¿Cómo queda Google en la carrera de la inteligencia artificial?

La compañía está ante una encrucijada: posicionarse con sus bots conversacionales y crear un modelo de negocio que no canibalice los ingresos de su motor de búsqueda

Google teme perder ingresos con publicidad con su actual motor de búsqueda y se enfrenta a la amenaza de perder su ventaja para nuevos competidores
31 de enero, 2023 | 09:11 AM

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Barcelona, España — Google (GOOGL) lleva años predicando que el futuro está en la inteligencia artificial (IA) conversacional. El futuro llegó, pero quien se puso a la cabeza es OpenAI, con ChatGPT, que ha acaparado los titulares desde su lanzamiento a finales de 2022 y recibirá de Microsoft (MSFT) una poderosa inversión de US$ 10.000 millones.

Para distintos expertos, Google está aguardando el momento exacto para actuar en el área de los bots conversacionales, aunque no puede tardar demasiado. Dejará que el nuevo entrante “pique el anzuelo” y se enfrente a todos los cuestionamientos éticos, regulatorios y contratiempos técnicos que puede generar una tecnología disruptiva para, después, salir con un producto mejorado.

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La percepción general es la de que Google (aún) no ha perdido el “timing” y tampoco está desaprovechando esta oportunidad. De hecho, lleva años desarrollando modelos de lenguaje de inteligencia artificial en dos frentes simultáneos (un equipo interno y otro en DeepMind, adquirida por Alphabet en 2014). Las herramientas de OpenAI (ChatGPT y DALL.E) operaron durante meses en versión beta abierta al público, de modo que Google ha tenido la posibilidad de monitorear su competencia desde cerca. El gigante tech está bastante adelantado con su chatbot de lenguaje avanzado LaMDA y también perfecciona el MUM, algoritmo de búsqueda de basado en la IA que también genera textos.

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Google no está perdiendo la carrera, está tomando aliento. Esta es una carrera de obstáculos, pero hay que tener en cuenta que la inteligencia artificial tiene un periodo de maduración de diez años, es una competición de largo plazo”, dijo Frank Moreno García, consultor en temas de innovación y experto en Liderazgo en la Innovación-MIT.

OpenAI fue fundada en 2015 con el impulso financiero de Elon Musk. El dueño de Tesla (TSLA) y de Twitter abandonó su consejo a principios de 2018 pero sigue siendo donante de la compañía. Ahora, Microsoft quiere añadir ChatGPT a sus servicios en la nube de Azure y también a su buscador Bing. La expectativa es que el próximo paso sea añadirlo a su paquete de aplicaciones de productividad, que incluye Word, Excel, PowerPoint, Outlook y Microsoft Teams.

Una vez recogidas las experiencias de mercado y de usabilidad del ChatGPT, evalúa Moreno García, Google deberá salir con una tecnología aún más potente. “La empresa no dará este paso sin medir muy bien los riesgos y sacará su herramienta con un salto cualitativo”, afirmó el consultor, diciendo que “la verdadera carrera es la inteligencia artificial cuántica”, que se enfoca en construir algoritmos cuánticos para mejorar las tareas computacionales dentro de la inteligencia artificial, creando escenarios predictivos. “En este sentido, China está avanzando rápidamente.”

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Cuidado con la imagen

La estrategia de Google va en el sentido de preservar su reputación y sus relaciones con clientes y gobiernos, ya estremecidas por su poderío en diversos mercados, sobre todo el de publicidad digital, opina el autor y doctor en Economía Digital JJ Delgado.

Aunque ChatGPT haya provocado estupefacción global por su naturaleza disruptiva, también se ha vuelto blanco críticas y cuestionamientos: aún incluye sesgos, da respuestas incorrectas o totalmente falsas, los datos no están actualizados (OpenAI dice que van hasta 2021), no logra moderar contenidos peligrosos y tampoco facilita fuentes para comprobar la veracidad de las afirmaciones.

