El plan de Argentina de recomprar US$1.000 millones de bonos en dólares en situación de estrés ha desconcertado a los inversores especializados en mercados emergentes.
El ministro de Economía, Sergio Massa, anunció el miércoles el plan de recompra de títulos con vencimiento en 2029 y 2030, que cotizan a unos 30 centavos por dólar. Los bonos alcanzaron su precio más alto en más de un año tras los comentarios de Massa, ampliando un repunte que ya había generado un retorno del 60% para los inversores desde octubre.
Aunque la recompra de los bonos a una fracción de su valor nominal podría ahorrar al país cientos de millones de dólares en pagos de intereses y capital, los inversores señalan que el Gobierno no tiene mucho margen en las arcas del banco central para financiar una recompra tan generosa. Los antiguos problemas financieros de Argentina son, por supuesto, en parte la razón por la que los bonos eran tan baratos.
El plan tiene tan poco sentido que las alzas del mercado pueden durar poco una vez que inversores analicen los detalles, según Pablo Waldman, estratega sénior de Inviu en Buenos Aires.
“Hay recursos muy limitados, y esta es una forma muy arriesgada de utilizarlos”, dijo Waldman. “Si no siguen adelante con otras medidas, es poco probable que este plan genere una suba sostenida para los bonos”.
El anuncio es aún más desconcertante porque, si bien las reservas del banco central han aumentado en los últimos meses, las reservas netas siguen estando en un nivel peligrosamente bajo y apenas superan los US$6.000 millones, según la corredora local Portfolio Personal Inversiones. El Gobierno está bajo presión para reforzar las reservas a fin de cumplir con los objetivos establecidos en su programa de US$44.000 millones con el Fondo Monetario Internacional, y se enfrenta a una grave sequía que al parecer impedirá que los dólares de exportación fluyan hacia el banco central a finales de este año.
Aunque el Ministerio de Economía ofreció pocos detalles sobre el plan, los funcionarios estarían planeando usar dólares en poder del Tesoro para financiar la recompra. Parte del dinero proviene de las expectativas de menores importaciones de energía en 2023. El Ministerio de Economía declinó hacer comentarios.
Interpretaciones diversas
Algunos inversores especulan con la posibilidad de que el plan de recompra sea un intento del Gobierno de parecer favorable al mercado antes de las elecciones de octubre. Otros creen que podría ser el primer paso de un complicado proceso para ayudar a apuntalar al peso en los mercados de divisas no oficiales.
Alejo Costa, estratega jefe para Argentina de BTG Pactual en Buenos Aires, cree que lo más probable es que sea una estrategia de los funcionarios para respaldar al peso, pero no descarta motivaciones más puramente políticas.
“El Gobierno puede pensar que está mejorando la confianza del mercado”, señaló Costa. “Todo lo que Massa sabe es de política y retórica, y puede creer que esta retórica mejora el contexto de cara a las elecciones de este año”.
Un alto funcionario del Ministerio de Economía dijo que el plan busca reducir la brecha entre los tipos de cambio oficial y paralelo de Argentina.
El tipo de cambio paralelo de Argentina, conocido localmente como contado con liqui, se debilitó hasta un récord de 363 pesos por dólar a principios de esta semana. El tipo de cambio oficial de Argentina, que se mantiene estable gracias a los controles de capital, se debilitó un 0,2% a alrededor de 183 pesos por dólar.
Independientemente del motivo de Argentina, los inversores dicen que la recompra habría sido más beneficiosa para el Gobierno si se hubiera realizado el año pasado, cuando los precios de los bonos eran aún más bajos.
“Creo que solo están gritando fuerte solo para tener algo en las portadas de los periódicos”, dijo Joaquín Almeyra, trader de renta fija de Bulltick LLC en Miami. “Hubiera tenido más sentido hacer esto hace meses”.
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