Bogotá — El Gobierno de Gustavo Petro se mantiene en no firmar nuevos contratos de exploración de gas y petróleo durante su mandato, es decir hasta 2026, entre otras cosas, para avanzar en la transición energética. Aunque ha habido mucho revuelo por lo anterior, vale decir que esta no sería la primera vez que se dejarían de firmar nuevos contratos de exploración en el país.
Según expertos, en el segundo periodo del gobierno de Juan Manuel Santos tampoco se firmaron nuevos contratos, sin embargo, en su momento la decisión no tuvo mayor divulgación mediática, ni de la opinión pública como ha sucedido hasta el momento.
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En el caso actual, las constantes declaraciones del Gobierno sobre no firmar nuevos contratos de exploración ha generado incertidumbre en el sector y fuera de este. Para conocer qué tan grave sería que Colombia dejara de tener nuevos contratos, Bloomberg Línea consultó a expertos en la materia.
¿Qué pasa si no se firman nuevos contratos?
En palabras de Julio César Herrera, CEO J Energy Group y experto en el mercado energético, “es muy grave, sobre todo no firmar nuevos contratos de exploración de gas, porque estamos en un periodo de transición energética y parte de la transición es el gas. En el mundo ya está identificado que este es el energético de la transición”.
Herrera explicó que “el gas se necesita industrialmente, las naciones más desarrolladas del mundo vienen sentando su desarrollo industrial sobre este. Colombia tiene potencial de reservas y recursos, pero hay que explorarlos, hay que tener descubrimientos para que se vuelvan realidad”.
No obstante, desde la visión de Elisa Arond, coordinadora del instituto de Ambiente de Estocolmo en Latinoamérica, citada por El País, la determinación del Gobierno es buena y aunque cree que será difícil, podría traerle beneficios al país.
Según la experta, “la atención internacional frente a un actor que se posiciona de primero en la región puede traer más acceso a cooperación internacional, reconocimiento como un actor competitivo en un contexto de transformación, o financiación para energía limpias”.
Desde la visión de Julio César Vera, presidente de la Fundación XUA Energy y experto en el sector energético, no hacer más contratos de exploración tendría principalmente dos efectos: 1) energético y 2) sobre la confianza inversionista, “uno de los activos más valiosos que tiene Colombia”.
En materia energética, dijo Vera, “hoy tenemos reservas probadas en petróleo para un poco más de 6 años y en materia de gas para 8 años. Para lograr reemplazar reservas requerimos no solo aprovechar las potencialidades en contratos existentes, sino también pensar en nueva actividad exploratoria que permita desarrollar nueva inversión y tener nuevos descubrimientos”.
El experto agregó que “lo que muestran los análisis es que hoy el país, para lograr reemplazar esas reservas, tiene que firmar anualmente entre 35 y 50 contratos al año y perforar entre 50 y 100 pozos por año para tener el orden de 10 descubrimientos que en un periodo de 5 y 10 años se convierta en nuevas reservas”.
“Es preocupante que el país deje de desarrollar nuevos contratos de actividad exploratoria porque eso va en contra de nuestra seguridad energética, nuestra autosuficiencia en esta materia (...) Sería ideal que el país siguiera firmando contratos, no solo para la seguridad energética de corto plazo, sino del mediano y largo plazo”,
Julio César Vera.
Sobre el impacto en la confianza inversionista, Vera comentó que “cuando un inversionista ve que en el principal renglón de la economía del país se da una señal de que no hay interés de que se invierta en esto, eso tiene efectos no solo sobre el sector porque genera que los inversionistas hagan una pausa, tomen decisiones más moderadas y se ralentice el desarrollo económico”.
De acuerdo con los expertos consultados, perder la autosuficiencia energética haría que Colombia tenga que comprarle petróleo y gas a otros países para poder mantener el consumo interno, lo cual incrementaría los costos de un gran número de rubros como por ejemplo, el transporte, la comida, entre otros. Además, se tendrían que destinar recursos públicos a dichas compras.
Para Vera, perder la autosuficiencia de gas “podría significar no solo hacer inversiones en infraestructura para inversión, sino un aumento de precios en este energético que hoy usamos a diario los colombianos”.
Además, mencionó que “el gas está llamado a ser energético de transición y a mediano y largo plazo garantizar la confiabilidad a las energías renovables, por eso el gas se seguirá usando en el mundo”, razón por lo que es importante seguir explorando y tener nuevos descubrimientos.
Desde la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP) reiteraron que “la industria de hidrocarburos es fundamental para la estabilidad económica del país, la financiación nacional y la de los departamentos y municipios. Cerca del 40% de las exportaciones dependen de este sector, el 20% de los ingresos fiscales de la Nación y el 76% de las regalías”.
Dada la importancia de esta industria para el país, los expertos del gremio resaltaron la semana pasada en un comunicado que no se debe marchitar el sector, pues la “transición no se dará en el corto plazo. Se necesita una triple transición: energética, fiscal y de regalías, y productiva”.