Bloomberg — Las acciones turcas han pasado de tener el mejor rendimiento del mundo al peor: el índice de referencia del país se encamina a cerrar su peor inicio de año desde 2008.
En concreto, el Borsa Istanbul 100 caía un 9% mensual el martes. La cifra también representa la mayor caída mensual desde el comienzo de la pandemia.
La incertidumbre política ha sido un factor clave en la toma de ganancias tras una subida de casi 200% el año pasado, a medida que se acercan elecciones presidenciales y parlamentarias.
El presidente Recep Tayyip Erdogan se enfrenta a unas reñidas elecciones que podrían poner en peligro sus 20 años de gobierno, el más largo de la historia de Turquía.
Las elecciones, previstas inicialmente para el 18 de junio, pero que probablemente se adelantarán según ha insinuado Erdogan, serán un momento crucial para los mercados y los inversores extranjeros en medio de la preocupación por años de políticas monetarias no convencionales. Turquía se enfrenta a la peor crisis del costo de vida en décadas, con una inflación galopante que alcanzó el 85% en 2022 antes de ralentizarse a finales de año.
“Las incertidumbres políticas de cara a las elecciones de este año -incluida la fecha de la votación- y la subida de tasas de interés de los depósitos han provocado un aumento de la demanda por parte de los inversores para rentabilizar las ganancias del año pasado”, afirmó Burak Isyar, de ICBC Turkey Investment.
Las tasas de interés de depósitos han subido últimamente, a medida que los bancos han redoblado sus esfuerzos por atraer más ahorros en liras para cumplir los requisitos normativos. La tasa promedio ponderada para los depósitos en liras con vencimiento de hasta tres meses fue del 24,6% durante la semana del 20 de enero, la más alta desde octubre de 2018, según los últimos datos oficiales. Es probable que esto haya ayudado a desviar algunos fondos de los mercados de renta variable, ya que las cuentas de depósito siguen siendo una de las herramientas de inversión preferidas por los inversores nacionales.
Si bien las acciones turcas siguen siendo una cobertura útil contra la abrasadora inflación para los inversores locales, se considera que las ganancias del año pasado proporcionan un amortiguador para tomar ganancias cuando el sentimiento cambia.
“Con altos niveles de posiciones apalancadas, incluso las caídas relativamente más pequeñas provocan mayores peticiones de márgenes y magnifican las pérdidas, lo que hace difícil convencer a los locales de una recuperación más duradera. Todo ello acaba generando aún más volatilidad”, afirma Isyar.
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