Bogotá — Durante la última semana el debate nacional volvió a tener en el centro a la ministra de Minas Irene Vélez, la transición energética, la firma de nuevos contratos de exploración petrolera y el precio del dólar.
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Todo esto debido a que desde Davos, en Suiza, durante la realización de las reuniones del Foro Económico Mundial, la titular de la cartera minero energética volvió a decir que Colombia no firmará nuevos contratos de exploración de petróleo y gas.
Se esperó una reacción alcista del dólar, pero el mercado esta vez no picó el anzuelo y recordó las palabras del ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, sobre la dependencia fiscal de Colombia de los recursos que llegan del sector de los hidrocarburos.
El presidente, Gustavo Petro, por su parte, insistió en que Colombia necesita dejar de lado las energías fósiles para darles paso a las energías limpias y reitero que el turismo es el sector llamado a conseguir los recursos que se necesitarán para no ampliar los déficits fiscales y de cuenta corriente.
Sobre los tiempos que le tomarán a Colombia llevar a cabo la transición energética, Petro piensa distinto de Felipe Bayón, presidente de Ecopetrol, quien habló de 20 años.
“Lo primero que se debe establecer es cuánto tiempo se tiene para la transición. Es decir, para que dejen de comprarnos el carbón y los petróleos pesados que exportamos. Sobre esa base cuánto duran las reservas y cómo mientras tanto se financia la transición con esos recursos”, inició diciendo Petro.
De acuerdo con lo dicho por el presidente, las proyecciones de la Agencia Internacional de Energía, hablan de que al país le quedan cinco años de exportación de carbón y 10 de petróleo. “Nada de lo que hemos hecho afecta esa posibilidad. Con los recursos que se obtengan en ese periodo, hay que hacer la transición”, dijo el mandatario de los colombianos.
En ese sentido, explicó que “la transición tiene que ver con dos aspectos. Lograr que las divisas que dejamos de obtener por exportar carbón y petróleo sean reemplazadas en la misma magnitud por exportaciones de energías limpias y turismo principalmente”.
Y adicionalmente, dice que “nuestro propio consumo interno de carbón y petróleo se reemplace electrificando el transporte, cambiando nuestra matriz energética y descarbonizando la producción”, concluyó.
