San Pedro Sula — En meses recientes, el sector minorista en los Estados Unidos ha estado bajo presión por una alta tasa de inflación, circunstancia que cambió los hábitos de los consumidores del país, con familias gastando más en alimentos, pero comprando menos en mercancías como ropa y artículos para el hogar.
Este escenario está afectando a los fabricantes textiles de Centroamérica y por consecuencia, algunas empresas han cerrado operaciones o han despedido a miles de trabajadores para ahorrarse costos.
En Honduras, HanesBrands cerró a finales de diciembre su planta Jasper en Choloma, Cortés, lo que significó la eliminación de 1.700 empleos; antes Fruit of the Loom había anunciado el cierre de tres fábricas en Centroamérica, dos en Honduras y una en El Salvador, que en conjunto significaron un recorte de 3.200 empleos.
Según Evangelina Argueta, dirigente de de la Red de Sindicatos de la Maquila de Honduras, esta industria cerró 2022 con 19.000 empleos menos y en lo que va del año, otras tres empresas han notificado despidos. “Esto es alarmante, pero es más preocupante cuando nos dicen que en los primeros seis meses de 2023 se espera que la pérdida se duplique”.
La sindicalista explicó que los recortes de personal, de acuerdo con la declaración de las compañías, es producto de una caída en los pedidos. “Las empresas tienen sus bodegas repletas de mucha producción de 2022 y no hay pedidos. Estados Unidos está en una situación de recesión que todavía no es declarada, pero el mercado no está moviéndose como debería”.
Argueta dijo que, a pesar que esta problemática además de afectar a Centroamérica ha repercutido en Asia con la pérdida de 500.00 empleos, el gobierno, la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social, la Asociación Hondureña de Maquiladores (AHM) y los trabajadores pueden sobrellevar la problemática “si nos sentamos a dialogar y buscar alternativas”.
En las últimas semanas, extrabajadores de las empresas maquiladoras han hecho protestas en reacción a los despedidos masivos, al tiempo que solicitan que se les garantice sus derechos laborales.
Mitigar el impacto
A medios locales, Alden Rivera Montes, director de Operaciones en la AHM -que aglomera a unas 319 empresas que emplean a 179.435 personas, entre los rubros de textiles, manufactura y servicios de tercerización- dijo que la situación de recesión se mantendrá por al menos los primeros tres trimestres de 2023.
“Podríamos perder entre 15.000 y 20.000 empleos (adicionales). Ese es el escenario pesimista”, agregó Rivera Montes, quien al igual que Argueta consideró que “sí logramos tener un diálogo conjunto entre el gobierno y el sector privado con las casas matrices de estas empresas y el gobierno norteamericano, probablemente podamos mitigar ese impacto y reducir de manera importante esa pérdida de empleos, que es una amenaza muy grande para el país”.
Días atrás, la corporación multinacional privada GR (Grupo Karim’s), que inició operaciones en Pakistán y luego se expandió a Honduras, inauguró en Santa Bárbara, al occidente del país centroamericano, Northern Textiles, empresa de producción textil que tiene como socio estratégico a Next Level Apparel, fabricante de ropa de lujo con sede en California.
En el evento, Yusuf Amdani, chairman de GK, dijo que “aunque ahorita hay un momento difícil por la caída en la demanda del mercado estadounidense, esperamos que en los próximos seis meses puedan mejorar las condiciones”.
La nueva fábrica representa una inversión de US$ 46 millones y generará 1.000 empleos directos y otros 5.000 indirectos, además es un reflejo del potencial del nearshoring, debido a que tomará la producción que antes se traía de Asia.