En Centroamérica, los jóvenes sueñan con ser influencers, ¿cuáles son las razones?

Un especialista considera que las nuevas generaciones aspiran a seguir modelos de éxito que en la actualidad están teniendo más visibilidad y proyección

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San Pedro Sula — Un sondeo reciente puso en evidencia que la mayoría de jóvenes en Centroamérica aspira a seguir modelos que en la actualidad están teniendo mucha visibilidad y proyección a través de las redes sociales.

Influencers o youtubers son los trabajos más soñados de los jóvenes, según un informe publicado recientemente por Remitly, servicio de remesas en línea con sede en Seattle, Estados Unidos.

La información recabada vino de datos de búsqueda de Google en todos los idiomas, para establecer el volumen de búsqueda anual en el período de octubre de 2021 a octubre de 2022 en cada país para los términos de búsqueda ‘cómo ser un [trabajo]’ asociados con soñar con un nuevo trabajo o carrera para cada país en el mundo.

En Centroamérica los trabajos soñados varían de un país a otro. Los de Belice que aspiran a ser escritores; los guatemaltecos y panameños buscan convertirse en emprendedores; los salvadoreños quieren ser youtubers; y en Costa Rica, Honduras y Nicaragua prefieren ser influencers.

Para José Kont, Managing Partner de Cuantico VC, las nuevas generaciones están consumiendo YouTube y TikTok, principalmente, “¿y quiénes son las figuras que brillan en esas plataformas: los influencers. Entonces obviamente los ven a ellos como modelos de éxito”.

El especialista refiere que en Guatemala, por ejemplo, los anuncios de las empresas de telecomunicación Claro y Tigo ofrecen paquetes de TikTok ilimitado, y las campañas publicitarias son protagonizadas por creadores de contenido locales.

“Eso nos dice dos cosas, primero que TikTok es la red que más está creciendo; segundo, que la gente se está fijando en los influencers”, dijo Kont, quien considera que hace falta proyectar más a emprendedores, como ha hecho Estados Unidos. “Nuestro ecosistema también va a llegar a un momento en que le va a dar visibilidad a estas figuras que van a inspirar a los jóvenes a que sueñen también con crear soluciones disruptivas para las necesidades de cada uno de nuestros mercados”.

En Honduras, Lester Cardona, conocido como Supremo, un tiktoker con más de 2,2 millones de seguidores, considera que el acceso a una educación de calidad no está al alcance de la mayoría de la población.

“Por ejemplo, nunca aprendí inglés, nunca tuve la oportunidad de estudiar en un colegio privado, pero tengo dos hijos que estudian en un kínder bilingüe donde la matrícula cuesta 7.400 lempiras (US$ 300)”, monto que es el ingreso per cápita mensual del hondureño, según la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social (STSS).

Para Cardona, los gobiernos necesitan garantizar el acceso a una educación de calidad, “sino va a haber una gran cantidad de influencers, creadores de contenido, tiktokers y no van a haber doctores”.