Buenos Aires — La cotización del dólar blue, hoy en $386, es una variable que siguen de cerca los argentinos, ante un cepo cambiario que ha estado vigente durante buena parte de la última década –desde noviembre de 2011–, y una moneda nacional cada vez más debilitada. Sus movimientos al alza suelen encender las alarmas de la economía, dado que, se considera que pueden impactar sobre los precios al consumidor. En los últimos diez años, los saltos del blue fueron incluso más fuertes que los de la inflación, otra métrica económica trascendental para la Argentina.
Actualmente, el blue en las denominadas “cuevas” del microcentro de la Ciudad de Buenos Aires se ubica en un rango nominal histórico, al ser comercializado en torno a los $385 para la venta.
Si se toma su variación desde enero de 2012, hasta diciembre de 2022, el incremento equivale a 6.908%, de acuerdo con cálculos de Santiago Manoukian, jefe de research en la consultora Ecolatina.
Es que durante enero de 2012, la cotización promedio se ubicó en $4,81; mientras que el precio promedio para diciembre pasado fue de $328, indicó el economista a Bloomberg Línea.
Así, el tipo de cambio paralelo subió por encima de la inflación, que acumuló un 4.335% en el mismo periodo, según datos del INDEC complementados por el IPC-GBA Ecolatina.
La comparación entre ambas cifras fue realizada hasta diciembre de 2022 porque corresponde a ese mes el último reporte oficial de inflación.
El INDEC informó semanas atrás que la inflación de diciembre en Argentina se ubicó en 5,1%, por lo que a lo largo de todo 2022 llegó a 94,8%, la cifra más elevada desde 1991 y casi duplicando el registro de 2021 (50,9%).
El regreso del cepo cambiario con Cristina Kirchner
Para 2012, en Argentina, ya regía el cepo cambiario dispuesto por el Gobierno de Cristina Kirchner, mediante una resolución que habilitaba la creación del “Programa de Consulta de Operaciones Cambiarias”. Así, antes de la compra de dólares, las entidades autorizadas a operar en cambios debían consultar si el ahorrista se encontraba capacitado fiscalmente para esa compra.
Sin embargo, con el correr del tiempo, se impusieron nuevas regulaciones del Banco Central y la AFIP, que permitieron impedir giros de regalías y dividendos al exterior, entre otras cuestiones.