Buenos Aires — El CEO de Satellogic (SATL), Emiliano Kargieman, consideró que Argentina necesita “15 años de estabilidad” en materia económica, industrial, jurídica y educativa para que empresas de producción tecnológica como la suya vuelvan a “invertir fuerte” en el país.
“Es un problema común a gran parte de la región, y Uruguay es una excepción súper interesante”, afirmó en conversación con Bloomberg Línea, al hacer referencia a la decisión de llevar la producción de su compañía al país vecino.
Emprendedor desde 1990, Kargieman fundó Satellogic, que se dedica a la recopilación de imágenes de resolución submétrica mediante nanosatélites, en 2010.
No alcanza con distribuir el valor que genera la pampa húmeda. Tenemos que generar muchísima riqueza.
Emiliano Kargieman, CEO y fundador de Satellogic
El camino hacia el break-even
Con respecto a las perspectivas de Satellogic, Kargieman dijo que se hicieron los ajustes necesarios para hacer frente al contexto actual, y que la empresa cuenta con fondos suficientes para alcanzar el break-even del EBITDA ajustado en 2024.
“Estamos fondeados para ejecutar nuestro plan y poner la compañía EBITDA positivo con el capital que tenemos en el banco”, dijo a este medio, al sostener que la empresa tiene “visibilidad sobre nuestro escenario para los próximos 18, 24 meses”.
Tras fusionarse con el SPAC del ex secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Steven Mnuchin, en enero de 2022, y con la firma de un nuevo acuerdo con la SpaceX de Elon Musk en el medio, la acción de Satellogic cayó el doble de lo que bajó el Nasdaq el año pasado.
“No le damos demasiada importancia desde el punto de vista de que entendemos que al valor actual, la compañía está claramente muy subvaluada en función del proyecto que estamos ejecutando, de los prospects que tenemos, de la perspectiva de crecimiento”, afirmó Kargieman al respecto.
Mercado potencial y ajustes
Con la perspectiva de que el el mercado de observación de la Tierra pase a valer US$120.000 millones o más en un futuro cercano, desde los US$4.000-5.000 que vale hoy, Kargieman no se muestra afligido por la volatilidad de los mercados.
Sin embargo, el contexto sí ha llevado a Satellogic a dar pasos más contundentes hacia la rentabilidad. A fines del año pasado redujo su plantilla por casi 20%, ajustó el roll-out de su infraestructura y lanzó una nueva unidad de negocio: la venta de satélites.
La siguiente conversación fue editada por motivos de extensión y claridad.
¿Cuál es el escenario base de Satellogic para las próximas decisiones de la Fed y del entorno crediticio en general? ¿Cómo ven que eso pueda incidir sobre su negocio?
Obviamente estamos en una etapa distinta en términos de tasas base de interés. Eso va a tener un impacto en general en la disponibilidad de capital para proyectos de growth. Afecta el apetito de los inversores por proyectos de mayor riesgo. Eso es natural. Lo interesante de Satellogic es que estamos fondeados para ejecutar nuestro plan y poner la compañía EBITDA positivo con el capital que tenemos en el banco. No estamos hoy en una situación donde tenemos que salir a levantar capital y tenemos visibilidad sobre nuestro escenario para los próximos 18, 24 meses. Y eso nos pone en un lugar donde el impacto hoy, a corto plazo, es menor que por ahí en otras compañías de growth o en estadios tempranos, como obviamente todavía estamos nosotros, que van a estar necesitadas de levantar capital en los próximos meses. En algún sentido, el negocio en el que estamos de proveer información de lo que está pasando en el planeta, y sobre todo hoy donde proveemos información a gobiernos para inteligencia, defensa, control de fronteras, gestión medioambiental, son todas cosas que son bastante anticíclicas. Entonces, sentimos que estamos en una buena posición para navegar un mercado de capitales que obviamente está mucho más tight para proyectos de growth.
Estamos viendo a las empresas tecnológicas realizar ajustes diversos, en distintas etapas. ¿Ven necesidades de ajustar en términos de plantilla, en otras líneas del balance?
Hicimos hace ya casi dos trimestres. Lo anunciamos en nuestro último business update. Cambiamos la velocidad de rollout e hicimos un ajuste también en nuestra plantilla, de casi el 20%, durante el tercer trimestre del año pasado. Un poco entendiendo la situación del mercado, la necesidad de tener caja para poder ejecutar el proyecto sin necesidad de salir a buscar capital. Estamos creciendo y los leading indicators, de crecimiento de nuestro top line para este año y para el año que viene, nos hacen entender que estamos en una buena situación para enfrentar este contexto. Tenemos que esperar para entender si estamos entrando en una recesión, o recesión con inflación. Es normal que haya muchas compañías priorizando mantener la caja, la generación de free cash flow y que estén priorizando otro tipo de inversiones. Es algo natural del proceso del mercado. Haberlo hecho temprano es lo que posibilita que no hayamos tenido que hacer un ajuste mayor, y que tengamos la posibilidad de ejecutar nuestro plan sin tener que salir a buscar capital.
