Cambio climático y créditos: ¿Qué tienen que ver entre sí y cómo se afectan?

En su más reciente actualización, estos asuntos ocupan la mitad de las posiciones en el ‘Top 10′ de riesgos con mayor probabilidad de materialización

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Bogotá — Los Reportes Globales de Riesgos de los últimos años, preparados por el World Economic Forum (WEF), han presentado al cambio climático y la pérdida de la biodiversidad y del capital natural, entre los riesgos de mayor probabilidad de materialización tanto para los próximos dos años, como para horizontes de más largo plazo.

En su más reciente actualización, estos asuntos ocupan la mitad de las posiciones en el ‘Top 10′ de riesgos con mayor probabilidad de materialización, así:

1) Desastres naturales y eventos climáticos extremos

2) Fracaso en la mitigación del cambio climático

3) Incidentes de daños ambientales a gran escala

4) Fracaso en la adaptación al cambio climático

5) Crisis de recursos naturales

6) Pérdida de la biodiversidad y el colapso en los servicios ecosistémicos.

Este último riesgo podría acelerarse, según el reporte, dada la interacción entre los impactos del cambio climático, la pérdida de la biodiversidad, la seguridad alimentaria y el consumo de recursos naturales, amenazando así el suministro de alimentos y subsistencia de economías vulnerables al clima.

El reporte llama la atención sobre dos temas relacionados con los riesgos ambientales. Por una parte, sobre la insuficiente preparación del planeta y las economías para atender estos riesgos, considerando los escasos avances que se han dado para la adaptación de comunidades y países cada vez más afectados por los impactos del cambio climático, y la falta de progresos relevantes hacia los objetivos ambientales establecidos.

Por otra parte, señala que las presiones en los ecosistemas continúan agravándose, al tiempo que se mantiene subvalorada su función y la de los servicios que proveen para la economía y el planeta. En este sentido, es importante reconocer la relación que existe entre el cambio climático y la pérdida del capital natural, pues los efectos en cada una de estas dimensiones pueden retroalimentarse. Del mismo modo, la promoción de medidas que conserven la biodiversidad y el capital natural contribuiría a la mitigación e incluso a la adaptación frente al cambio climático, y viceversa.

Riesgos y oportunidades climáticas

Dada la trayectoria actual de las emisiones y de la pérdida de la biodiversidad y del capital natural, la comunidad científica ha señado que será casi inevitable detener estos impactos, lo que representa una amenaza apremiante para la estabilidad del sistema financiero.

En particular, el aumento esperado en la frecuencia y severidad de eventos de la naturaleza, así como la exacerbación de riesgos derivados de la transición, pueden impactar la rentabilidad, solidez, viabilidad y sostenibilidad de las entidades financieras por sus exposiciones en activos vulnerables a estos efectos.

La Superfinanciera lanzó el documento técnico de expectativas frente a la administración de riesgos financieros derivados del cambio climático para establecimientos de crédito y bancos de desarrollo, con el objetivo de orientar a estas entidades frente a los principales aspectos a tener en cuenta en la gestión de los riesgos derivados del cambio climático.

Las expectativas son presentadas a manera de principios y están estructuradas alrededor de las siguientes cuatro dimensiones:

Gobernanza y Estrategia: Se espera que las instituciones financieras definan y asignen responsabilidades para gestionar los riesgos ambientales y relacionados con el clima a nivel de junta, en el equipo directivo y en general dentro de la estructura organizacional. También deben asegurar los recursos y capacidades para identificar, medir y administrar estos riesgos.

Gestión de riesgos: Las instituciones financieras deben contar con políticas y procedimientos para garantizar una adecuada gestión de riesgos derivados del cambio climático. Al igual que para los otros tipos de riesgos, estas políticas y procedimientos deben abarcar todos los aspectos de la gestión de riesgos: identificación y medición, monitoreo, mitigación y reporte.

Análisis de escenarios: Se espera que los establecimientos de crédito exploren, desarrollen capacidades y utilicen herramientas de evaluación de riesgos prospectivas, como análisis de escenarios y pruebas de estrés, para abordar la incertidumbre inherente a los riesgos climáticos y ambientales.