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“Google no se la quiere jugar con temas como plagio, privacidad de datos, debates regulatorios y éticos. También está el miedo a ser acusado de monopolio: uno de sus de sus mantras es intentar demostrar que no hace monopolio. Entonces le frena ser el pionero en este sentido”, dijo Delgado, recordando el episodio del ingeniero del grupo que había sugerido que la herramienta estaba cobrando “cierta conciencia”. Google lo terminó despidiendo, en un claro mensaje de que se quiere disociar, por lo menos en un primer momento, de polémicas, sobre todo las de naturaleza ética.

La reinvención de Google, ¿cuál será?

La compañía de Alphabet está ante una encrucijada: no por su capacidad tecnológica, ya que tiene de los mayores ingenieros de inteligencia artificial del mundo, sino por el miedo a renunciar a sus ingresos con publicidad mientras se enfrenta a la amenaza de nuevos competidores. “La empresa tendrá que reinventarse y crear un nuevo modelo de negocio”, evalúa Frank Moreno García. Eso también justificaría el paso más lento en la difusión de sus novedades en la rama de inteligencia artificial.

La duda es cómo va a implementar su modelo de negocio, especialmente en lo que concierne a las búsquedas. Sería muy costoso para Google “canibalizar” una tecnología que le otorgó el liderazgo absoluto en el mercado de búsquedas - casi 84% de participación, contra menos de 9% de Bing/Microsoft, según datos de diciembre de 2022 recopilados por Statista.

El sistema tradicional de búsquedas le genera dinero a Google a medida en que los usuarios hacen clics en los anuncios. Las preguntas del millón son: ¿Cómo Google extraerá beneficios en los modelos conversacionales, suponiendo que éstos serán la próxima frontera de los sistemas de búsquedas? ¿Las consultas tradicionales seguirán existiendo de manera paralela o inevitablemente serán integradas a la nueva tecnología?

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Para JJ Delgado, la tecnología entrante no va a eliminar el negocio central de Google, pero definitivamente sí va a impactarlo. Ahora, de acuerdo con el experto, habrá que ver cómo la compañía va a compensar la caída de los ingresos de su “gallina de los huevos de oro”: el pago por publicidad, que tiene unos márgenes enormes.

¿Cómo la empresa se va a reinventar? Una de las cosas que tiene que hacer es empezar a ver cómo va a jugar en un nuevo ecosistema donde la inteligencia artificial se ha abierto y se ha vuelto accesible a todos”, afirmó el experto, puntualizando que se abren ahora unos nuevos modelos de negocio en los que las máquinas se encargarán de los procesos de compra, de las negociaciones y del abastecimiento de los clientes.

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Como JJ Delgado, el socio fundador de Seedtag Albert Nieto, ex-Google, también cree que el grupo tiene que responder rápido y de manera contundente. “Por supuesto que hay riesgos si Google toma una posición defensiva. Tendrá que adaptarse lo antes posible, o habrá riesgo de que se quede atrás”, según el co-CEO de la empresa de publicidad contextual, dando como ejemplo el caso de Kodak, que perdió su liderazgo global por no abrazar a tiempo el mundo digital.

Para que Google preserve su posición en el mercado de búsqueda, Nieto aconseja utilizar los bots conversacionales para dar respuestas enriquecidas (con datos ampliados y más precisos), dinámicas, y no estáticas. Al mismo tiempo, según él, Google podría crear un sistema de promoción publicitaria que esté relacionado con estas respuestas enriquecidas. “Google no tiene que cambiar tanto su modelo, pero necesita preservar que la gente siga buscándolo para tener respuestas de calidad. El reto de Google es ser la mejor fuente de respuestas.” De acuerdo con el ejecutivo, Google tiene la ventaja de disponer de billones de datos, aunque los datos se pueden evaporar si se pierde el tráfico.

Hay muchas dudas en el aire, lo cierto es que estamos delante de un verdadero punto de inflexión. Hay todo un mercado a explorar y Google tiene a su favor su poder y liderazgo en prácticamente todos los ámbitos de la tecnología. Pero la espada de Damocles pende sobre la compañía. Los expertos coinciden que un poco puede esperar. Solo que no demasiado.

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