pertinentes, será esencial para preservar la estabilidad fiscal y financiera y garantizar que los incentivos económicos estén bien alineados”.
Advierte que es a medida que se amplían las redes de seguridad social, una mejor focalización del gasto social garantizará que los recursos públicos lleguen a los hogares más vulnerables de Colombia.
“El fortalecimiento de la comunicación sobre los esfuerzos de reforma ha sido de gran ayuda. Seguir mejorando la coordinación de los mensajes reforzará aún más la confianza de consumidores y empresas en la economía colombiana” concluyó.