Bloomberg — EE.UU. ha popularizado el concepto de la “cultura del esfuerzo”, pero son los ejecutivos franceses los que más trabajan, de acuerdo a una nueva encuesta.
Casi 4 de cada 10 líderes empresariales de Francia dicen tener horarios largos e intensos sin tomar recreos regulares.
La cifra está muy por encima del 25% global y supera los números de EE.UU., el Reino Unido y China, según la encuesta de la aseguradora de salud Bupa Global.
Los ejecutivos franceses son los que más se preocupan por su rendimiento laboral individual de todos los países encuestados. La preocupación por la capacidad de sus organizaciones para capear la actual inestabilidad económica, junto con la reticencia a trabajar a distancia en comparación con sus homólogos de todo el mundo, contribuyeron a sus tendencias adictas al trabajo, según los autores de la encuesta.
“Esta combinación de presiones económicas externas y tendencia a asumir responsabilidades podría contribuir a que los ejecutivos franceses sean los más adictos al trabajo”, afirmó Anthony Cabrelli, director general de Bupa Global, que presta servicios a expatriados, ejecutivos y otras personas con grandes patrimonios.
Los resultados podrían sorprender a algunos, a la luz de las políticas laborales y el estilo de vida de Francia. La mayoría de los obreros y empleados de servicios trabajan menos de 35 horas semanales, y las vacaciones de verano pueden ocupar la mayor parte del mes de agosto. En 2017, Francia se convirtió en la primera nación europea en aplicar una ley relativa al “derecho a desconectar”, que obliga a las organizaciones a prohibir correos electrónicos, llamadas u otras intromisiones en el lugar de trabajo a partir de ciertas horas. El cambio hacia el trabajo a distancia durante la pandemia ha llevado a otros países a proponer una legislación similar. El código laboral francés prohíbe desde hace años almorzar en la mesa, aunque la ley se suspendió durante el apogeo de la pandemia.
Según el sondeo de Bupa, que encuestó a 2.439 personas de alto poder adquisitivo de ocho regiones en agosto y septiembre, el “atracón de trabajo” era más común entre los ejecutivos que iban a la oficina a tiempo completo que entre los que trabajaban a distancia.
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