Buenos Aires — La inflación acumulada del año 2022 fue récord. Con la publicación del dato de diciembre, el jueves pasado, el Indec confirmó que la suba de precios durante el último año alcanzó niveles de 94,8%. No llegó a los tres dígitos, tal como se temía unos meses atrás, pero sí fue suficiente para marcar un nuevo máximo para los últimos 32 años.
Desde principios de la década de 1990 que no se observaba en la Argentina un registro tan elevado para la inflación. El 94,8% de 2022 quedó a un paso de duplicar la suba de precios del año anterior (50,9%) y prácticamente triplicó la proyección de 33% que había trazado el Gobierno nacional al presentar el proyecto de Ley de Presupuesto 2022, que no fue aprobado por el Congreso.
Cuánto tardan los precios en duplicarse
El hecho de que la inflación haya escalado a niveles del 94,8% en 2022 significa que los precios casi se duplicaron durante el año pasado en la Argentina. Se trata, por lo tanto, del menor tiempo en el que lo hicieron desde 1990.
Un informe de la consultora GMA Capital graficó cuánto han tardado los precios en duplicarse en el país y reveló que, con la inflación de 2022, el tiempo bajó a solo 1,04 años. Con la inflación de 2021, en cambio, los precios tardaban 1,68 años en duplicarse mientras que, con los registros de 2020, se necesitaban 2,25 años.
De la serie que tomó GMA Capital, que abarca hasta el año 2006 inclusive, el segundo año en el que menos tardaron los precios en duplicarse fue el 2019. En ese año, último del gobierno de Mauricio Macri, se necesitaban 1,61 años para que los precios se multipliquen por dos.
El gráfico muestra, además, que en cuatro de los últimos cinco años los precios necesitaron menos de dos años para duplicarse. En los 12 años previos a 2018, los registros muestran que para que los precios subieran un 100% se precisaban entre dos y tres años, mientras que en 2006 y 2010 se necesitaron 7,39 años y 6,05 años respectivamente.
De cuánto será la inflación en 2023
Pese que en el equipo económico del Gobierno está la expectativa de que la inflación pueda desacelerarse a niveles de entre el 3% y el 4% en abril, desde GMA Capital no ven argumentos suficientes para ello.
En sintonía con la mayoría de las estimaciones privadas, desde la firma creen que “si bien la variación mensual (de diciembre) fue 5,1% y volvió a estar debajo de lo esperado, no existen argumentos sólidos a favor de un descenso sostenido de la nominalidad”.
Para los analistas de GMA, “el margen para usar al tipo de cambio y a las tarifas como anclas es muy limitado, y su puesta en marcha profundizaría aún más los desequilibrios”.
Esta visión coincide con las proyecciones de los economistas privados que consultó el Banco Central (BCRA) para el último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM). En dicha encuesta, los analistas estimaron que la inflación de 2023 será de 98,4%. De cumplirse, implicaría una leve desaceleración respecto del registro del año pasado pero un importante incremento en relación a la proyección oficial del 60%, reflejada en el Presupuesto aprobado para este 2023.