Bogotá — La isla de San Andrés vuelve a ser víctima de la falta de planeación y rigurosidad estatal con un proyecto que nació muerto: el restaurante y centro de acopio Fishermen Place en el sector del Cove.
Se trata de una obra liderada por EnTerritorio (antiguo Fonade), cuyo avance actual es de 0% a pesar de haber iniciado su planeación en 2019, que ha presentado múltiples problemáticas por no contar con todos los avales para su construcción, y que ya acumula varias solicitudes de suspensión. Lo grave de la situación es que hoy, por petición de la gerencia de la entidad, liderada por Lina Barrera, se insiste en hacer el proyecto a pesar de su inviabilidad.
Y eso no es todo: la misma interventoría del proyecto también ha advertido que no puede seguir adelante. ¿Detrimento patrimonial? Esta es la historia:
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La aprobación de ejecución del proyecto se dio en junio de 2019, luego vino el contrato de obra número 2200713 por inicialmente $2.630 millones y cuya realización se calcularía actualmente, según el contratista (Consorcio San Andrés 2020), en más de $3.592 millones. La interventoría está a cargo de Ingeniería Master S.A.S.
Los problemas del proyecto
Las problemáticas vienen desde 2021. Según se reporta en un informe conocido por Bloomberg Línea, con fecha de octubre de 2022 y firmado por Juan Carlos Pinilla: en junio de 2021 se estableció que “una vez revisados los diseños entregados por parte de la entidad contratante, se evidenciaron serias deficiencias en los documentos, lo que conllevó a que el contratista, a través de sus especialistas, conceptuará técnicamente la necesidad de realizar diseños que cumplan con la normativa vigente y que se ajusten a las necesidades reales del proyecto, con el fin de dar viabilidad técnica al mismo”.
Con lo que vinieron diferentes suspensiones. En diciembre de 2021, por ejemplo, se reportó que “a la fecha no se cuenta con el poder por parte de la gobernación del archipiélago de San Andrés Y Santa Catalina para adelantar, desarrollar y llevar a cabo ante Sopesa (sociedad productora de energía de la isla), los tramites requeridos para la elaboración del diseño de la subestación eléctrica, y de esta manera, culminar el componente de diseño eléctrico”.
Ya en febrero de 2022 se registró lo siguiente: “(...) no se ha entregado por parte de la entidad contratante la línea base ambiental, necesaria para realizar los entregables correspondientes a: actualización plan de manejo ambiental, fichas iniciales ambientales, verificación de documentación por parte del consultor de diseños para complementación (...) a la fecha tampoco se ha entregado el poder de la gobernación ante Sopesa para efectos de llevar a cabo la terminación del diseño eléctrico con relación a la subestación, que va amarrado con diseño arquitectónico, estructural, hidráulico y presupuesto; todo lo cual se ha informado y socializado en los distintos comités y que dicho atraso representa un 12% aproximadamente en la consolidación y entrega a satisfacción”.
A pesar de todas estas advertencias y de la solicitud de suspender el proyecto, en reunión del 3 de agosto de 2022 y en la que participó la gerente general, se negó esa petición y se requirió tramitar el reinicio de la obra.
Las advertencias técnicas
A todo lo anterior se suma la advertencia del área técnica de desarrollo de EnTerritorio frente al proyecto, que estima que el contrato no puede desarrollarse de forma normal, y que además da a conocer que eso no fue tenido en cuenta por la gerencia general: “La señalada suspensión fue presentada por parte del equipo de la Gerencia de Convenio y en virtud de los riesgos que acarrea, tener un contrato en ejecución sin que el mismo pueda desarrollarse de manera normal, esto para aprobación en el denominado Comité de novedades, sin que la misma fuera recomendada o aprobada por parte de la entidad a través de la Gerencia General y la Subgerencia de Operaciones”, refiere el informe citado.
Ahora bien, Bloomberg Línea también tuvo acceso a un memorando con fecha del 9 de diciembre de 2022 y cuyo asunto es la reiteración de la recomendación de suspensión al contrato de este proyecto y al de su interventoría. En el documento se expresa que “con el propósito de no seguir consumiendo el plazo contractual del proyecto se recomienda suspender el mismo en atención a que a la fecha no se cuenta con las condiciones necesarias para su ejecución, esto en razón a la que la novedad contractual de modificación respecto de la obligación de estudios de laboratorio de aguas y pastos marinos y adición de recursos de ítems no previsto no fue suscrita por el contratista aduciendo que no se cuenta con viabilidad para a la solicitud de actualización de precios solicitados por este”.
También se advierte que Ingeniería Master S.A.S en su calidad de interventoría, señala su “preocupación dado que el tiempo sigue transcurriendo (...) por lo que a la fecha han transcurridos tres (3) meses sin haber ejecutado ninguna actividad de obra, más aún cuando se encuentran Ítem No Previstos por adicional al Contrato de Obra N° 2200713″.
Agregando que “cabe reiterar que una vez identificadas estas situaciones que impiden el inicio real de actividades de obra, fueron puestas en conocimiento en comité del 20 de septiembre y posteriormente se solicitó suspensión la cual fue negada. Esta situación afecta negativamente el cumplimiento de los plazos vigentes y por ende el cumplimiento de la programación de obra, por lo que solicitamos los lineamientos frente a esta situación. (…)”.
La respuesta de EnTerritorio
Bloomberg Línea consultó a la gerente de EnTerritorio, Lina Barrera, para preguntarle ¿Por qué a pesar de estas problemáticas, de las solicitudes de suspensión de la propia área técnica de la entidad y del avance nulo de la misma, la obra fue reiniciada y sigue insistiendo en hacerla?
Su respuesta fue: “Porque el gerente de unidad, la gerente del convenio, el supervisor y la interventoría han sido permisivos con el contratista y no se les ha dado la gana de radicar el incumplimiento al área de operaciones para que pueda proceder… es la triste realidad”.
Respuesta que genera más dudas que certezas al ser Barrera, la gerente general de EnTerritorio, la que lidera las demás gerencias de la entidad. Y al ser la propia área técnica del antiguo Fonade quien hace las múltiples advertencias.