Bloomberg — El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, defendió el uso de herramientas adicionales a las tasas de interés para frenar la inflación, incluyendo una política más activa para reducir la volatilidad de las divisas y la regulación de los precios de los combustibles y las reservas de alimentos.
En un mensaje de 180 páginas a los legisladores el jueves, Lula culpó a su predecesor Jair Bolsonaro por abandonar el uso de “instrumentos importantes para combatir la inflación”, lo que llevó a una excesiva dependencia de las altas tasas de interés que están perjudicando a la economía. También dijo que una moneda más estable ayudaría a mitigar la inflación.
“Una política cambiaria más pasiva en los últimos años ha acentuado la volatilidad de la moneda brasileña frente al dólar, con consecuencias perversas para los precios”, dijo Lula en el mensaje que le dirigió su jefe de gabinete, Rui Costa, al inicio del año congresual.
El presidente se ha quejado de la política monetaria restrictiva del Banco Central desde que asumió el cargo. En una entrevista televisiva hace dos semanas, dijo que unos objetivos de inflación demasiado estrictos estaban “ahogando la economía”, y afirmó que una ley recientemente aprobada que daba autonomía al banco central era “un disparate”. Las perspectivas de inflación de Brasil se deterioraron aún más tras sus comentarios, lo que llevó a los responsables políticos a señalar que la tasa clave tendrá que permanecer en el actual nivel del 13,75% durante más tiempo para anclar las expectativas.
En su mensaje, Lula dijo que la mayor economía de América Latina perdió su capacidad de suavizar las oscilaciones en los precios de los alimentos y el combustible cuando el gobierno redujo las instalaciones de almacenamiento de granos y cambió el enfoque corporativo de la empresa estatal Petroleo Brasileiro SA, haciéndola más dependiente de las importaciones.
Además, la administración Bolsonaro “abandonó políticas sectoriales específicas para inducir un aumento en la producción de bienes críticos”, decía el mensaje. “Por otro lado, implementó una política de altas tasas de interés que frenó la recuperación económica y aumentó el desempleo con poco impacto en la inflación, que fue causada básicamente por un shock de oferta.”
Lula prometió retomar las políticas para regular el suministro de productos críticos, incluyendo el almacenamiento de granos y la expansión de la financiación para la producción de alimentos. También sugirió una transición hacia una nueva política de precios de los combustibles que tenga en cuenta los costes locales y fomente la inversión en refinado y distribución.
