Bloomberg Opinión — Para evaluar la importancia de los juegos de vídeo en el momento cultural actual, pensemos que la Generación Z sabe más de Fortnite que de Friends. Este medio cultural se halla actualmente en su punto máximo, favorecido por el éxito comercial y crítico de la serie de televisión de HBO The Last of Us (El último de nosotros).
Este programa, que sigue el periplo de un padre con secuelas sentimentales y su hija postiza por unos Estados Unidos asolados por una pandemia zombi, surgió como un videojuego para la PlayStation 3 de Sony Group Corp. (SONY) hace unos diez años. La fiel versión de la saga la ha hecho un éxito entre generaciones y se ha convertido en un tema de discusión obligada en un momento en el que hay escasos títulos que destaquen sobre los demás. Se trata de un año en el que el juego ha alcanzado el nivel de lo culturalmente ineludible, un giro que repercutirá de forma decisiva en la búsqueda del próximo gran éxito por parte de los ejecutivos de la televisión y el cine.
El historial de adaptaciones de videojuegos a la pequeña y la gran pantalla es notablemente accidentado. Y por cada éxito, como el inesperado taquillazo de 2020 Sonic the Hedgehog, hay numerosos desaciertos. El año pasado, la versión de Netflix Inc. (NFLX) de Resident Evil, de Capcom Co. (CCOEY), fue un fracaso, al igual que los intentos de llevar al cine sagas como Warcraft, de Activision Blizzard Inc. (ATVI) o Assassin’s Creed, de Ubisoft Entertainment SA (UBI).
Había razones para pensar que The Last of Us no correría la misma suerte. Esta serie, cuyo presupuesto supera al de Games of Thrones (Juego de Tronos) y que ha sido dirigida por el mismo director del videojuego y por un productor de Chernobyl (HBO), se convierte en una de las contadas producciones que se han tomado la fuente de la historia con la seriedad que requiere la adaptación de un libro. El protagonismo recae menos en los zombies y más en la complejidad moral de sus personajes y escenarios.
Aun así, el éxito comercial y de crítica del programa es sorprendente: atrajo a más de 20 millones de espectadores por episodio en los EE.UU., por encima de Los Soprano en el apogeo del drama de la mafia. El fuerte comentario de boca en boca hizo que la audiencia saltara del primer episodio al segundo más que cualquier otro programa de HBO. Eso fue antes de su tercera oferta, que en su mayoría dejó de lado la historia de los zombies para representar un romance de décadas entre Nick Offerman y Bill y Frank de Murray Bartlett. La cadena ya ha dado luz verde a una segunda temporada; la estrella Pedro Pascal acaba de presentar Saturday Night Live.
Tales franquicias multimedia, con bases de fans dedicadas a través de múltiples plataformas, son el Santo Grial de los medios de entretenimiento. Walt Disney Co. (DIS) puede haber fallado en su trilogía de secuelas de Star Wars, pero los US$4.000 millones que pagó para comprar a George Lucas continúan pagando dividendos en sus programas de Disney + Andor y The Mandalorian. Es la razón por la que Amazon.com Inc. (AMZN) está dispuesta a gastar US$ 715 millonesen un spin-off de The Lord of the Rings (El señor de los anillos), o por la que Warner Bros Discovery Inc. (WBD), propietaria de HBO, está tan desesperada porque JK Rowling cree más contenido de Harry Potter, a lo que también tiene los derechos.
“¿Cuáles son las películas que tienen marcas que son entendidas y amadas en todo el mundo?” preguntó el CEO de Warner, David Zaslav, en la llamada de ganancias más reciente de la empresa, citando a Superman y Game of Thrones como propiedades que espera generen ganancias. “Estamos enfocados en las franquicias”.
The Last of Us convencerá a Zaslav y a sus compañeros de que vale la pena financiar los videojuegos, con su poderoso reconocimiento de marca entre las generaciones más jóvenes, con presupuestos significativos y talento de primer nivel. Es una calle de doble sentido; esta semana Warner Bros. lanzará Hogwarts Legacy, un videojuego de marquesina ambientado en el universo de Harry Potter.
Los editores de juegos pueden ver el éxito de The Last of Us y pensar más en cómo financiar las propiedades impulsadas por creadores que pueden tener éxito fuera del medio, ya sea en forma de un programa o película de presupuesto de oferta, o una adaptación al anime, como con la vinculación de Netflix de Cyberpunk 2077 de CD Projekt SA, que provocó un resurgimiento en las ventas del juego. Ejecutado correctamente, el éxito de los universos compartidos a través de diferentes medios puede alimentarse entre sí.
Sony podría tener una ventaja en este campo, ya que pasó décadas en intentos en su mayoría fallidos de encontrar sinergias entre sus divisiones de películas, juegos y música después de adquirir CBS Records y Columbia Pictures a fines de la década de 1980. Pero después de The Last of Us, según los informe , la compañía lanzará una serie de Amazon Prime basada en la franquicia God of War (Dios de la Guerra) , otro peso pesado narrativo que utiliza un fondo fantástico de dioses nórdicos para contar una historia sorprendentemente humana de padre e hijo.
Es posible que aún no hayamos visto la adaptación de videojuegos más significativa culturalmente del año. En abril, The Super Mario Bros. Movie, una película animada por computadora basada en el plomero italiano de Nintendo Co. (7974), llegará a los cines. Si bien las opciones de reparto (Chris Pratt como Mario, Seth Rogen como Donkey Kong) han llamado la atención, la cuidadosa selección de Nintendo del socio Illumination Entertainment Inc., el estudio detrás de Minions, y la estrecha participación de la firma de Kyoto en la producción sugieren que puede igualar el éxito del material de origen.
Y dado que el fundador de Illumination, Chris Meledandri, se unió a la junta directiva de Nintendo en 2021, el fabricante de Mario estará ansioso por asegurarse de que no sea un éxito único. Una película exitosa retroalimentaría el área de Super Nintendo World en los parques temáticos de Universal Studios en Japón, Hollywood y, en el futuro, Orlando y Singapur, todo lo cual ayudaría a atraer más fanáticos al juego, así como a otros protocolos que se pueden adaptar. Es posible que la próxima gran novedad ya esté en tu Switch o PlayStation.
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