Dólar en Colombia: por Petro se fortalece y regresa el nerviosismo al mercado

Aunque por más de una semana el peso estuvo fuerte, incluso, la moneda más fuerte de 2023 en el mundo, el presidente y sus decisiones, están borrando con el codo

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Bogotá — En Colombia hubo euforia por dos semanas en las que el dólar se debilitó, al punto, que el peso colombiano llegó a ser la moneda más apreciada en el inicio del 2023; sin embargo, las recientes decisiones y comentarios del presidente Gustavo Petro le devolvieron la fortaleza al dólar y le hizo recordar al mercado por qué llegó a cotizarse, incluso, sobre los $5.000.

Durante la primera semana del 2023 el dólar alcanzó los $5.015, pero desde entonces comenzó un descenso rápido que lo llevó hasta niveles que en el país no se veían desde inicios de octubre ($4.515).

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Al comparar el peso colombiano en 2023 con el sol peruano, país que está inmerso en una fuerte crisis política, o el peso chileno o el argentino, se aprecia que el de mejor comportamiento en este año ha sido el colombiano, no obstante, al ver la foto de 6 meses o un año la realidad es que el más débil es el peso colombiano y esto ha sido producto del nerviosismo que genera en el mercado financiero el ascenso al poder de Gustavo Petro, y algunos desatinos que en menos de 5 meses ha lanzado su ministra más cuestionada, la de Minas y Energía, Irene Vélez.

Esa fortaleza que caracterizó al peso al inicio de este año comenzó a perder brillo, y aunque aún está en positivo frente al dólar americano, ya la divisa estadounidense comenzó a remontar el marcador impulsado por decisiones polémicas del presidente y por nuevos yerros de la ministra Vélez.

La apreciación del dólar en la sesión del viernes pasado parecía solamente un respiro de la fuerte apreciación que tuvo el peso en días anteriores, pero su continuidad durante el lunes confirmó para los expertos que la política, de nuevo, le pasaba factura al peso.

“En principio, la semana pasada, lo leía como un respiro tras varios días a la baja, pero ahora lo que creo es que otra vez está incorporando la incertidumbre política. Pero por eso ahora lo que más miro no es el nivel al que se cotiza, sino como está la brecha frente a las demás monedas de la región. Por ejemplo, en la jornada del lunes en la región también aumentó, pero de forma mucho más moderada. El castigo al peso colombiano fue mayor, no veo que sea por razones fundamentales y parece ser algo idiosincrático”, explica Julio César Romero, economista de Corficolombiana.

Durante la rueda de negociación del lunes el dólar se fortaleció contra varias monedas en América Latina: 0,15% contra el real de Brasil; 0,02%, contra el peso mexicano; 0,13%, contra el peso chileno; 0,34% contra el sol peruano; 0,51%, contra el peso argentino, pero 2,19% contra el peso colombiano. Es decir, el peso sigue perdiendo con más fuerza que sus pares de la región.

Y es que la fortaleza del peso logró superar los comentarios contradictorios de la ministra Irene Vélez en Davos durante el Foro Económico Mundial. Fue corregida por el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, y el mercado entendí que una vez más la ministra hacía referencia a un tema que fiscalmente no tiene respaldo de la cartera económica.

Sin embargo, se le agregó más leña al fuego cuando se le comunicó al mercado que Felipe Bayón dejará de ser el presidente de Ecopetrol desde marzo próximo. Tras el anuncio, y la especulación de quién lo reemplazará, la acción se cayó más de 3% en Wall Street y la Bolsa de Valores de Colombia.

Apenas unas horas antes Colombia había anunciado la colocación de un bono de deuda por US$2.000 millones en los mercados internacionales con una demanda que superó los US$9.000 millones, histórico sin duda y un claro mensaje de los inversionistas sobre las políticas económica que impulsa Ocampo.

Pero se siguió avivando el fuego del nerviosismo tras la publicación de un informe de la cartera minero energética en el que se cometieron varias imprecisiones sobre las reservas de petróleo y gas con las que cuenta Colombia. Vélez, una vez más, tuvo que salir a dar explicaciones e intentar justificar el contenido del documento, criticado por experto e incluso funcionarios del Ministerio que ella lidera y quienes advierten que fueron falseadas sus firmas y que advirtieron de los errores técnicos que contenía el informe.

Fue tal el inconformismo dentro de la cartera que la viceministra de Energía, Belizza Ruiz tuvo que dejar su cargo porque asegura que Vélez miente con la forma en que se realizó el informe, y en especial, con los autores del mismo.

“En el contexto global se ve que el dólar ha venido perdiendo prácticamente contra todo el mundo y coincide con algunos nuevos eventos, que van más allá de la ministra Vélez, como la salida de Felipe Bayón de Ecopetrol, eso le ha pegado negativamente y a eso se le suma que el Banco de la República movió la tasa de interés un poco menos de lo que se esperaba y todo eso lleva a un dólar que en Colombia gana terreno”, explica Camilo Pérez, director de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá.

Además, aunque aún no se materializa en acciones hay expectativa de qué vaya a suceder con el anuncio de Petro de asumir la regulación de servicios públicos dado que podría afectar la eficiencia del sistema y las inversiones allí previstas.

Petro, soldado de primera línea

Desde su llegada la oposición ha pedido la salida de Irene Vélez de la cartera minero energética, sin embargo, su más fiel soldado ha sido el presidente Petro.

No ha importado que constantemente Ocampo deba salir a dar claridad a los comentarios de Vélez, ni su mala relación con la prensa, Petro ha cerrado filas en torno a la ministra y ha preferido desviar la atención antes que “entregar su cabeza”.

Y es que en lugar de explicar por qué considera acertadas las decisiones y argumentos de Vélez, el primer mandatario ha optado por recordar las malas gestiones de ministros del Gobierno de Iván Duque.

“El respaldo que hoy le sigue dando el presidente Petro a la ministra Irene Vélez a pesar de que es evidente su falta de experiencia, su falta de conocimiento en temas petroleros y del sector minero energético, o de regulación de precios, entre otras, se debe a que hoy no puede entregar la cabeza de la ministra y pedirle su renuncia porque sería evidencia que cometió un error y que nombró a una persona sin las competencias necesarias para asumir un rol tan importante de coyuntura y en el marco de la apuesta de cambio que él está planteando. Ese respaldo seguramente se va a diluir en el tiempo porque para la favorabilidad y legitimidad de muchas políticas y reformas que está emprendiendo no es conveniente seguir teniendo una ministra que le desata un escándalo y le genera un ruido disonante a la institucionalidad. Ese respaldo se va a mantener, no sé cuánto, pero si se requiere que revise quiénes lo van a acompañar en este primer año porque ya generó desconfianza”, explica Carlos Arias, gerente de comunicación política y pública de Estrategia & Poder.