Bloomberg — Credit Suisse Groupd AG (CS) advirtió que se prepara para fuertes pérdidas este año luego de que sus clientes retiraran cantidades récords de fondos en el último trimestre de 2022, el corolario del peor rendimiento anual del banco desde la crisis financiera.
La pérdida neta de 1.390 millones de francos suizos (US$1.500 millones) en el cuarto trimestre se explicó mayormente por la división de riqueza y el banco de inversión, dijo la compañía.
Credit Suisse sigue teniendo dificultades para revertir las salidas de fondos luego de que un frenesí en las redes sociales que cuestionaba el futuro del banco generó pánico entre los inversores en octubre. La cantidad total de salidas en el trimestre asciende a 110.500 millones de francos.
Aunque los ejecutivos afirman que el banco está viendo señales de que los clientes devuelven sus fondos, la pérdida de activos hará que la unidad clave de gestión de patrimonios siga desangrándose en el primer trimestre. En un intento por recuperar el equilibrio del banco, Credit Suisse está separando partes de su banco de inversión y volviendo a centrarse en su negocio principal de gestión de patrimonios, renovando su estrategia después de años de escándalos y pérdidas que destrozaron la confianza en la marca.
“Los resultados son inaceptables, obviamente, y por eso hemos creado una nueva estrategia”, dijo el CEO Ulrich Koerner en una entrevista con Francine Lacqua, de Bloomberg Television. El banco se ha puesto en contacto con decenas de miles de clientes tras las salidas, y “la situación ha cambiado por completo”, dijo Koerner.
Las acciones de Credit Suisse cayeron hasta un 2,8% tras la apertura en Zúrich el jueves.
El CFO, Dixit Joshi, dijo el jueves que la unidad de gestión de patrimonios había registrado entradas en enero, sobre todo en Asia-Pacífico.
El banco realizó una ampliación de capital de US$4.000 millones a finales del año pasado, en la que el Saudi National Bank tomó una participación de alrededor del 10%, y está suprimiendo hasta 9.000 puestos de trabajo con el objetivo de recuperar la rentabilidad en 2024. Como consecuencia de las pérdidas y el recorte de gastos, el banco ha recortado en un 50% la reserva de retribución variable para 2022. El banco dijo que estima unos gastos de reestructuración para 2023 de unos 1.600 millones de francos.
Descenso de las operaciones
Los ingresos por operaciones de renta fija en el trimestre descendieron un 84% interanual, mientras que los ingresos por negociación de renta variable cayeron un 96%, unos resultados significativamente peores en ambas áreas que los de sus homólogos europeos o de Wall Street. Por su parte, los ingresos procedentes de los mercados de capitales y el asesoramiento también descendieron un 59%, como consecuencia de la caída de la negociación y de un entorno de mercado incierto.
En gestión de patrimonios, el banco registró una pérdida antes de impuestos de 199 millones de francos, peor de lo previsto. Las comisiones recurrentes y los ingresos netos por intereses disminuyeron un 17%, mientras que los ingresos por transacciones se desplomaron un 20% debido a las pérdidas de 31 millones de francos en la financiación de APAC.
El jueves, el prestamista anunció la compra de las operaciones de M. Klein & Co. por US$175 millones, como parte del establecimiento de la nueva marca Credit Suisse First Boston para albergar las funciones de banca de inversión.
El banco ha dicho que ha recibido un compromiso para una inyección de US$500 millones en el negocio y está entablando contactos con otras partes interesadas en aportar balance o capital para la escisión.
Las continuas pérdidas subrayan la urgencia de que Lehmann y el CEO coloquen a Credit Suisse en una posición sostenible, y los inversores y analistas muestran una paciencia limitada para la ejecución de la renovación.
“Con las fuertes pérdidas que continuarán en 2023, esperamos ver otra oleada de rebajas y no vemos ninguna razón para poseer las acciones”, escribieron los analistas de Keefe, Bruyette and Woods en una nota el jueves.
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