Bogotá — Este lunes Bloomberg Línea reveló que el Gobierno de Gustavo Petro se la jugaría toda por Colpensiones en la reforma pensional para que, además de continuar en el régimen de prima media, se convierta en banco y entre a competir con los fondos privados de pensión para tener más usuarios y más recursos.
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Aunque lo anterior empieza a mostrar más detalles de cómo se está pensando la pensional de Petro, la propuesta aún deja muchas dudas en el aire. Por esto, Bloomberg Línea consultó a expertos para conocer qué tan viable sería que Colpensiones se convierta en AFP y banco y, además, qué retos y riesgos podría tener dicha decisión.
Contexto
Antes de entrar en la particularidad de los riesgos o retos de que Colpensiones se convierta en banco y AFP, hay que tener claro que actualmente Colombia tiene dos grandes regímenes de pensiones: el de prima media o reparto que administra Colpensiones y el de ahorro individual del que hacen parte las AFP o fondos privados de pensión como Porvenir, Protección, Skandia y Colfondos.
El régimen de reparto simple (Colpensiones) es aquel en el que las cotizaciones van a un gran fondo para pagar las pensiones existentes, mientras que en el otro, el de capitalización (fondos privados) las cotizaciones van a una bolsa personal cuyos recursos se invierten en el mercado para obtener rendimientos, y así ir incrementando el monto de la pensión futura.
Aunque en la reforma pensional de Petro no se tocaría la edad de pensión, ni las semanas de cotización exigidas, vale mencionar que en Colombia la edad de pensión para las mujeres es de 57 años y para los hombres es de 62. Sin embargo, el número de semanas de cotización varía según el régimen: en Colpensiones se debe cotizar 1.300 semanas y en los fondos privados 1.150.
No hay que olvidar que parte de la propuesta de Gustavo Petro es que el sistema pensional de Colombia se convierta en uno de pilares, en el que los régimenes actuales a los que pertenecen Colpensiones y los fondos privados se complementen.
Así, una parte de las cotizaciones de los colombianos, que podría ser entre 1,5 y 2,5 salarios mínimos según la propuesta que conoció este medio, iría sí o sí a Colpensiones y el resto a una AFP, mercado al que también entraría a competir Colpensiones.
¿Qué retos tiene Colpensiones si se convierte en AFP?
Entrando en materia, expertos consultados por Bloomberg Línea consideran que si Colpensiones se convierte en AFP y banco, además de tener el monopolio del régimen de reparto y prima media, sería una de las entidades que más recursos recibiría y, si no se hacen cambios en su gobierno coporativo, podría ser riesgoso porque serían recursos a merced del gobierno de turno, sin decisiones técnicas, ni supervisadas.
Actualmente Colpensiones tiene una junta directiva, pero “es gente del mismo Gobierno, representantes de los diferentes ministerios y con elecciones no tan rigurosas, pues el dirigente de la entidad lo elige el presidente de turno y la junta no tiene injerencia en dicha decisión. Trabajar en un gobierno corporativo mucho más robusto sería una de las tareas de Colpensiones si este quiere ampliar sus funciones, e invertir parte de los ahorros pensionales”, explicó Jorge Llano, experto en temas pensionales.
Llano agregó que “se tiene que poner un gobierno corporativo muy bien estructurado para evitar corrupción” y malas decisiones de inversión de los recursos pensionales. “Hay que trabajar en seguridad corporativa”.
“Un gobierno corporativo serio haría una búsqueda del perfil del presidente, definiría una terna, tomaría decisiones por votación y técnicas, entre otros aspectos clave”,
Jorge Llano.
Para Kevin Hartmann, experto pensional y estudiante de doctorado de UCLovain, el hecho de que Colpensiones entre a competir con las AFP no estaría mal. Sin embargo, tendría que haber una división funcional para que no se le recargue a la entidad con el monopolio del sistema de reparto y el contributivo, con el de la AFP.