El Nasdaq cayó 33% el año pasado y la acción de Satellogic más o menos un 60%. ¿Qué lógica le encuentran a ese gap?
En el sector de SPACs de tecnología, la caída en promedio fue más del doble que la del Nasdaq. Tiene que ver con el estadío de las compañías, el apetito de los inversores en su balance entre growth y value. No le damos demasiada importancia desde el punto de vista de que entendemos que al valor actual, la compañía está claramente muy subvaluada en función del proyecto que estamos ejecutando, de los prospects que tenemos, de la perspectiva de crecimiento. No le damos mucha importancia porque entendemos que es parte del ajuste de mercado, y de cómo el mercado está entendiendo a los SPACs, y cómo el mercado está entendiendo a las compañías de growth. Y obviamente somos una compañía que todavía está en un estadío temprano, dentro de las compañías del Nasdaq. La verdad que no me saca el foco mirar hoy el valor del stock porque, de nuevo, no estamos en una situación donde tenemos que salir a levantar capital en lo inmediato y nos podemos concentrar en ejecutar. A medida que ejecutemos nuestro proyecto, el valor del stock terminará reflejando el valor intrínseco de la compañía. También somos una compañía con un float bastante pequeño, digamos, con un volumen de transacciones pequeño, donde esperamos una volatilidad alta hasta que ese volumen crezca.
En el camino de Satellogic hacia la rentabilidad, en los últimos tres años las pérdidas anuales fueron aumentando. ¿Cómo les fue en ese sentido en 2022 y qué esperan para los próximos años? ¿Sigue en pie el EBITDA ajustado para el 2024?
Sí, ese es el guidance que hicimos, un adjusted EBITDA break-even para 2024. Ese es el plan que estamos ejecutando. Como te decía antes, tenemos buenos leading indicators y señales de atracción comercial, que en este momento es lo que importa. Hay dos cosas que nosotros estamos mirando. Una es el roll-out de nuestra infraestructura, o sea, la cantidad de satélites que estamos poniendo en órbita. Estamos operando la constelación de satélites de alta resolución de observación de la Tierra más grande del mundo, con mayor capacidad que todo el resto de nuestros pares combinados. Eso nos pone en un lugar muy interesante. Acabamos de lanzar cuatro satélites en enero y tenemos planes de lanzar entre 18 y 20 este año. Y por otro lado, venimos viendo el crecimiento del pipeline el año pasado y esperamos que se convierta en las ventas que tenemos esperadas para este año. Y como parte de los cambios en el modelo de negocios del año pasado, además de ajustar un poco nuestros expenses, abrimos una línea de negocios nueva, Space Systems, donde aprovechamos nuestras unit economics, que son bastante diferenciales en nuestra industria, y cientos de veces mejores que nuestros pares. En algunos casos selectos, donde nuestros clientes lo requieren, vendemos satélites, vendemos sistemas en órbita. Eso nos da también una herramienta más para asegurarnos de ese break-even para 2024 y ponernos en el camino de seguir haciendo crecer nuestra constelación, que en definitiva es lo que a largo plazo va a alimentar el modelo de negocios.
¿Sigue vigente la meta de 300 satélites en órbita para el 2025?
El plan sigue siendo el mismo en el sentido de estamos apuntando a remapear toda la superficie de la Tierra en alta resolución una vez por día. Cuando originalmente hablábamos de esto públicamente a principios del 2022, era una constelación de 300 satélites. Después, algunos cambios y mejoras en nuestra tecnología nos permitieron pensar en que necesitamos solo un poco más de 200 satélites para remapear toda la Tierra una vez por día en alta resolución. Seguimos con la visión de llegar a ese hito, pero antes, la vamos a estar remapeando una vez por mes, una vez cada dos semanas para principios de 2024 y una vez por semana. A medida que vayamos incorporando más satélites, eso nos va a ir permitiendo ampliar el addressable market que tenemos y el mercado al que podemos apuntar, en función de esos tiempos de remapeo que permiten distribuir datos a costo marginal muy bajo, prácticamente cero. Eso nos permite empezar a abrir el mercado de observación de la Tierra. Hoy será de US$4.000-5.000 millones, y llegaría a ser 30, 40 veces más grande. No sé si puedo decir hoy que vamos a estar remapeando toda la Tierra una vez por día para el 2025, pero sí el objetivo es llegar a hacerlo lo más rápido posible. Dependerá un poco de la atracción comercial, qué tan rápido lo hacemos. Es una de las palancas que tenemos para ajustar el gasto de CAPEX: el crecimiento de la facturación. Y es también lo que nos permite operar una compañía en break-even o cash flow positive sin tener que salir a buscar capital, para ser el primero en crecer la constelación y después generar negocio.
