Buenos Aires — La economía argentina en 2022 estuvo atravesada por una inflación que finalizó en niveles históricos y, para este año, esa variable continúa como una de las principales problemáticas a resolver por el Gobierno, con los sueldos de los trabajadores debilitándose en medio de un año electoral. Las expectativas respecto del Índice de Precios al Consumidor fijan desafíos clave para 2023, como el de las negociaciones salariales, en medio de una caída del poder adquisitivo.
La meta pautada en el Presupuesto 2023 estipula una inflación del 60%, mientras que el sector privado espera un número bastante alejado del oficial. De hecho, el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que difunde el Banco Central arrojó una proyección de 98,4% para el año.
“La divergencia entre la inflación esperada y la real significarán rápidamente nuevos ajustes en la segunda mitad del año”, consideró la consultora Ecolatina, la cual apuntó a “la búsqueda de alcanzar una mejora del poder adquisitivo de cara a las elecciones”.
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Por su parte, el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz evaluó que “la mejora en el poder adquisitivo de forma sostenida no va a poder concretarse, si no es con una menor inflación”. “En estos niveles inflacionarios, los salarios deberían estar actualizándose todos los meses, algo que sabemos que no ocurre y que exacerbaría la inercia inflacionaria”, señaló.
“Por eso, para que cualquier mejora conseguida en una paritaria sea duradera, necesariamente tiene que darse en simultáneo con una inflación descendente”, insistió.
La visión empresarial
Los empresarios miran con preocupación los números de las consultoras. Según pudo saber Bloomberg Línea, en una de las cámaras más representativas del país aseguran que, por ejemplo, las pequeñas y medianas empresas se encuentran ajustadas en materia de costos y con pérdida de rentabilidad, lo cual termina desencadenando en empleo informal.
Sin embargo, aseguran que las expectativas de los gremios están condicionadas por el nivel de inflación esperada, en un contexto en el que todas las proyecciones no oficiales superan a la del Gobierno.
En ese sentido, aseguran que la dicotomía es que lo abonado a los empleados requiere un gran esfuerzo para los empresarios, pero a los trabajadores les alcanza cada vez menos por la persistente inflación.
Nuevos ajustes a mitad de año
Ecolatina analizó que si bien el “acortamiento” de las paritarias (una modalidad que comenzó a ser utilizada principalmente en el último año) resulta “una buena noticia para los trabajadores formales” porque, “de ser necesario, reciben ajustes asociados a la ‘nueva’ inflación”, es un mecanismo que “refuerza la inercia inflacionaria y vuelve a los shocks más permanentes”.
Si bien indicó que “el Gobierno podría moderar los aumentos de precios regulados y acudir nuevamente a los controles de precios”, aclaró que no alcanzaría “para que la desaceleración se sostenga o sea significativa, especialmente considerando que hacia el cierre del año la incertidumbre acerca de la nueva administración pueda suscitar una nueva escalada en los precios”.
En medio de un consenso en el sector privado respecto de que en 2023 la inflación no cederá, Ecolatina espera que “la dinámica inflacionaria se ordene en torno al 35% en la segunda mitad del año, implicando una inflación anual que volvería a comenzar con nueve”.
“No obstante, no debe olvidarse que eventos disruptivos en la escena política vinculados al resultado electoral pueden llevarnos fácilmente a una inflación de tres dígitos incluso sin que exista un salto del tipo de cambio oficial”, advirtió.
Los salarios argentinos en 2023
“Solo con observar el primer semestre emergen desafíos e inconsistencias acerca del cumplimiento del sendero de desinflación, consistente con un 30% semestral, criterio bajo el cual el Gobierno intenta ordenar las demandas salariales y la nominalidad de la economía en general”, remarcó Ecolatina.
“En cambio, prevemos que el nivel de precios avance en el orden del 40% hacia junio, dejando así una inercia mayor de cara al semestre electoral, cuando algunos de estos procesos se vuelvan a ‘activar’”, puntualizó.
¿Cuánto cayeron los salarios en Argentina en 2022?
El último dato del INDEC señaló que en noviembre pasado, el Índice de salarios anotó un incremento del 6,7% mensual, 85,5% interanual y alcanzó, de esa manera, una suba acumulada del 80,8% en el año.
“En términos interanuales, la inflación fue del 92,4%. Si se considera la variación interanual real de los salarios, se aprecia una caída en el caso del sector público (-2,6%), caída del sector privado registrado (-2,3%) y caída del sector privado no registrado (-9,5%)”, analizó Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
En ese sentido, aseguró que el segmento vinculado con la informalidad es el que “más pierde poder adquisitivo desde hace años”.
“Si se toma como base el sueldo promedio mensual de 2017, en los primeros once meses de 2022, los trabajadores privados registrados ya perdieron el equivalente a 1,9 sueldos. Los públicos perdieron 2,3 sueldos y los trabajadores informales, que son los que más pierden con la inflación, perdieron el equivalente a 3,8 sueldos mensuales de 2017″, calculó.
