Ciudad de México — El presidente Andrés Manuel López Obrador, conocido como AMLO, ha desviado en la recta final de su sexenio su política energética, basada en el petróleo, para dar espacio a la tecnología renovable intermitente y la industria del litio con inversiones estimadas en US$48.000 millones.
“Ya todos los acuerdos que se están haciendo para la defensa, protección del medio ambiente para enfrentar los problemas del cambio climático están exigiendo que ya no se utilicen energías fósiles. La opción, el futuro está en el litio, las baterías, chips, en los carros eléctricos. Ese es el futuro”, mencionó López Obrador el 3 de febrero durante el anuncio de inversión de una planta de autos eléctricos del gigante alemán BMW en el estado de San Luis Potosí.
Desde que asumió la presidencia, las grandes apuestas de AMLO reposaron en aumentar la producción y refinación de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), el aprovechamiento de gas natural importado y la rehabilitación de plantas hidroeléctricas para que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) produzca más electricidad a través de cambios a las leyes, incluso un intento fallido de reforma a la Constitución.
Las autoridades mexicanas enfrentaron la presión de los Gobiernos de Estados Unidos y Canadá con disputas en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
La primera desviación apareció en junio de 2021 cuando AMLO anunció la posible construcción de la planta solar fotovoltaica más grande de América Latina en el estado de Sonora, tras la victoria electoral del morenista Alfonso Durazo como gobernador, pero cinco meses antes, la CFE reveló que no invertiría en plantas de energía renovable intermitente durante el sexenio de López Obrador, según su plan de negocios 2021-2025.
Los meses avanzaron y la compañía asumió el proyecto de 1.000 MegaWatts que incluye líneas de transmisión eléctrica, almacenamiento con baterías mediante una inversión de US$1.600 millones, pero rebasando uno de los principales mandamientos de López Obrador: ninguna obra inconclusa al final de su periodo como presidente.
Otra desviación del Gobierno fue la creación de la empresa Litio para México (LitioMx) en agosto de 2022 con el fin de explotar el mineral, clave para la industria automotriz enfocada en vehículos eléctricos.
Nuevos compromisos verdes
El tercer cambio ocurrió en noviembre de 2022 a través del Canciller Marcelo Ebrard en la Conferencia de las Partes de las Naciones Unidas mediante mayores reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero de 22 a 35%; inversiones de US$ 48.000 millones; disminución de emisiones en 52 millones de toneladas de carbono y generación del doble de la emisión actual de energía limpia para 2030 a 40GW adicionales.
Rocío Nahle García, titular de la dependencia encargada de la política energética de México, ha estado ausente en los anuncios y nuevo rumbo de electrificación del Gobierno, mientras la Sener informó en documentos previos que México incumpliría su meta de generación eléctrica con tecnología renovable hacia 2024.
Plan Sonora, la pieza clave
El denominado “Plan Sonora” del Gobierno de AMLO tomó al sector energético por sorpresa por incluir tecnología solar fotovoltaica, luego de los intentos de la actual administración por cambiar las leyes mexicanas, incluso la Constitución para darle el control de la mayor parte del mercado a CFE, la cual tiene más del 60% de su capacidad de generación anclada a combustibles fósiles y el resto a tecnología limpia.
El plan se concentra en dos ejes: producir energía renovable para exportación a Estados Unidos y generar tecnologías de electromovilidad como baterías para vehículos en una zona con potencial para minería de litio.
El ingeniero eléctrico y CEO de la firma Baorgg , Santiago Barcón, señaló que la planta solar requiere de al menos un día de baterías para enfrentar los días nublados y dijo que no podría tener menos si CFE no respaldará la planta con tecnología convencional.
Además, el experto energético dijo que existe una amplia distancia entre la central fotovoltaica y la frontera estadounidense y los costos del proyecto pueden incrementarse porque cada kilómetro de línea de transmisión cuesta US$2 millones aproximadamente, mientras que en El Paso, Texas existe la urgencia por energía eléctrica que CFE podría entregar desde Ciudad Juárez o Samalayuca a través de centrales de Ciclos Combinados de gas y vapor.
“En El Paso no hay energía. Estuve con la directora de la empresa El Paso Electric —Kelly A. Tomblin—. Quiere comprar energía porque también está lejísimos de todas las plantas”, comentó.
Mientras en México aún existe más de un millón de personas sin acceso a la electricidad, AMLO incluso ha dicho que México y CFE se endeudará con Estados Unidos para construir cinco plantas de energía limpia y líneas de transmisión eléctrica con el fin de exportar energía.
El próximo 17 de febrero AMLO visitará la región donde se construyó la planta fotovoltaica en Sonora y planea entregar la primera concesión de litio a la empresa estatal creada el año pasado.