Bogotá — El stresslaxing, un fenómeno que se caracteriza por la dificultad de disfrutar del presente y el tiempo libre ante picos de estrés, abrió el debate en diferentes partes del mundo frente a la salud mental de los trabajadores y las repercusiones de vivir en un mundo laboral continuamente agitado, hiperconectado y en el que tienen que lidiar con múltiples estímulos externos.
El estrés que se genera en los tiempos libres y de descanso ha comenzado a ser abordado desde diferentes ángulos y las empresas de capital humano en Colombia ya identifican algunos patrones que deberían ser tenidos en cuenta por las organizaciones en el país.
“Consideramos que a los colombianos nos cuesta disfrutar del descanso en general y a los latinos por un tema cultural. Creo que al ser tan serviciales y querer colaborar en ocasiones esto se distorsiona, porque esa amabilidad o esa disponibilidad hace que muchas veces tengamos que estar trabajando, respondiendo a una llamada, uniéndonos a una reunión, en un horario que no es laboral. Y si es algo puntual y que pasa de vez en cuando es normal, pero a veces se vuelve ya del día a día”, dijo a Bloomberg Línea la directora Talent Solutions de ManpowerGroup, Adriana Garcés.
Explicó que el stresslaxing en países como Colombia se deriva de los mismos rasgos culturales de las organizaciones y “ahí es donde se necesitan políticas claras. Hoy tenemos leyes que nos respaldan sobre desconexión laboral; sin embargo, tenemos que hacer ahí un trabajo grande para que se logre separar esos dos mundos: el laboral del personal”.
A principios del año pasado se sancionó en el país la ley que regula la desconexión laboral, la cual, según indica, se inicia una vez finalizada la jornada y establece que el ejercicio de este derecho “responderá a la naturaleza del cargo según corresponda al sector privado o público”.
Asimismo, “el empleador deberá garantizar que el trabajador o servidor público pueda disfrutar efectiva y plenamente del tiempo de descanso, licencias, permisos, vacaciones y de su vida personal y familiar”, señala el artículo 4 de Ley 2191 de 2022.
Las empresas han estado adaptándose a este nuevo entorno en el que se busca asegurar mejores condiciones a los trabajadores y proteger su salud mental, aunque aún persisten innumerables retos para evitar fenómenos como el del stresslaxing.
Pero más allá del entorno laboral, en el stresslaxing también influyen otras prácticas en las que están inmersas las personas en el día como estar hiperconectados a internet través de diferentes dispositivos, lo que lleva a las personas interrumpir su descanso para constatar su recibieron una llamada o un correo, si tienen algo pendiente, cuál es la agenda del día siguiente, entre otros.
Laura Franco, gerente de Recursos Humanos en PageGroup Colombia y Centroamérica, señaló en entrevista con Bloomberg Línea que con la permanente conectividad con la que conviven las personas es mucho más difícil lograr una desconexión total del trabajo, debido a algunas prácticas con el correo corporativo, herramientas de trabajo virtuales, chats empresariales y demás aplicaciones de trabajo que están instaladas en el celular y que hacen que el empleado en tiempos de descanso no deje de estar conectado.
“Con el trabajo híbrido estas prácticas se han disparado y las empresas han migrado toda su seguridad para que los colaboradores logren tener un perfil corporativo en sus celulares. Sin duda, esto agiliza la manera de trabajar, pero es clave que se pueda suspender para lograr no estar disponible en períodos de descanso”, dijo.
Y “eso hace realmente que la desconexión a veces no se dé con toda su plenitud”, complementó Adriana Garcés, para quien también influyen otros factores como trabajar con personas de otros países y tener que atender los horarios de otras geografías, lo que demanda responder en espacios que no son los habituales, así como ciertos estilos de liderazgo.
“Hay tipos de liderazgo que no favorecen la desconexión y el concepto de productividad. También sabemos que posiblemente para los que estén hoy en la oficina ese relacionamiento es muy valioso, pero a veces también si se lleva al extremo ‘el cafecito, el conversemos, el vamos y analizamos esto’, cuando revisamos, se invirtió mucho tiempo y todavía no se han avanzado los proyectos y las actividades que tenemos y esto hace que luego se tenga que trabajar un tiempo extra, o viceversa, los que no administran bien su tiempo en su casa luego se tienen que dedicar a hacer su trabajo en horas en las que ya posiblemente todas las personas estén descansando, su núcleo familiar o su núcleo cercano”, afirmó.
¿Cómo comenzar a cambiar esta situación?
Para generar una mejor cultura sobre este manejo del tiempo y la gente se pueda desconectar, manifestó que lo principal es trabajar en ese autoconocimiento para reconocer “cuáles son esos ‘ladrones del tiempo’ y cómo se es más productivo”.
En segunda instancia, dijo que es clave que dentro de las mismas empresas se establezcan políticas “de verdad muy claras sobre este tema, que los líderes las legitimen y que de verdad no sean solo publicadas y comunicadas, sino que se vivan. Eso indiscutiblemente ayuda muchísimo a que se vaya generando esa nueva cultura sobre el apoyo a la desconexión, la salud mental”.
“E indiscutiblemente una organización que tenga personas que hayan disfrutado de su descanso va a ser mucho más productiva, innovadora, sana, para atraer talentos”, concluyó.
Para responder a este fenómeno la concientización es clave, en opinión de Laura Franco, de PageGroup, quien hizo un llamado para que las empresas “incluyan la desconexión dentro de sus políticas de salud mental y trabajar en un mindset cultural en el que el líder sea el vocero y predique el no contacto con empleados que estén en descanso”.
Asimismo, abogó por la implementación de algunas prácticas como las respuestas automáticas de ‘fuera de la oficina’, dejar a alguien encargado de los pendientes y avisar que el contacto durante un periodo será con alguien más. “Son pequeñas acciones que las personas pueden hacer para mitigar un posible contacto del trabajo en período de ausencia”.
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