Buenos Aires — Tras una destacada actuación en el Mundial de Catar, el mediocampista de la Selección argentina y campeón del mundo, Enzo Fernández, se encamina a ser el nuevo jugador del Chelsea por un monto de 130 millones de euros, de acuerdo con lo difundido por medios ingleses como Sky Sports y la BBC.
De concretarse, se trataría del futbolista argentino más caro de la historia. La intención del Chelsea es ofrecer un monto mayor al que pretendía el Benfica, pero realizar el pago en cuotas.
River también se beneficiaría de la transacción, dado que el club argentino lo vendió por unos 10 millones de euros, aunque conservó el 25 por ciento de su pase. De ese modo, si se lleva a cabo la venta, percibiría unos 32,5 millones de euros.
Según lo indicado por medios como The Guardian, la operación se va a cerrar en las próximas horas, ante la presión de la finalización del mercado de pases, cuya fecha es el 31 de enero.
Al iniciar las negociaciones, el club inglés había ofrecido unos 100 millones de euros por Fernández, elegido mejor jugador joven en Qatar, pero la iniciativa fue rechazada. Por ello, luego ofreció seis cuotas de 20 millones de euros para llegar así al monto de la cláusula, iniciativa que también fue desestimada.
Enzo Fernández y el efecto Mundial
El crecimiento de Fernández dio un fuerte salto rápidamente: en junio del 2021 regresó a River Plate tras ser cedido a Defensa y Justicia. Estuvo un año en el equipo que, por ese entonces, estaba bajo el mando de Marcelo Gallardo y, junto a Álvarez lograron la primera y única liga local en el ciclo del “Muñeco”.
Un año después, River Plate lo vendió por 10 millones de euros al Benfica. En pocos días logró consolidarse en el equipo titular con una destacada participación en los grupos de la Champions League y consiguió el primer puesto en la zona que compartían con el PSG (segundo), la Juventus y el Maccabi Haifa.
Previo al mundial, su valor de mercado según Transfermarkt era de 36.050.000 euros. Fernández comenzó la Copa del Mundo como suplente, ingresando en los primeros dos partidos y convirtiendo un gol ante México. Ante Polonia, ya era el mediocampista central titular de Scaloni hasta el final del certamen.