Para Goldman Sachs, “Massa no es Messi” y la economía argentina no se estabilizará en 2023

El banco estadounidense ve poco probable que la Argentina pueda estabilizar su economía en 2023. “La política macroeconómica sigue siendo profundamente heterodoxa”, advirtieron

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Buenos Aires — Goldman Sachs ve poco probable que Argentina pueda estabilizar su economía en este 2023. Desde el banco de inversión estadounidense analizaron las perspectivas macroeconómicas para la región durante este año, y trazando un paralelismo con la reciente obtención de la Copa Mundial de Catar, subrayaron: “El panorama de la macro se está complicando y Massa no es Messi, incluso con la asistencia del Fondo Monetario Internacional”.

A través de un informe que lleva la firma de Alberto Ramos, quien se desempeña como jefe del equipo de investigación macroeconómica Goldman Sachs para Latinoamérica, la firma se preguntó si, tras el título de la Selección Argentina de Fútbol en Catar, el país podrá ahora ganar el partido de la estabilización macro. Y la respuesta a esa pregunta fue: “No, muy improbable”.

La laxitud de la política fiscal y monetaria, junto con los crecientes niveles de represión financiera, están dando lugar a desequilibrios macroeconómicos y financieros cada vez mayores

Goldman Sachs

Heterodoxia económica y baja credibilidad

Para Goldman Sachs, el panorama macroeconómico es cada vez más complicado. Por eso, advirtieron, “las reformas y el ajuste macro son la mejor esperanza para después de las elecciones, en 2024 y 2025″.

Según argumentan desde el banco de inversión estadounidense, “el contexto macroeconómico de Argentina sigue siendo un caso aparte en Latinoamérica” dado que “la política macroeconómica sigue siendo profundamente heterodoxa”.

En ese sentido, agregan que “la laxitud de la política fiscal y monetaria, junto con los crecientes niveles de represión financiera, están dando lugar a desequilibrios macroeconómicos y financieros cada vez mayores”. Entre ellos, la inflación cercana a los tres dígitos, una moneda cada vez más desalineada, intensas presiones sobre el tipo de cambio y las reservas internacionales, y crecientes distorsiones microeconómicas y asignación ineficiente de recursos debido a un amplio y creciente conjunto de controles distorsionadores del capital, las finanzas, el comercio, el mercado laboral y los precios.

Para Goldman Sachs “la credibilidad de las políticas sigue siendo escasa, y el programa del FMI no ha logrado orientar la política macroeconómica hacia políticas más convencionales ni reequilibrar la economía”. Por todo ello, desde el banco de Wall Street creen que “es probable que la profunda polarización política y social y unas elecciones presidenciales cruciales en octubre de 2023 mantengan alta la incertidumbre y muy bajo el apetito por las políticas de ajuste macroeconómico”.

“Por lo tanto, dada la manifiesta escasa inclinación de las autoridades a adoptar una combinación de políticas más enérgica, es probable que el reequilibrio macroeconómico y las reformas tengan que esperar hasta después de las elecciones”. E incluso advierten que no es un seguro que eso vaya a ocurrir tras los comicios.

Inflación y actividad

En el mencionado informe Goldman Sachs dejó también proyecciones económicas para este 2023 en la región. En lo que respecta al nivel de inflación, desde el banco de inversión prevén que la inflación general en la región se modere desde los máximos alcanzados en el segundo semestre de 2022. No obstante, esperan que se mantenga por encima del objetivo a lo largo de 2023.

Para Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México y Perú, marcan desde la entidad, “se prevé que la inflación se modere desde un máximo cíclico del 18,2% en 2022, hasta un todavía alto y muy incómodo 15,0% en 2023, afectado en gran medida por el entorno de inflación muy alta en Argentina”.

Por otra parte, y ante la pregunta de si la región puede ofrecer un crecimiento razonable en 2023 que se hace Goldman Sachs, el informe señala que “no es probable” que ello ocurre dada “una serie de vientos en contra”, que harían que el crecimiento se desacelere a un ritmo inferior a la tendencia general en 2023, en particular en el primer semestre de 2023.

Según Godman Sachs, tras la expansión del 6,9% en 2021 (rebote tras el estallido de la pandemia de Covid-19), “la actividad real sorprendió al alza a lo largo de 2022 y fue en general más resistente de lo previsto a pesar de una inflación muy superior a la esperada y unas condiciones financieras internas más restrictivas”.

Según apuntaron desde la entidad, para fines de 2022 todas las economías de la región que cubre Goldman Sachs habrán recuperado el nivel de PBI real anterior a la pandemia. Pero de acuerdo a sus indicadores, el ritmo de crecimiento se desaceleró durante el último trimestre del año pasado. Y si bien indican que no prevén una recesión en Latinoamérica en 2023, no descartan uno o quizás dos trimestres con la actividad marcando números negativos. Pese a ello, anticipan un crecimiento negativo en Chile y posiblemente en la Argentina.

Conflictividad en la región

Por último, desde Goldman Sachs marcaron que, si bien el calendario electoral de la región en 2023 será más ligero que el del año pasado, “el riesgo de conflicto político-social es alto”.

Las últimas elecciones en América Latina han sido muy polarizadas, y la tensión política y la discordia no parecen haber disminuido de manera significativa tras la elección de gobiernos populistas de izquierda en Brasil (2022), Chile (2021), Colombia (2022) y Perú (2021)”, señalaron desde la entidad.

En ese sentido, recordaron que “el renovado activismo social y las luchas políticas en Perú, los acontecimientos del 8 de enero en Brasil y las fricciones entre el Gobierno y el Tribunal Supremo en Argentina son sólo los últimos ejemplos de lo inestable que sigue siendo el panorama social y político”.