Bogotá — Luego de un 2021 con un desempeño excepcional para las startups colombianas y una destacada dinámica del capital de riesgo, el 2022 cerró con un desplome de la inversión en estos negocios en medio de la incertidumbre por la economía global, muestra de un desafiante año para los emprendedores en el que tuvieron que convivir con la ola de despidos e incluso cierres.
Se estima que la inversión de capital de riesgo en las startups colombianas llegó a los US$1.234 millones en todo el 2022, lo que supuso un desplome del 43,41% frente a 2021, de acuerdo a cifras entregadas a Bloomberg Línea por Transactional Track Record (TTR).
La caída del 2022 se da después de la reactivación económica y luego de un período de fuertes inversiones en startups en el país, puesto que en 2021 estas llegaron a los US$2.180 millones y dieron un impulso al sector luego de las duras épocas de la pandemia cuando el venture capital llegó a penas a los US$590 millones.
Ya en cuanto al número de operaciones, de acuerdo al informe de TTR, se tiene que estas se mantuvieron estables y se contabilizaban hasta el cierre del 2022 un total de 89, lo que significó un leve aumento del 2,30%.
Las mayores caídas en cuanto al número de transacciones las presentaron las divisiones de servicios de apoyo empresarial y profesional (-30%) e internet, software y servicios de TI (-21%).
En la otra cara, se tiene que banca e inversiones presentó un interesante aumento del 88% y siguió aumentado su protagonismo dentro del mapa de la inversión en startups.
Con menos capital disponible las empresas se siguen enfrentando a un nuevo panorama en el que no hay margen para la quema de capital y en el que más que nunca deben concentrarse en ser rentables.
A mediados de 2022 la empresa de delivery colombiana Merqueo cerró sus operaciones en México después de que obtuviera un financiamiento por US$22 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
A finales del año pasado, se anunció el cierre definitivo de la firma colombiana Muni, una plataforma para ganar dinero sin salir de casa haciendo reventa de pedidos, fundada por la ex-Rappi María Echeverri Gómez.
El cierre de la compañía fue sorpresivo para el ecosistema puesto que en junio de ese año Muni había anunciado que había cerrado una ronda de serie A por US$20 millones.
Después de cerrar sus operaciones en Ecuador, la firma local Tul, que fue valorada en US$800 millones, realizó un recorte de personal ante las persistentes condiciones adversas en las startups en Latinoamérica, confirmaron a Bloomberg Línea fuentes de la compañía.
La realidad de las startups fue el espejo de la situación de las empresas tecnológicas, lo que se evidenció con el cierre de operaciones en Colombia de empresas como la plataforma de comercio electrónico Shopee, la ‘app’ de domicilios iFood (que adquirió a la startup colombiana Domicilios.com) y la empresa de movilidad Beat.
En opinión de Maria Mercedes Agudelo, gerente sénior de Transformación e Innovación en KPMG, “lo más probable es que la tasa de cierre se dispare, porque como los fondos de VC están invirtiendo menos en las startups, estas tienen que alargar el runway y su rentabilidad”.
“Muchas no tienen el dinero suficiente para aguantar 1 año y medio o dos”, dijo en entrevista con Bloomberg Línea.
Sobre este punto también había advertido en una reciente entrevista la directora ejecutiva de la Asociación Colombiana de Capital Privado (Colcapital), Paola García Barreneche, para quien actualmente el país “se encuentra en una etapa de corrección, esto implica que muchos de los fondos interesados en invertir se encuentran enfocados en aportar a la estabilidad de las empresas que tienen en su portafolio y por esta razón el levantamiento de capital se ha desacelerado”.
Frente a este escenario les restan dos caminos a las startups, o lanzar una IPO, como lo está buscando en la actualidad Merqueo, o buscar transacciones de fusiones y adquisiciones para “consolidar su crecimiento o consolidar regiones para finalmente buscar una salida a mercados públicos más robusta”, señaló Barreneche.
Pero en todo caso señaló que en los mayores casos de éxito de la región se “encuentra una tendencia a que las startups presentan márgenes saludables en los cuales demuestran tener un camino claro hacia la rentabilidad, un propósito de crecimiento, menos costos para cuidar su caja y poder mantenerse en el mercado”.
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