Estamos viendo una tendencia de empresas tecnológicas yendo a buscar líneas de crédito de bancos. ¿Por qué se está produciendo esa tendencia en general?
Es una situación de mercado donde las compañías quieren tener un warchest. Quieren tener la posibilidad de ejecutar. También hay oportunidades que aparecen en estas situaciones que uno puede querer capturar. Con valuaciones tan deprimidas, y compañías probablemente subvaluadas, está la posibilidad de levantar deuda, aunque sea con términos más duros que hace un año o 18 meses. Es una buena opción comparado con el costo de capital de una oferta de equity en un mercado que está tan deprimido. Así que en ese sentido lo veo como algo natural. En nuestro caso, no es algo que estemos evaluando hoy.
¿Dónde producen sus satélites y cómo son sus operaciones hoy en Argentina?
Nosotros tenemos un equipo grande de investigación y desarrollo en Argentina. Hoy tenemos la planta piloto donde estamos produciendo los satélites. Está en Uruguay, en Zonamérica, que es una zona franca, a las afueras de Montevideo. Así que ahí tenemos el equipo de manufactura.
Entonces, ¿las restricciones a las importaciones actualmente en Argentina no son algo que les impacte?
Correcto, y realmente esa es la razón principal por la que lo hicimos de ese modo, para no tener que lidiar con la situación de importaciones y exportaciones en Argentina, que es cambiante.
En el caso de que se normalice esa situación, ¿sería más competitivo para ustedes producir aquí?
Argentina necesita, independientemente del gobierno y del signo político del gobierno, 15 años de estabilidad jurídica, de un plan económico, de algunas estrategias en educación, en desarrollo industrial, para que compañías como la nuestra empiecen a pensar en invertir fuerte, en traer o en volver a traer producción al país, lamentablemente.
Originalmente, habían planificado producir en Argentina…
Sí, correcto. Los primeros tres satélites que lanzamos al espacio los hicimos en Argentina. Tomamos la decisión de instalar nuestra planta de producción fuera del país independientemente de las ganas de ayudarnos del gobierno de turno, porque todos los gobiernos argentinos siempre han tenido la mejor voluntad de trabajar con nosotros. Fue por la volatilidad y lo difícil que es predecir la situación a futuro. Es parte de lo que Argentina tiene que resolver. Tener algunas políticas de Estado que se mantengan a lo largo del tiempo, que permitan abrir el camino al crecimiento de compañías como la nuestra en el país. De todas formas seguimos comprometidos con la inversión en el país. Más de la mitad de nuestra gente está en Argentina. Tenemos ADN argentino y vocación por seguir trabajando e invirtiendo en el país. Hoy producir hardware en Argentina es una cosa muy compleja.
¿Un ejemplo de esa estabilidad sería la política de zonas francas en Uruguay?
Eso es un excelente ejemplo y es una de las razones por las que estamos ahí. Creo que es un problema común a gran parte de la región, y Uruguay es una excepción súper interesante. Esa estabilidad ayuda a que haya hoy cada vez más compañías radicándose ahí, en las zonas francas en Uruguay para generar tecnología de primer nivel. En el sector espacial en particular ha habido otras compañías que nos han seguido.
Mirando a los emprendedores y empresarios que se fueron de la Argentina, ¿creés que necesitan ver esa estabilidad por 15 años antes de pensar en volver?
Yo arranqué mi primera empresa en Argentina en 1990. Tengo experiencia de haber tenido empresas a lo largo de una cantidad grande de gobiernos y de vicisitudes, y creo que en algún sentido siempre hizo falta eso. No es algo nuevo, o que de repente nos damos cuenta que hace falta. Me parece que si hablás con emprendedores argentinos o que han empezado en Argentina y que están en otros lugares del mundo, vas a escuchar algo similar. Argentina es un país con un potencial enorme, por el talento que tiene, por la capacidad de pensar fuera de la caja, por la voluntad enorme de emprender. Al mismo tiempo, es un país donde las reglas del juego no están claras, donde cambian mucho y hay grandes vaivenes que hacen muy difícil pensar en alimentar proyectos a largo plazo. Hay grandes problemas de seguridad jurídica, de estabilidad política-económica, y muchos otros. Pero Argentina está en una situación geopolítica para el mundo que viene en los próximos 20-30 años muy privilegiada y espero que con buena dirigencia política y algunos consensos sobre algunas direcciones básicas a mediano plazo, podamos traer muchas más empresas, más inversión, y valor, que es lo que Argentina necesita. No alcanza con distribuir el valor que genera la pampa húmeda. Tenemos que generar muchísima riqueza.