Bloomberg — La Unión Europea está discutiendo cómo aumentar su poder financiero para contrarrestar el paquete de subsidios ecológicos de 369.000 millones de dólares de Estados Unidos y hacer frente a los costosos retos como la desvinculación de la energía rusa y la reconstrucción de Ucrania.
Las opciones van desde la simple reorganización de los fondos existentes y el refuerzo del Banco Europeo de Inversiones hasta la obtención de préstamos conjuntos adicionales para crear nuevas herramientas y engrosar su presupuesto común.
Sin embargo, las peticiones de más dinero han reavivado viejas divisiones entre los Estados miembros del norte y del sur, y la UE aún está en las primeras fases de despliegue de su fondo sin precedentes de 800.000 millones de euros (869.000 millones de dólares) para la recuperación tras la pandemia.
¿Por qué hay un déficit financiero?
Los 27 países del bloque acordaron en 2020 un presupuesto para 2021-2027 de unos 1,8 billones de euros que incluía un fondo para pandemias financiado mediante préstamos conjuntos.
A pesar de esta suma récord, los enormes recursos ofrecidos a empresas y consumidores en virtud de la Ley de Reducción de la Inflación de EE.UU. han despertado temores en la UE de que sus propios incentivos económicos no sean lo suficientemente fuertes como para impedir que la inversión y el empleo crucen el Atlántico.
La invasión rusa de Ucrania obligó a la UE a buscar recursos para apoyar a Kiev y acabar con la dependencia de las importaciones de gas ruso. Para algunos, proteger a las familias y empresas vulnerables de la crisis energética también justificaba una respuesta fiscal conjunta.
Además, la UE se ha comprometido a asumir un papel protagonista en la reconstrucción de Ucrania, que el Banco Mundial ha calculado que podría costar al menos 350.000 millones de dólares.
¿Es éste un nuevo debate?
Las instituciones, incluido el Parlamento Europeo, y los Estados miembros que más se benefician del presupuesto de la UE, como los de Europa del Este, han defendido tradicionalmente un mayor poder adquisitivo del bloque.
Algunas capitales llevan años reclamando instrumentos fiscales conjuntos para reforzar la unión económica y monetaria.
Las largas discusiones impulsadas por Francia, España, Italia y Portugal para forjar un presupuesto de la eurozona solo dieron como resultado una versión suavizada a finales de 2019. Los países fiscalmente conservadores, incluidos los Países Bajos, Finlandia y Austria, se mostraron reacios a acordar nuevas herramientas que profundicen en una unión de transferencias y mutualicen los riesgos.
Esta división resurgió cuando la UE debatía su respuesta a la pandemia de Covid, pero la magnitud de su impacto económico -y, sobre todo, el apoyo de Alemania a un fondo de recuperación- condujeron finalmente a la creación del nuevo fondo de 800.000 millones de euros.
¿Qué instrumentos se barajan?
La mayoría de los Estados miembros quiere centrarse en los instrumentos existentes, con posibles cambios para facilitar el acceso al fondo para pandemias.
Algunos altos funcionarios piden una nueva ronda de préstamos conjuntos para ofrecer préstamos baratos a los Estados miembros que los necesiten, similar al mecanismo SURE creado para proteger el empleo durante Covid.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha propuesto un fondo de soberanía a medio plazo para canalizar más inversiones en tecnologías avanzadas que puedan impulsar la competitividad.
La Comisión está evaluando si se necesitan recursos adicionales para financiar la transición a energías más limpias y contrarrestar la ley del clima del Presidente de EE.UU., Joe Biden. La próxima semana presentará posibles instrumentos para fomentar la solidaridad y la inversión, antes de que los líderes de la UE debatan el tema a finales de febrero, según personas familiarizadas con el asunto.
¿Qué opinan los Estados miembros?
Países como Alemania, Holanda, Finlandia y Dinamarca están en contra de nuevos instrumentos de financiación, dado que los existentes no se han utilizado plenamente, según estas personas, que hablaron bajo condición de anonimato porque las discusiones son privadas.
Francia abogó por un instrumento similar al SURE en un documento reciente, mientras que Italia es el mayor partidario de una nueva herramienta fiscal de la UE, dijeron.
España, que tradicionalmente apoya las respuestas fiscales comunes, se centra en la puesta en marcha de fondos de recuperación. Madrid no respalda un fondo de soberanía, dijo un funcionario de la UE.
¿Cuál es el escenario más probable?
Está surgiendo un consenso para facilitar a corto plazo el uso de los instrumentos financieros existentes, incluido el fondo para pandemias. Esto puede incluir una mayor flexibilidad o la reorganización de algunas prioridades, según diplomáticos y funcionarios.
A medio plazo llegarían nuevos instrumentos, incluido el fondo de soberanía, y el Banco Europeo de Inversiones podría desempeñar un papel importante en su financiación. Una de las opciones que se barajan es aumentar la potencia de fuego del banco, pero eso requeriría probablemente garantías adicionales.
Los Estados miembros reevaluarán el presupuesto 2021-2027 a mediados de 2023. Los gobiernos nacionales tendrán que contribuir más al llamado Marco Financiero Plurianual, dijeron dos funcionarios de la UE.
Las posibilidades de nuevos instrumentos financiados mediante préstamos conjuntos parecen escasas en este momento, según los funcionarios. Sin embargo, es probable que el bloque tenga que recurrir a los mercados para financiar la reconstrucción de Ucrania, y se espera que este debate cobre fuerza en la segunda mitad del año.
--Con la colaboración de Zoe Schneeweiss.
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