Bloomberg Línea — Las extensas e indefinidas jornadas de protestas que se han presentado en el Perú en las últimas semanas, por cuenta de la crisis política tras la vacancia de Pedro Castillo y asunción de Dina Boluarte, está minando sectores económicos clave como el turismo y el transporte.
Sus principales representantes han señalado estar en “cuidados intensivos”, al tiempo que señalan que son las micro, pequeñas y medianas empresas las que presentan las mayores afectaciones, pues no cuentan con la capacidad financiera para soportar los cierres, al tiempo que sus empleos dependen de las actividades diarias.
“Es necesario que las autoridades declaren el turismo en emergencia. El año pasado habíamos empezado a tener una recuperación del sector, que se ha visto frenada por los últimos acontecimientos de violencia. Antes el turismo aportaba más de 4% del PBI, pero luego de la pandemia no se ha llegado siquiera al 1%”, dijo José Koechlin, presidente de la Cámara Nacional de Turismo de Perú (Canatur) y presidente de Inkaterra, en declaraciones a Bloomberg Línea.
En su relato, Koechlin señala que el sector turístico ya supera pérdidas por S/ 1.100 millones debido a la coyuntura actual, que rodea alteraciones al orden público, manifestaciones y bloqueos de vías, así como el cierre de lugares turísticos de importancia nacional como Machu Picchu.
El empresario destaca que por lo menos 1,8 millones de personas frenaron sus actividades turísticas en el territorio nacional durante las celebraciones navideñas y por año nuevo a causa del paro indefinido, situación que continuará vigente, debido a la cancelación de fiestas como la Virgen de la Candelaria en Puno.
“Puno se encuentra entre las regiones más afectadas, como también Puerto Maldonado e Ica, debido al bloqueo de carreteras que han conducido al desabastecimiento y el alza de precios en productos básicos”, añade Koechlin. En Puno, Canatur estima pérdidas por S/ 791.000 cada día.
Justamente, el bloqueo de las vías y la falta de seguridad para movilizarse en el país son los factores que afectan también al sector de transportistas del Perú, pues es un actor clave para abastecer las comunidades de bienes básicos, al tiempo que se encarga de movilizar a los turistas hacia sus destinos finales dentro del país.
Martín Ojeda, gerente de la Asociación de Transporte Interprovincial del Perú, dijo a Bloomberg Línea que la situación del transporte de carga y pasajeros en el país es “demasiado complicada” tras más de 50 días de bloqueo, y debido al “desgobierno y descontrol” por la falta de presencia de las autoridades.
El líder gremial explica que la afectación económica en el transporte interprovincial ya superó los S/ 1.600 millones, de los cuales el 20% son ingresos por paquetería, encomiendas y mercaderías que llevan los buses; y el 80% es la falta de venta de pasajes que se han reprogramado o se han devuelto.
Economías que necesitan ser reparadas
Recientemente, el Banco Central de Reserva del Perú (BCR), dijo que por cuenta de las protestas el país estaría perdiendo unos US$ 100 millones por cancelación de reservas cada mes.
Koechlin y Ojeda no ahorran detalles al momento de retratar las condiciones de sus sectores, al igual que las de sus agremiados.
Ambos representantes reclaman mayores ayudas para los trabajadores y los pequeños empresarios, quienes generan una cadena de valor para su comunidad, convirtiéndose en fuente de empleo y foco de desarrollo.
Por ejemplo, en el caso de Machu Picchu, el presidente de Canatur explica que las consecuencias ya empiezan a percibirse en Cusco, “pues 4 de cada 10 pobladores han perdido su empleo ya que dependen del turismo”, ya que la ciudadela inca recibe a 4.000 viajeros cada día, y es el mayor incentivo para que los turistas del mundo visiten el Perú.
Por su parte, Ojeda indica que hay por lo menos “10.000 unidades (vehúculos) paradas y más de 1.000 empresas de transporte interprovincial colapsadas”. En el país, el 90% del transporte de carga se realiza por vía terrestre y el 80% del transporte de pasajeros se hace por esta misma vía.
“Estamos hablando de millones de millones (...) No podría indicar los valores que vienen en febrero, porque no creo que haya empresas que aguanten esto”, precisó Ojeda.
Los representantes coinciden además en el pedido al gobierno y a los manifestantes en acudir al diálogo y detener las afectaciones económicas que se están causando en el país, en especial a los pequeños empresarios, pese a reconocer que hay reclamos legítimos por necesidades que han permanecido desatendidas por años.
“Es indispensable recuperar la confianza de la comunidad internacional a fin de que sigan visitando el Perú”, dijo Koechlin.
Junto a las fiestas de la Virgen de la Candelaria, también han sido cancelados o aplazados los carnavales de Abancay, Juliaca y Chuquibamba.
La Superintendencia Nacional de Migraciones reveló recientemente que en enero de 2023 hubo una disminución del 59,1% en la llegada de turistas extranjeros, pasando de 444.924 personas en enero de 2020 (antes de la pandemia) a 181.811 personas este año.