En palabras del experto, “sería más fácil crear una AFP pública, distinta de Colpensiones para ese efecto. Eso no me parecería grave, pero que sea la misma Colpensiones me parece que es muy arriesgado”.
Hartmann también dijo que “si se cambia el sistema de gobernanza a uno más transparente, algo más parecido a Ecopetrol, se podría pensar en un Colpensiones más grande. Además, a Colpensiones tendría que asignársele otro objeto porque hoy en día es el de administrar el sistema de reparto y siendo AFP tendría que empezar a cumplir con criterios de inversión”.
No obstante lo anterior, Hartmann añadió que quedan varias preguntas que deben resolverse como, por ejemplo, “cuáles serían los criterios de inversión de la AFP pública distinta a los privados; qué régimen se le va a aplicar en términos de supervisión, si va a tener uno similar al de los fondos privados o no y en caso de que no lo pudiera hacer la Superfinanciera porque Colpensinsiones sería una AFP pública, entonces quién y cómo”.
Si no se definen asuntos como los expuestos, habría “incentivos perversos para crear monstruo difícil de controlar”, agregó el experto.
De acuerdo con Germán Machado, docente de economía en la Universidad de los Andes, “en el escenario hipotético en el que Colpensiones actuara como una AFP, habría un precio a pagar. Las pensiones serían más bajas que en la actualidad”.
Machado explicó que “en Colpensiones, quienes logran pensionarse obtienen cerca de un 60% de su ingreso promedio, mientras que en las AFP privadas ese porcentaje se ubica entre el 25% y 30%, sin incluir datos del Fondo de Garantía de Pensión Mínima (FGPM). En ese sentido, en comparación con el escenario actual, se reducirían los subsidios pensionales, disminuyendo también el monto total de la pensión. Además, si Colpensiones funcionara como una AFP, los requisitos de pensión serían medidos en términos de dinero y no en términos de semanas”.
Para Mauricio Olivera, vicerector de la Universidad de los Andes y expresidente de Colpensiones, una de las ventajas que podría tener que Colpensiones entre a competir como AFP es que podría hacer que las comisiones bajen para los usuarios porque habría un nuevo jugador en el mercado. “Se abriría una competencia por comisión”.
No obstante, resaltó Olivera, algo a revisar es que Colpensiones, de convertirse en AFP, deberá ampliar su capacidad y aumentar costos para crear un área comercial que compita contra fondos privados muy grandes por los afiliados.
Colpensiones convertida en banco
Sobre este tema, los expertos consultados por este medio coinciden en que sería mala idea que Colpensiones se convierta en banco y antes de pensar en ese tipo de asuntos, debería fortalecerse a la entidad, que hoy es deficitaria y requiere recursos públicos para pagar pensiones.
Cabe recordar que hoy en día la Nación tiene que sacar del Presupuesto $18,4 billones para cubrir el costo de las pensiones que no alcanza a pagar con los aportes de los cotizantes de Colpensiones.
Según Jorge Llano, “lo primero que hay que diferenciar muy bien es qué hace un banco y qué hace una AFP, son dos negocios muy distintos. Convertir a Colpensiones en una AFP puede tener sentido” porque está ligada a la administración de recursos pensionales, algo que ya hace la entidad, pero “convertirla en banco no tiene ningún sentido porque son cosas distintas, no se pueden mezclar peras con manzanas”.
Kevin Hartmann, coincide con lo expuesto. “Nunca había escuchado que una administradora de seguridad social se convirtiera en un banco que le preste a personas. Eso no tiene nada que ver con una entidad que fue creada para administrar un régimen de pensiones. Me parece complicado, además, porque ya existen bancos públicos, está el Banco Agrario que cumple funciones similares, entonces no queda claro para qué Colpensiones va a ser un banco. Eso desafiaría mucho su funcionalidad y objeto social”.
De acuerdo con Mauricio Olivera, “antes de convertir a la entidad en un banco hay que fortalecerla en varias líneas porque, por ejemplo, hay muchos retos jurídicos y financieros”.