Bogotá — En su primera reunión del año, la Junta Directiva del Banco de la República subió la tasa de interés en 75 puntos básicos, con lo que el indicador se ubica en 12,75%, su nivel nominal más alto desde 1999.
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La decisión, según explicó el Emisor, va en línea con el proceso de ajuste de la política monetaria. Sin embargo, no fue unánime: cinco directores optaron por el alza establecida mientras que los otros dos se inclinaron por un aumento menor, de 25 puntos básicos.
“Que el alza sea de 75 puntos básicos implica una señal de convergencia hacia el nivel en el que ya se considera que le tasa de interés es adecuada, dada la información que disponemos hoy para la reducción de la inflación hacia la meta. Sabemos que este indicador ha aumentado, pero también vemos elementos macroeconómicos que permiten prever que la inflación empezará a bajar en un periodo corto”, resaltó Leonardo Villar, gerente del Banco de la República.
Para tomar la medida se revisó la inflación total (13,1%), la inflación básica (sin alimentos ni regulados) de 9,5%, que continuaron con su tendencia creciente en diciembre, alcanzando registros superiores a los estimados por el equipo técnico y los analistas del mercado.
Además, que la aceleración de la inflación obedeció a presiones alcistas sobre los precios de los alimentos, la indexación a altas tasas de inflación y los efectos acumulados de la depreciación del peso, entre otras razones.
Por su parte, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, indicó que esperan que el alza contribuya a reducir la inflación en los próximos meses. Sin embargo, habló del panorama negativo que hay frente a los desastres naturales, que siguen afectando el transporte de los alimentos.
“Indicadores líderes apuntan a una desaceleración de la actividad económica a partir del cuarto trimestre. El Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE) registró una variación anual de 2,9% en noviembre, inferior a la de octubre 4,4%. No obstante, los niveles de actividad económica siguen siendo elevados, por lo cual se estima un crecimiento de 8,0% para 2022. Para 2023 el equipo técnico pronostica un crecimiento de 0,2%”, agregó Villar.
Para la decisión también se tuvo en cuenta que el ritmo de crecimiento del crédito se ha desacelerado, lo cual favorece una moderación de la demanda interna, y con ello de las presiones inflacionarias en 2023.
