Bogotá — La construcción de la primera línea del metro de Bogotá sigue avanzando, aunque aún no hay certeza de cómo será el sistema. Leonidas Narváez, gerente de la Empresa Metro de Bogotá, habló con Bloomberg Línea y se destapó frente a la polémica que involucra al presidente, Gustavo Petro, y la alcaldesa, Claudia López. Advirtió sobre los riesgos de cambiar los diseños.
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Bogotá ya completa más de 50 años desde que los políticos, alcaldes y presidentes, prometieron por primera vez que la ciudad tendría un sistema de metro. Aunque en 2017 con la licitación de la primera línea se creía que el objetivo estaba a la vuelta de la esquina, hoy parece empantanado el proyecto ya que desde la Presidencia de la República se promueven cambios drásticos en el proyecto.
Así van las obras del metro
“El contrato de la primera línea del metro de Bogotá se está ejecutando y se está cumpliendo de manera adecuada. El corte a 31 de enero muestra que estamos muy cerca al 18,8% -18,9% o 19% de ejecución de todo el proyecto. Esta es la suma de todas las actividades, tanto de la empresa concesionaria como el desarrollo de las actividades que hace la Empresa Metro de Bogotá que es la compra de predios, que va en un 92% y el traslado anticipado de redes que va en un 96%”.
Es decir, si se cambiaran los diseños del proyecto a estas alturas, esas obras, dependiendo de cómo quede definido el nuevo diseño, serían inútiles para la nueva infraestructura. Resalta Narváez que el contrato va ejecutado por encima de lo previsto.
Una de las críticas que le ha hecho Petro al proyecto es la ausencia de estudios de diseño y la ingeniería de detalle, sin embargo, el gerente de EMB lo desmiente y asegura que sí existen y están completos.
“Un punto que genera muchas preguntas es: ¿Cómo va el tema de la ingeniería de detalle? Es importante establecer que la ingeniería de detalle es la manera como el contratista concesionario adapta la obra que ya estaba diseñada a nivel de factibilidad. Esta ingeniería de detalle tiene que tener una no objeción a nivel de interventoría, actualmente estamos resolviendo algunas de las observaciones de la interventoría para que pueda antes del 30 de marzo darnos la certificación de que se ha cumplido con todos los alcances de la ingeniería de detalle”, explicó el gerente.
Además, enfatizó en que “el proyecto tiene los estudios y diseños completos y las obras que estamos ejecutando sí tienen ingeniería de detalle y estamos iniciando otras obras muy importantes como lo es el puente norte de la Calle 68 con Avenida Primero de Mayo, estamos terminando de trasladar las redes y empezando a hacer la parte de cimentación el 15 de febrero”.
Pero Narváez sostiene que no son las únicas obras que ya están en marcha, y enfatiza en que en los próximos meses la ciudad verá varios frentes de obra, todos de la primera línea del metro.
“Ya se iniciaron obras para la adecuación del terreno para la parte del viaducto que sale del patio taller que es otro frente y entre los próximos 3 meses tendremos otro frente de actividad entre el patio taller y la Calle primera con Caracas, uno es el que sale del patio taller y uno nuevo en la Caracas entre la Calle 1 y la Calle 72. Estamos haciendo los estudios de definición del plan de ejecución con el concesionario”, dice el ejecutivo de EMB.
Además, explica Narváez que el proyecto metro de Bogotá ha generado flujos de alrededor de $1,7 billones para la ciudad e los cuales $1,1 billones eran para compras de predios.
Los riesgos de cambiar diseños
Sobre la solicitud del presidente Petro al consorcio chino a cargo del metro, Narváez dijo que “el presidente le pidió a la empresa china que hiciera una evaluación de la posibilidad de subterranizar la Avenida Caracas total o parcialmente, y en enero le presentaron un informe, en donde le mostraron 5 alternativas, 3 que extendían la primera línea hasta la Calle 100 porque es muy importante llegar allí y tener la conexión con la troncal alimentadora de la 68 y otras 2 que se quedaban en la Calle 72, las 3 primeras 3 las descalificó porque superaban el 50%, y las otras 2, hizo una matriz de análisis jurídico en donde planteó los riesgos que se tenían en todas, en algunas más que en otras si se hacía una modificación al objeto del contrato”.
Y es que a juicio del gerente de la EMB “hacer una modificación al plazo es riesgosa, porque la alternativa que el presidente escogió fue la 4 que es subterranizar desde la estación 8 en la Carrera 50 con primera de mayo hasta la 72 y esta alternativa, según la empresa china tendría un costo adicional de $15,2 billones y 6 años adicionales para entrar a operar, es decir, no se terminaría en 2028 sino en 2034″.
Además, dice el gerente de Empresa Metro que “estos son riesgos muy importantes, hacer una modificación al contrato de esta magnitud, es decir, pasar de un contrato cuyas especificaciones técnicas, definiciones, características son de un viaducto elevado a volverlo un túnel para un metro subterráneo en un contrato que no tiene una sola especificación ni una sola definición es realmente una modificación radical, tanto para los chinos como para mí personalmente y eso genera unos riesgos de carácter jurídico desde el punto de vista de la estabilidad jurídica del proyecto, un riesgo de que pueden declarar la nulidad de la modificación, las demandas de terceros e incluso de los que participaron del proceso licitatorio. Hay muchos riesgos jurídicos y técnicos que hacen que se evalúe con mucho detalle cualquier determinación”, explica Narváez.
La mejor salida para el metro
A petición del presidente Petro se conformaron mesas para analizar las alternativas que más convengan a la ciudad en lo técnico, jurídico y financiero.
“Nosotros, como lo pidió el presidente, asistiremos a las mesas jurídicas y técnicas y financieras con nuestros criterios y nuestra posición sensata del riesgo de poner a la ciudad de que un metro que entraría en 2028 haya que inyectarle $15.2 billones más y 6 años más de trabajo para solucionar la movilidad de los bogotanos, eso toca pensarlo muy bien”.
Agrega que “lo que nosotros estamos evaluando es que lo más conveniente desde el punto de vista, económico, técnico, social y financiero, porque las condiciones financieras que hoy tenemos en el contrato no las vamos a volver a tener, son condiciones financieras del 2017, lo que pensamos que es mejor es mantener el proyecto como está definido, sería muy interesante que de esos $15.2 billones que se quieren invertir en una subterranización se asignara una parte para mejorar el entorno de la Caracas, porque subterranizar el metro por esa vía es pasar el metro por debajo, pero dejar la Caracas como hoy está, que no son condiciones, ni lindas, ni adecuadas, ni agradables, hay que mejorar el espacio público”.
Asegura Narváez que con el concesionario actual y bajo el contrato que está firmado hay compromisos para mejorar el paisaje en varias zonas.
“El concesionario actual a través del contrato tiene el compromiso de mejorar un millón 300 mil metros cuadrados de espacio público y adecuar 100 mil metros cuadrados más, pero si se subterraniza esa parte del contrato se pierde. Lo mejor es dejar el contrato como está y generar un área entre la 13 y la 15, respetando todos los planes de protección cultural, pero generando una renovación en la Caracas y que la infraestructura del metro permita que nuestros habitantes se sientan mucho mejor”, concluyó el gerente de Empresa Metro.
