Bloomberg Línea — Contrario a las expectativas del Ministerio de Hacienda, Fitch Ratings mantiene la calificación ‘CC’ dada en septiembre del 2022 a El Salvador, a pesar del pago del bono 2023 que anunció el gobierno la semana pasada.
Días atrás, el presidente Nayib Bukele dijo que El Salvador pagó el bono externo pendiente de pago de US$ 604 millones con vencimiento en enero utilizando las facilidades de crédito de Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) junto con una recaudación tributaria mejor a la esperada.
El gobierno había recomprado previamente una parte considerable de sus bonos de deuda soberana con vencimiento en 2023 y 2025. La operación redujo el monto total pendiente en US$ 648 millones a través de dos operaciones de recompra en septiembre y diciembre de 2022.
El Salvador compró el 56,5% de los bonos con vencimiento en 2025 por un total de $ 452 millones y el 24,5% de los bonos con vencimiento en 2023, para un total de $ 196 millones.
¿El por qué de la calificación?
La agencia dijo que la calificación ‘CC’ de El Salvador refleja que las ajustadas posiciones de liquidez fiscal y externa del país y el acceso extremadamente limitado al mercado en medio de las altas necesidades de financiamiento fiscal hacen probable un incumplimiento de algún tipo dentro del horizonte de calificación.
Fitch señaló en un comunicado publicado el 2 de febrero que el intercambio de deuda de instrumentos financieros relacionados con la reforma de pensiones recientemente aprobada podría equivaler a un incumplimiento de acuerdo con los criterios de calificación soberana.
También estima que el déficit fiscal del gobierno salvadoreño alcanzó el 2,7% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2022, frente al 5,7% en 2021 y el 10,1% en 2020. “La consolidación fiscal en curso ha sido impulsada tanto por una sólida recaudación de impuestos como por un aumento limitado del gasto”.
La agencia anticipa que el déficit fiscal se mantendrá en niveles similares en 2023 y 2024. La posición fiscal se ha beneficiado de la inflación, el repunte económico posterior a la pandemia, las medidas contra la evasión que impulsan los ingresos del gobierno, junto con una reducción de los subsidios que alivió las presiones del gasto.
Deuda y nivel de las reservas
El análisis de la agencia calificadora estima que la deuda del sector público no financiero disminuyó a 78% del PIB a fines de 2022 desde 82,4% en 2021.
Una marcada mejora del saldo primario, junto con un mayor PIB nominal, respaldó la reducción de la deuda. Además, anticipa que la deuda pública/PIB se estabilizará en los próximos cinco años.
No obstante, los elevados costos de endeudamiento y la reversión hacia un menor crecimiento económico darán lugar a un diferencial adverso entre los tipos de interés y el crecimiento y aumentarán los riesgos de sostenibilidad de la deuda.
Las reservas internacionales netas han mantenido una tendencia descendente en los últimos cuatro años, presionadas principalmente por un amplio déficit en cuenta corriente que Fitch pronostica en 5,8% del PIB en 2023 (a pesar de las entradas de remesas relativamente altas) y altas amortizaciones externas.
Las reservas internacionales disminuyeron en US$ 900 millones hasta los US$ 2.400 millones en 2022.