Bloomberg — Una empresa fundada por un príncipe de Liechtenstein y un grupo de banqueros inversionistas está poniendo en marcha un nuevo mercado de valores de arte, con la intención de que los inversionistas se interesen por los cuadros como una especie de activo, pese a que jamás podrán colgar una obra maestra en el salón de su casa.
La compañía, Artex MTF AG, pretende listar su primer cuadro en el primer semestre de 2023, según ha declarado su CEO, Yassir Benjelloun-Touimi, fundador junto con el Príncipe Wenceslao de Liechtenstein. Benjelloun-Touimi declinó precisar la obra, aunque señaló que pertenece a un artista muy famoso desde hace siglos, inaccesible para todos, salvo para los extremadamente adinerados.
“Hay muy pocos privilegiados e intelectuales que han podido participar en el mercado del arte desde hace 500 años, y lo que intentamos es desplazarlo a una plataforma reglamentada, asequible y protegida”, explica Benjelloun-Touimi, que trabajó para los bancos UBS Group AG y BNP Paribas SA.
La empresa se incorpora al segmento de los mercados de titularidad compartida, que ofrecen desde diamantes hasta coches de época en participaciones al alcance de todos los bolsillos. Por ejemplo, Masterworks tituliza pinturas de artistas como Banksy, astro del arte urbano, o Andy Warhol, símbolo de la cultura pop.
Benjelloun-Touimi dice que Artex será diferente porque estará estructurado como un mercado de valores: las obras se cotizarán en un proceso similar a las ofertas públicas iniciales, con los bancos comercializando una pintura a sus clientes. Luego habrá un mercado secundario con precios en tiempo real y corredores que estarán listos para comprar o vender, dijo.
Masterworks, por el contrario, tiene como objetivo mantener una obra de arte durante tres a 10 años antes de venderla y distribuir las ganancias a los accionistas, según el sitio web de la compañía. Los inversores tienen la opción de intentar vender sus acciones en un mercado secundario, pero Masterworks no garantiza que habrá compradores dispuestos, dice el sitio.
Un riesgo para Artex es que incluso con los creadores de mercado, la liquidez podría ser escasa, lo que significa que comprar o vender sin que el precio se mueva bruscamente podría ser difícil.
A diferencia de las acciones de las empresas, que normalmente publican ganancias trimestrales, puede haber pocas noticias que hagan que los inversores cambien su opinión sobre el valor de una obra y, por lo tanto, generen oportunidades comerciales.
Artex será una prueba de si el arte pertenece a las carteras de los inversores junto con las acciones y los bonos. Algunos expertos en finanzas personales son escépticos y dicen que una pintura del Renacimiento no tiene flujo de efectivo ni dividendos, lo que significa que la propiedad es pura especulación.
Pero para Benjelloun-Touimi, el surgimiento de la clase de activos probablemente llevará a los corredores a desarrollar investigaciones de mercado. Al igual que con las materias primas como el oro, los movimientos de precios pueden ser provocados por factores como cambios en las tasas de interés, datos de inflación o nuevas ventas en las casas de subastas.
También alimenta el escepticismo sobre la ambición de Artex una larga historia de promotores impulsando inversiones misteriosas, desde vinos de alta gama hasta manuscritos raros y, más recientemente, tokens no fungibles (NFT), que resultan ser fracasos. Y solo porque los índices de precios del arte han aumentado a lo largo de las décadas, no hay garantía de que los inversores puedan elegir las obras específicas que ganarán valor.
“Estas inversiones atípicas requieren una experiencia real de los inversores”, dijo Pascale Micoleau-Marcel, directora de la asociación francesa La Finance Pour Tous (Finanzas para todos), cuyo objetivo es educar a los inversores sobre finanzas y banca.
Una forma en que Artex busca abordar las preocupaciones relacionadas con el valor de una pintura es seleccionándola de un grupo de los artistas más famosos de los últimos cinco siglos, desde Da Vinci en el Renacimiento hasta Pablo Picasso del siglo XX. Un valor objetivo de 50 millones de euros (US$53,9 millones) y los corredores que actúan como creadores de mercado deberían garantizar suficiente liquidez, dijo Benjelloun-Touimi.
Asociarse con firmas financieras establecidas y estar regulado por las normas de la Unión Europea también debería ayudar a tranquilizar a los inversores, dijo. El intercambio tiene como objetivo incluir al menos una pintura al mes, dijo.
El banco de inversión Rothschild & Co. trabajará como asesor de Artex cuando las pinturas se coticen en la bolsa, mientras que SIX Group, el operador de las bolsas de valores suiza y española, brindará servicios de compensación. Artex tiene licencia de la autoridad financiera de Liechtenstein.
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