Bogotá — El futuro de Viva Air sigue en vilo. Por un lado se espera la decisión de la Aeronáutica Civil frente a la solicitud de integración que hizo esta aerolínea low cost con Avianca, y por el otro están sobre la mesa dos propuestas de adquisición de Viva Air: una hecha por JetSmart y la otra por Latam Airlines.
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Ambas ofertas rechazadas fuertemente por Avianca, que ha enfatizado que son técnicamente inviables porque cualquier toma de control de Viva requeriría, una vez acordada la compra, procesos de aprobación en diversos países que tomarían tiempo que la low cost claramente no tiene, según argumentan.
Por lo que ponen en tela de juicio la intención real de estas propuestas “de actores que luego de oponerse a la integración por meses y negar la existencia de una crisis, hoy quieren aparecer como salvadores con ‘soluciones’ que carecen de credibilidad”.
Y es que el objetivo principal de Avianca es tener la autorización, por parte de la Aerocivil, de integración con Viva Air. Recordemos que esta operación fue objetada inicialmente y que luego, por un error procedimental, volvió a arrancar su análisis.
En medio de este y recientemente la Aeronáutica pidió ajustes frente a la propuesta hecha inicialmente. A lo que Avianca respondió reiterando las cinco propuestas hechas previamente:
La primera, la disminución de participación en El Dorado, explicando que si Avianca y Viva son parte de un mismo grupo empresarial, entregarían hasta 105 slots, es decir permisos de despegue y aterrizaje. “Con estos espacios disponibles en distintas franjas horarias, que incluyen las de mayor tráfico de pasajeros, cualquier otra aerolínea que cuente con aviones y capacidad de inversión, podría entrar a operar hasta 15 aviones adicionales en El Dorado, el único aeropuerto en Colombia que hoy cuenta con restricciones que limitan la entrada libre a líneas aéreas que quieran competir”, asegura Avianca.
La segunda, que se mantendría la marca Viva y su modelo de negocio low cost, puestos de trabajo, aviones y rutas que la aerolínea opera de manera exclusiva.
La tercera, que en las rutas en las que Avianca y Viva en conjunto tengan alta participación como resultado de la transacción se protegerían las tarifas y frecuencias, según sea el caso.
La cuarta, un ofrecimiento a Satena de códigos compartidos o acuerdos interlínea en las rutas donde este sea el único operador, “permitiendo a los pasajeros de los territorios más aislados conectar con todos los destinos de la red de Avianca y fortaleciendo su innegable protagonismo regional”.
Y la quinta, que se garantizaría que las aerolíneas extranjeras que distribuyen sus pasajeros a través de Viva lo puedan seguir haciendo y con ello su acceso garantizado al mercado colombiano.
“Estas propuestas abordan las inquietudes de la autoridad relacionadas con proteger el servicio de transporte aéreo, el equilibro del mercado y su genuino propósito de cuidar a los usuarios y a los trabajadores de Viva. Confiamos en que la autoridad aprobará la integración con condicionamientos, permitiendo que Colombia fortalezca el turismo como motor de desarrollo”, destacó Adrian Neuhauser, presidente y CEO de Avianca.
A lo que añadió que Colombia ya es uno de los mercados más competitivos del mundo, con 10 operadores domésticos y 30 internacionales. “Lo esencial en esta discusión es no debilitar a aquellos actores que sí buscan permanecer y conectar Colombia”.