Bogotá — Aunque el comienzo de año trajo volatilidad en la cotización del dólar y este llegó a estar por encima de los $5.000, las últimas dos semanas han traído tranquilidad y el peso colombiano (COP) ha podido revertir parcialmente la situación, llegando por momentos incluso a tocar los $4.600, niveles no vistos desde octubre del año pasado.
La fortaleza del dólar que marcó el 2022 puso más presión en la economía colombiana, que tuvo que lidiar con una deuda externa más cara y al mismo tiempo capotear sus efectos en la inflación, que cerró en 13,12%, siendo la más alta de este siglo.
El peso colombiano ha comenzado a recuperar terreno, pero aún está muy lejos de los $3.700 por dólar que llegó a alcanzar en algunos trechos del 2022.
Para el economista principal de BBVA Research para Colombia, Alejandro Reyes, el comportamiento del peso colombiano a inicio de año ha sido positivo, pero en medio de todo, esperado, según lo manifestó en entrevista con Bloomberg Línea.
“En especial por efectos estacionales asociados con pagos de impuestos corporativos entre febrero y abril. Lo que posiblemente haya pasado es que se anticipe un poco la apreciación esperada por cuenta del escenario externo más positivo y el apetito por riesgo, lo que en nuestro caso se refleja en la importante participación de extranjeros en las subastas y mercado de TES este inicio de año”, dice.
Por su parte, el gerente de Investigaciones Económicas y Estrategia en Davivienda Corredores, Germán Cristancho, indica que la dinámica del dólar de las últimas semanas responde a un componente global, que obedece a una inflación más débil en EE.UU.
La tasa interanual de inflación se situó en el 6,5% en diciembre en EE.UU., enfriándose por sexto mes consecutivo.
“Los datos de inflación apuntan a una moderación de las presiones inflacionarias para los próximos meses, lo cual podría abrir espacio para que la Reserva Federal incremente sus tasas de interés de una manera moderada o que incluso haga una pausa en esta”, señaló.
Cristancho considera que esto le podría restar fuerza a la velocidad con la que iba cotizando el dólar en los últimos meses.
Y en segunda instancia analiza que el año comienza con un tono positivo por parte de los inversionistas frente a países emergentes y mercados de renta fija.
“Lo que hemos visto en enero es un ingreso de inversión extranjera de portafolio que, en nuestras cuentas, ya asciende casi a los $2 billones en títulos del Gobierno nacional, lo cual ha significado también una presión a la baja sobre la cotización del dólar”, manifestó el analista.
¿Qué efectos tiene un dólar más barato en Colombia?
Germán Cristancho considera que un dólar más débil se podría reflejar en la economía colombiana principalmente en importaciones más baratas, lo que tiende a aliviar parte de las presiones inflacionarias que se venían sintiendo en la economía colombiana y por lo tanto generar un efecto positivo sobre la evolución de los precios y la capacidad de compra de los hogares del país.
En segunda instancia, cree que la bajada del dólar puede generar un aumento de la confianza de los colombianos frente a la situación económica del país, lo cual podría transmitirse en un punto a su disposición a gastar.
De acuerdo con el centro de pensamiento Fedesarrollo, aunque el índice de confianza del consumidor en diciembre siguió en terreno negativo, mejoró frente a meses pasados.
Así, en el último mes de 2022 la confianza del consumidor fue de -22,3%, una mejora de 2,5 puntos frente a noviembre (-24,8%).
Si el dólar sigue a la baja, también se esperaría un abaratamiento de la deuda externa, lo que podría significar un alivio de las cuentas fiscales de la nación y las condiciones de deuda de las empresas en Colombia.
“El descenso es leve por ahora, y con la volatilidad en la tasa de cambio que tenemos, no sabemos si será permanente o no”, opinó Germán Cristancho.
Según datos oficiales, en los primeros 10 meses del año pasado el endeudamiento externo de Colombia totalizó US$178.136 millones, equivalente a 51,7% del PIB, la cifra más alta en términos de PIB en lo corrido de 2022.
Los efectos por el momento son “transitorios”
Desde BBVA Research coincidieron en que la apreciación del peso abre la puerta para anticipar pagos de importaciones que ayudarán a mejorar el resultado financiero de los importadores y eventualmente mitigar en algo el impacto del tipo de cambio sobre los precios.
“Aunque hemos observado una transmisión (pass-through) mayor a la tradicional producto de la fortaleza de la demanda”, según Alejandro Reyes.
Ahora bien, explica el analista, “para lograr observar un efecto más fuerte sobre la economía, en especial sobre precios, debe mantenerse la apreciación del peso en el tiempo, e incluso ser un poco mayor que el registrado”.
Y aunque el déficit fiscal y externo se modera en este 2023, este sigue siendo elevado, en especial, frente a otros pares regionales o emergentes.
Por lo anterior, desde BBVA Research consideran que en un contexto de menor liquidez global esto se debe traducir en mayor exigencia de retorno, ya sea vía tasa de interés o tasa de cambio, para optar por financiar a Colombia.
“Así, consideramos que los efectos por el momento son transitorios y muy concentrados en un tema de caja para un grupo muy puntual de agentes. Por el contrario, podría ser menos positivo para exportadores estacionales como los floricultores. Pero sin lugar a dudas, el escenario hacia adelante continúa siendo incierto y por ende las ganancias de corto plazo de la divisa no se van a transmitir necesariamente en factores más estructurales en la economía colombiana”, dijo Reyes.
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