Caracas — Ser mujer en Venezuela, y generar ingresos para respaldar a una familia, cuenta con una brecha cada vez más amplia, situada en un promedio de 21,79% inferior a las remuneración que obtiene un hombre en el mercado laboral, según el más reciente estudio publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El fenómeno que elevó su intensidad en 2019, con la reactivación de algunos sectores económicos, se ubicó en 2021 en 29,40%, aunque se reduce al momento de considerar los ingresos laborales reales por hora, que ese año se mantuvo en 19,47%.
A pesar del leve y desigual repunte económico en el país, la crisis económica que se mantiene en Venezuela ha revertido los progresos que pudieron haberse alcanzado, convirtiendo nuevamente a la mujer venezolana en un grupo vulnerable, con mayores responsabilidades dentro del hogar y un menor tiempo disponible para dedicarse a una actividad productiva remunerada.
“Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan”, estrofa de la más reciente canción de la colombiana Shakira, no aplica efectivamente en Venezuela, donde además la participación laboral femenina representa la más baja de la región.
En 2020, el dato se ubicaba en 43%, lo que reflejaba 6 puntos porcentuales por debajo del promedio de 47% en América Latina y el Caribe. En 2021, el indicador para Venezuela disminuyó a 37%.
De acuerdo a las estimaciones del BID, si bien la participación laboral de hombres y mujeres se redujo en ambos casos como consecuencia del colapso económico, para las mujeres disminuyó en mayor relevancia, desde 51% en 2013 hasta 37% en 2021, lo que muestra una mayor sensibilidad de la situación laboral de las mujeres a los impactos de la crisis humanitaria en Venezuela, por posibles mayores obligaciones dentro del hogar.
Ello también impacta en el grado de vulnerabilidad del hogar, en un país donde el 55% de los jefes de hogares son mujeres, y siendo el ingreso de este representante el más importante para una familia, se incrementa la propensión a la pobreza, ubicándose la tasa en los hogares liderados por una mujer en 9,2 puntos porcentuales por encima de los llevados por hombres.
Otras de las conclusiones en el estudio refiere que una cifra importante de mujeres que abandonaron el mercado laboral venezolano tampoco decidió incrementar su capital humano en forma de estudios, siendo esta proporción mayor que la de los hombres, en 42% frente a 29% en 2021.
La brecha salarial en los niveles más altos de distribución refleja este factor negativo, en cuánto al ascenso para cargos de jerarquía, evidenciando que con mujeres estudiando más que los hombres, se reduce la brecha, siendo las mujeres con mayores ingresos laborales, y con mayor nivel educativo, las que reciben una mayor remuneración.