Bloomberg — Impulsar la flexibilidad en el trabajo a través de posibilidades como la semana laboral de 4 días podría mejorar la productividad y revertir la tendencia creciente de agotamiento, según un panel de expertos del Foro Económico Mundial.
El concepto de semanas más cortas ha ganado tracción desde que comenzó la pandemia de Covid alteró los horarios de las plantillas y dio a muchos un atisbo de cómo las distintas maneras de trabajar podrían mejorar sus vidas.
Un estudio coordinado por la organización sin fines de lucro 4 Day Week Global, que involucró a decenas de compañías, mostró menores niveles de estrés y ansiedad, y mayores niveles de eficiencia e ingresos, dijo Adam Grant, un psicólogo organizacional de la Wharton School de la University of Pennsylvania. Las personas también hicieron más ejercicio y durmieron mejor.
“Nos dirigimos rápidamente hacia una sociedad del agotamiento”, declaró Karien van Gennip, Ministra de Trabajo neerlandesa. “Lo vimos durante el Covid, pero empezó antes. Puede ser por las redes sociales, por la cultura de estar siempre conectados que tenemos”.
La flexibilidad es una respuesta a los problemas de salud mental. Esto puede incluir alargar la carrera profesional para poder trabajar menos durante ciertos años y así poder cuidar de los niños pequeños o de los padres mayores antes de retomar el ritmo de trabajo.
Una semana laboral de cuatro días para todos también puede contribuir a que las mujeres, que suelen trabajar dos o tres días, sean más independientes económicamente y a que los hombres ayuden más en la prestación de cuidados, añadió.
Ofrecer al personal opciones como la semana de cuatro días “es un imperativo empresarial”, afirmó Sander van ‘t Noordende, director general del proveedor de servicios de empleo Randstad NV.
“¿Por qué? Porque el talento es escaso y casi empiezas a tratar a tu talento como a tu cliente”, dijo. “La gente tiene opciones”.
Dijo que el 50% de las personas dicen que están dispuestas a renunciar si no son felices en sus trabajos.
“El equilibrio entre la vida laboral y personal es algo fundamental que la gente está buscando”, dijo. “Las empresas tienen que dar un paso adelante”.
Derecho a desconectar
Ante retos como el cambio climático, la transición a energías más limpias y la atención sanitaria a una población que envejece, la reducción de la semana laboral tradicional sólo puede tener éxito si aumenta la productividad, añadió Gennip.
“Creo firmemente que cuando se tiene más tiempo libre, se es más productivo en las horas que se trabaja”, afirmó. Esto requiere invertir en personal y tecnología, así como cambios en la cultura del empleo.
Sin embargo, no todos quieren semanas más cortas, según la Secretaria General de UNI Global Union, Christy Hoffman. Algunos empleados preferirían tener una semana de cinco días y seis semanas libres al año, por ejemplo.
Dijo que el aumento del control y la vigilancia vinculados al trabajo a domicilio habían provocado insatisfacción entre los trabajadores de cuello blanco, añadiendo que “el derecho a desconectar es realmente importante”.
Lea más en Bloomberg.com
