Nearshoring se avecina a México con la incógnita de cuánto aportará al crecimiento

Hacienda estima que la economía tendrá un crecimiento de 3% en 2023 que estará sustentado en el mercado laboral, consumo privado, remesas e IED

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Ciudad de México — México inició el 2023 con la baraja de pronósticos económicos y con el optimismo que genera el nearshoring, sin embargo, en las expectativas de analistas existe una incógnita de cuánto aportará al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) la relocalización de empresas y procesos productivos.

El nearshoring atrajo los reflectores en el arranque del año ante una Norteamérica que está reacomodando sus cadenas productivas tras la pandemia y que busca avanzar en sus planes de electromovilidad.

Con la relocalización la expectativa es favorable para la Inversión Extranjera Directa (IED) y el comercio regional bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), si bien existe una disputa energética pendiente de resolver.

Pero en esta coyuntura una interrogante aún no tiene una respuesta contundente: ¿y el crecimiento económico? Analistas de UBS y Bank of America (BofA), incluso, el Gobierno mexicano, no tienen claro cuánto crecerá el PIB con la relocalización de las cadenas de valor de Asia a México.

En los Criterios Generales de Política Económica (CGPE) 2023, Hacienda estima que la economía tendrá un crecimiento de 3% en 2023 que estará sustentado, principalmente, en el mercado laboral, una red de protección social, inversión pública en infraestructura, consumo privado, remesas, IED, programas sociales y reformas laborales.

El nearshoring no aparece explícitamente entre los factores que sustentarán el crecimiento este año, aunque Hacienda considera que la aceleración de la relocalización y las oportunidades de inversión en la frontera norte y de la región central colocan al alza al PIB.

Lo que sí hay son proyecciones de mediano plazo que están por verse. Se estima que la nacionalización del litio y la atracción de la cadena de valor en Sonora, en donde se prevé construir el sistema de parques solares más grande de Latinoamérica, contribuirá al PIB potencial con 0,3 puntos porcentuales adicionales.

En la conferencia trimestral del pasado 30 de enero Bloomberg Línea preguntó a Rodrigo Mariscal, economista en jefe de Hacienda, cuántos puntos podría sumar el nearshoring al crecimiento de México este 2023.

Mariscal contestó que en Hacienda han hecho algunas estimaciones, pero recalcó que son solo eso, “estimaciones”, porque la contribución del nearshoring al PIB dependerá de qué tanto de la cadena de valor migre a México y qué tan rápido lleguen las empresas y se vinculen con el sector productivo para generar un mayor “arrastre” de la economía nacional.

Si se reduce la importación de China en el bloque de Norteamérica alrededor de un 25%, eso representaría alrededor de dos puntos porcentuales de crecimiento de la región y México sería de los países más beneficiados.

“México tendría alrededor de 2,8% puntos porcentuales (sic) si se migrara o dejara de importar alrededor de 25% de los productos de China. Esto no está delimitado a un año, sino que sería en la medida en que se pueda ir diluyendo, se pueda ir sustituyendo en la cadena de producción”

Rodrigo Mariscal, economista en jefe de Hacienda de México

Nearshoring en México y las dudas sobre su efecto en el crecimiento

Gabriela Soni, directora de Estrategias de Inversión de UBS, dijo a Bloomberg Línea que el impacto del nearshoring en el PIB se puede medir analizando la evolución de la participación de mercado de México en las importaciones manufactureras de EE.UU. y de la IED.

“Pensamos que por ahora el impacto del nearshoring en el crecimiento económico de México, si bien positivo, será marginal”

Gabriela Soni, directora de Estrategias de Inversión de UBS

Indicó que las importaciones manufactureras estadounidenses desde China han caído alrededor de 5 puntos porcentuales en los últimos cinco años. La mayor parte de la pérdida de participación de mercado de China ha sido absorbida por Vietnam, mientras que México ha ganado menos de un punto porcentual.

Esto demuestra que, si bien México se ha beneficiado de la relocalización, no ha sido el país que más se ha favorecido. Respecto a la IED -añadió- se registró una cifra récord de captación durante el 2022, sin embargo, si eliminamos dos transacciones registradas fuera del sector manufacturero, no se observa un cambio estructural. UBS estima un crecimiento para México de 0,8% en 2023.

Carlos Capistrán, economista en jefe para México y Canadá de BofA, sostiene que el nearshoring ya está ocurriendo y el impulso viene de EE.UU. que quiere traer la manufactura de vuelta a Norteamérica, lo que implicará que México aumentará sus exportaciones de manufacturas, sin embargo, es difícil calcular su efecto en el PIB.

La complicación de estimar el efecto de la relocalización en el crecimiento económico es porque las exportaciones de México también necesitarán importaciones, lo que genera dudas sobre cuál será el valor agregado que ese intercambio comercial dará al país en crecimiento.

“Lo que puedo decir es que seguramente las exportaciones de México a EE.UU. van a aumentar y van a aumentar un montón, ¿qué tanto de eso va a aumentar el PIB?, es más difícil”

Carlos Capistrán, economista en jefe para México y Canadá de BofA

Capistrán mencionó que incluso hoy en día es difícil saber cuál fue el impacto del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que entró en vigor en 1994, por lo que para saber el efecto del nearshoring en la economía tendrán que pasar 10 años y en se momento voltear a ver atrás y hacer el recuento.

BofA espera un crecimiento de 0,3% para México en 2023, que es una mejora respecto del pronóstico anterior que proyectaba una contracción del PIB de -0,5%, lo que lo colocaba como uno de los pronósticos más pesimistas para la economía mexicana.