Ciudad de México — Los excedentes petroleros no cubrieron en su totalidad el boquete fiscal que generó la aplicación de subsidios a las gasolinas en 2022 para contener la inflación en México, como lo había calculado el presidente Andrés Manuel López Obrador.
México vio ingresos excedentes petroleros por MXN$394.508 millones al cierre de 2022, sin embargo, los subsidios a las gasolinas rebasaron ese monto.
Los estímulos fiscales a la cuota del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que se cobra por cada litro de gasolina y diésel implicaron un gasto fiscal de MXN$396.607 millones al cierre del año pasado, de acuerdo con el reporte de finanzas públicas del cuarto trimestre del 2022 publicado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
La guerra entre Rusia y Ucrania catapultó los precios del petróleo, lo que derivó en mayores ingresos petroleros para México, pero también en un aumento en el precio de los combustibles en medio de la inflación más alta en dos décadas.
AMLO, como se le conoce al presidente, declaró en reiteradas ocasiones que con los excedentes por la venta de petróleo el Gobierno asumiría el costo de los subsidios, que es como el mandatario llama a los estímulos fiscales al IEPS.
“Los excedentes petroleros los utilizaríamos para subsidiar los combustibles para que no aumente el precio de las gasolinas y diésel y que no nos afecte”, declaró el ocho de marzo de 2022, apenas unos días después del inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Excedentes petroleros se quedan cortos
Los ingresos petroleros sumaron MXN$1,4 billones en 2022, cifra que resultó mayor al MXN$1 billón que se aprobó en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF), por lo que el año cerró con un excedente de MXN$394.509 millones. Los ingresos petroleros aumentaron 18,7% real en 2022 respecto de un año antes.
Hacienda llegó a proyectar en abril del año pasado MXN$535.508 millones de ingresos excedentes petroleros, pero el monto final quedó por debajo de esa cifra estimada durante el año pasado.
El desempeño de los ingresos petroleros se explica, principalmente, porque en la LIF se previó un precio del petróleo de US$55,1 por barril, pero el precio observado fue mayor en US$34,7 por barril promedio respecto del aprobado.
Sin embargo, el alza en los petroprecios también implicó un costo fiscal para el Gobierno de AMLO.
El mayor precio del petróleo incrementó el costo de los combustibles, lo que bajo la política del Gobierno implicó activar el estímulo fiscal del IEPS, a fin de que los precios no aumentaran de manera drástica en medio de la inflación más alta en dos décadas.
El costo fiscal de esos estímulos ascendió a MXN$396.607 millones en 2022, monto que quedó ligeramente por arriba de lo previsto por Hacienda en septiembre, cuando calculó que el gasto fiscal de los subsidios sería de MXN$395.400 millones.
La LIF aprobó ingresos tributarios provenientes del IEPS a combustible por MXN$288.602 millones.
ISR compensa excedentes petroleros
A pesar de que los excedentes petroleros fueron insuficientes para costear el gasto fiscal de los subsidios a las gasolinas, Hacienda reportó un balance positivo al cierre de 2022 porque se ayudó de la recaudación del Impuesto Sobre la Renta (ISR) para poder compensar en el balance general los estímulos fiscales.
Los ingresos presupuestarios del sector público alcanzaron los MXN$6,5 billones, monto superior en MXN$422,463 millones respecto a lo estimado en el programa y representa un crecimiento real anual de 2,5%.
Al interior, los ingresos tributarios sumaron MXN$3,8 billones, monto inferior al programa en MXN$135,757 millones y menor a lo observado en 2021 en 1% en términos reales. Dentro de la recaudación, el ISR fue el impuesto que destacó al aportar MXN$2,2 billones en 2022, lo que implicó un excedente de MXN$196.205 millones y un crecimiento anual real de 11%.
Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda, dijo en conferencia de prensa este lunes 30 de enero que Hacienda pudo compensar el costo de los subsidios con los excedentes petroleros más ingresos adicionales provenientes del ISR que terminó el año por arriba de los programado.
“Los estímulos fiscales fueron una contención para el precio de las gasolinas, la inflación habría llegado a 12% o 14% sin estímulos”
Gabrie Yorio, subsecretario de Hacienda de México