Revelación de información: Es deseable que la divulgación en relación con los riesgos climáticos y ambientales, contribuya a la eficiencia del mercado al revelar información relevante que ayude a sus participantes a tomar decisiones informadas.

Potenciales impactos del cambio climático a la banca

El sistema financiero colombiano es vulnerable a los impactos del cambio climático, los cuales pueden surgir a través de diferentes canales.

Con el objetivo de entender estos canales de transmisión y los potenciales impactos de los factores de riesgo climático en el sistema financiero colombiano, se han realizado algunos análisis sobre los riesgos que enfrentan los establecimientos de crédito, ante los impactos físicos y de transición generados por el cambio climático.

En el primer estudio, realizado por el Banco Mundial y la SFC en 2020 y publicado en 2021, se analiza el impacto que podría generarse sobre las provisiones y la relación de solvencia de los establecimientos bancarios que presentan exposición de cartera en zonas vulnerables a diferentes escenarios de inundaciones (riesgos físicos) y en sectores/industrias vulnerables a una transición tardía y ambiciosa hacia una economía baja en carbono (riesgos de transición).

Para evaluar los riesgos físicos, el Banco Mundial desarrolló una metodología que:

(1) crea un indicador de riesgo económico de inundación, combinando datos climáticos de los municipios que son susceptibles de inundación con el PIB de ese municipio;

(2) estima empíricamente la elasticidad de las provisiones de los préstamos incobrables y de la calificación crediticia de los bonos soberanos frente al perjuicio económico, para vincular los riesgos de desastre con pérdidas en los activos financieros; y

(3) estima los efectos de los choques del sector financiero en la relación de solvencia, usando los balances y estados de resultados de los bancos.

En cuanto a las elasticidades de las provisiones frente a los daños económicos, y a partir de datos históricos de Colombia, este estudio estima que cada punto porcentual del PIB perdido, por daños provocados por inundaciones, se traduce en un incremento de 0,12 puntos porcentuales en las provisiones, lo cual equivale a un exceso total de provisiones de $1,5 billones de pesos en todo el sector bancario (0,3% del total de la cartera de créditos).

Finalmente, al estimar los efectos potenciales en la relación de solvencia de los bancos ante la materialización de cuatro escenarios de inundaciones, se encontró que todos llevan a una caída en la relación de solvencia que oscila entre 0,3 y 3,4 puntos porcentuales dependiendo del escenario y del establecimiento bancario.

Se observó que las potenciales pérdidas derivadas de estos escenarios son heterogéneas entre los diferentes bancos, por lo que sus vulnerabilidades también lo son, con pérdidas que oscilan entre el 0,2% y el 3,5% del total de los activos, lo que puede conducir a incumplimientos en los niveles mínimos de solvencia de las entidades más vulnerables, sin causar una crisis sistémica.

Para evaluar los riesgos de transición climática, el Banco Mundial desarrolló una metodología que: (1) define cuatro escenarios de transición compatibles con las metas de la NDC de Colombia; (2) analiza los impactos potenciales en el PIB y el desempleo de cada sector y sus interdependencias; y (3) evalúa los impactos de los diferentes escenarios de transición en el sector financiero, al vincular los cambios en el PIB y el desempleo de cada sector con cambios en la cartera improductiva del sector bancario.

Los modelos ejecutados prevén un aumento en el precio implícito del carbono entre US$64 y US$216 para 2030, dependiendo de la meta de reducción, e indican que las tendencias de descarbonización pueden afectar a una amplia variedad de sectores y pueden ser considerables: en el escenario D) con una meta de reducción de emisiones de GEI del 51% y un inicio postergado de la aplicación de políticas climáticas para 2026, se determina que el valor agregado podría disminuir hasta en un 56% en las industrias más afectadas entre 2028 y 2030.

Ahora bien, al estresar la cartera improductiva para el sector bancario, en este escenario (D), se identifica que esta puede aumentar entre el 0,5% y el 1,9%, mientras que las relaciones de solvencia de los bancos colombianos disminuyen en más de 1 punto porcentual, mostrando grandes diferencias en la vulnerabilidad a la descarbonización en las carteras de crédito entre los bancos, según su exposición sectorial, en donde los más vulnerables podrían presentar pérdidas crediticias de entre el 1,8% y el 2,7% de los activos totales.